El Juego De Los Dioses (KanonxTn___)

Capítulo 20

💠La Reina...

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Narra Tn__:

No entendía nada de todo aquello, estaba atrapada en este lugar sin saber ni siquiera donde estoy, todo es muy confuso, Eros ha dicho que pertenezco aquí, que nadie me lastimará nunca, que soy la única pieza que le faltaba...

—¿A qué juegas?- le pregunté en tono de reproche apartándome de él con rapidez. -Yo no soy un objeto, no me puedes usar simplemente por conveniencia.-

—Te equívocas demasiado reina mía.- me respondió con voz tranquila. —No te estoy usando, eres importante para mi, te necesito a mi lado.-

—¿Para qué? ¿Qué propósito tengo?- pregunte alterada, exigí una explicación, Eros no podía simplemente privarme de mi libertad y recluirme en un sitio totalmente desconocido. Me sentí como un objeto.

—Mi reina, eres tan valiosa que me niego a compartir tu gloria con los demás, por eso te he traído aquí, donde nadie te podrá tocar.- volvió a acercarse a mi rodeando con sus manos mi cintura y apegandome contra su pecho, acarició mi cabeza con suavidad para luego besarla en un acto tierno, que a pesar de parecer tan sincero para mi estaba totalmente vacío, sin ningún signo de sentimientos. No logro comprender como es que no me resistí al abrazo, por qué no me alejé después, mi mente se nubló tanto que se me hizo imposible el negarme a un acto así. —Este lugar lo diseñé para ti, por que sé que te sentirás cómoda mientras esperas. -

—¿Esperar qué?- pregunté suave.

—Esperar a que todo salga como lo planeado.-

—¿A qué juegas?- volví a preguntar esperando una respuesta.

—Al fin del mundo...

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Narra Escritora:

—¡Se los dije! ¡Les dije que debían cuidarla, confíe en ustedes y ahora ella está con Eros!– replicaba un molesto Damian tomando por el cuello de la camisa a un sorprendido Saga quien no se explicaba como era que había llegado tan rápido al Santuario. —Tenian la obligación de protegerla, ahora Eros ha completado su tablero, obtuvo a su reina.–

—Necesito que te tranquilices.– hablo el géminis tomando sus muñecas y apartándolas. —No hemos podido hacer nada. No había nada en nuestras manos para evitarlo.–

—¡No me vengan con escusas! Bien pudieron haberla cuidado mejor.–

—Damian.– le habló Kanon quien apenas entraba a la habitación. —¿Cómo has llegado? Creí que... –

—¡No es momento de dar explicaciones!– le interrumpió ahora acercándose a él bastante molesto. —Tú debías protegerla, dijiste que no permitirías que Eros la tocara.– dijo señalándolo de forma acusatoria. —Creí en ustedes. ¡Y mira ahora! Eros al fin tendrá la fuerza necesaria para destruir el santuario.–

—¿Cómo estas tan seguro de eso?– le preguntó Saga. —Sigue pareciéndome extraño que tú supieras tanto sobre el tema.–

—¿Ahora yo soy el sospechoso?– preguntó girando su vista al mayor auto señalándose. —Ustedes fueron quienes han hecho mal su trabajo.–

—Tu estabas en (T/P)___, ahora mágicamente después de unos escasos minutos después del accidente, llegas reclamándole a mi hermano.– explica Saga mirándolo con recelo.

—Vine por que sabía que me necesitarían, y cuando llego aquí me entero de que dejaron a Tn__ con Eros.–

—Perdonen que me entrometa en su conversación.– habló Mü tras haber entrado. —Pero creo que necesito saber los detalles de lo que están hablando... Y no solo yo, todos en general, ya que hasta ahora estamos muy agenos a lo que ocurre aquí. –

Damian miró a Mü relajándose, sabía que muchos miembros del santuario no tenían ni el más mínimo conocimiento sobre aquello y al analizarlo bien, lo que menos se necesitaba en esos momentos era una discusión buscando culpables. —Bien, te diré a ti y a todos tus compañeros cual es la situación, es mejor que lo sepan.– el pelilila emprendió camino a través de las 12 casas. —Convoca a una reunión. –

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Narra Athena:

—Damian– exclamé con sorpresa al ver a mi caballero entrar por las grandes puertas de la sala. —Damian, realmente me tenías preocupada.– me acerqué a él acunando su rostro con mis manos, estaba herido, no solo del cuerpo, sino del alma, podía notarlo en su mirada. —Te ha lastimado...– dije con seriedad mirándolo a los ojos, mientras sentía los mios llenarse de lágrimas. —Te ha hecho mucho daño ¿No es así?– él asintió apartando mis manos de su rostro con cuidado y delicadeza.

—Athena, Eros me usó, así como lo hizo con los demás. Escapé... Pero no me dejó volver hasta que supo que ya no tenía caso retenerme en (T/P)__– me explicó con dolor en sus palabras. Lo abracé.

—Ya pasó, tranquilo, estas aquí y me alegra, necesito tu ayuda.–

—Lo sé, por eso volví.– respondió. —Él obtuvo lo que quería. Ahora... Lo que inició como una pelea silenciosa se convertirá en una verdadera pelea.– se separó levemente. —He pedido que haya una reunión, voy a contar todo, por el bien de la tierra y el de Tn__.–