Una Fujoshi Enamorada [|Abby y tú|] (Yuri) |EDITANDO|

Primera vez

⚠~Aviso~⚠

El siguiente capitulo presenta temas algo explícitos sobre la relación sexual entre dos mujeres. Si no toleras este tema, por favor, retírate para evitar inconvenientes.

Shipp: Abby x Tú

Palabras: 1505

Abby, Lily, Felix, Fede y yo acabábamos de salir del instituto.

— ¿No han notado que «los animatronicos» son más creídos ahora que ganaron el evento de primavera? — preguntó Fede rascándose la nuca

— Oh no, no, no, no, no. Yo soy la más DIVA de la high school, ellos no son nada. — respondió Felix riendo

— Pero cuanta humildad, joder. — comentó Abby con sarcasmo, haciendo que el pelirrosa le mirara indignado.

— Tienes razón, Fede. — concorde con el chico para no desviarnos más del tema

— Gracias, creí que había sido el único en notarlo.

— Pues no, no fuiste el único. — suspiró Lily acomodando sus gafas

— Me alegra saberlo…

— ¿Qué haremos ahora, chicos? — preguntó Abby sobre la espalda de Felix

— Pues…ir a nuestras respectivas casas — respondió Lily alzando los hombros

— Bueno, adiós. — se despidió Fede

— Adiós — respondimos las chicas al unísono

— Voy contigo, mi fefi. — respondió Felix

Abby bajó de su espalda y él caminó hacia Fede.

— Hasta mañana, chicas. — se despidió el pelirrosa

— Hasta mañana — nos despedimos del chico al unísono

Abby, Lily y yo, caminamos hasta la siguiente cuadra. Nos despedimos de Lily, ahora estamos Abby y yo.

— ¿Qué haremos ahora? — pregunté caminando junto a la pelirroja, la cual me miró de reojo, con las mejillas sonrosadas y una sonrisa.

— Vayamos a mi casa

Y así hicimos, caminamos hasta su casa. Al llegar, nos quitamos el uniforme, nos vestimos con ropa cómoda y nos sentamos a ver televisión. Miré a Abby de reojo, ahora somos novias y sólo nos hemos besado una vez desde que me propuso serlo. Me parece algo estúpido, se supone que ahora es el momento en el que debemos besarnos, tenemos todo el derecho de hacerlo.

— Ehhh…¿Princesa, por qué me miras así?

Reaccioné y relajé mi expresión, es decir, dejé de mirarla con cara de asesina en serie.

— Por nada, cariño. — respondí sonriendo lo más dulce que pude

Me miró desconfiada, pero parece que le restó importancia, ya que siguió mirando el televisor.