VEINTE

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Alonso y jos se encontraban en una heladería habían pasado tres días desde que fueron a la feria y Villalpando quería recompensar al pelinegro después de enterarse que la feria estaba cerrada aún.

—Vamos, bebé, come tu helado—. Mencionó Alonso.

—Ajá—. Esa fue su respuesta y siguió picoteando su helado con aquella cuchara color rosa.

—Alonso, ¿Me estás escuchando?—. Lo miró y juró que su corazón casi se rompía al ver la carita del ojimiel. Estaba triste, sus ojos estaban perdidos en algún lugar de la heladería y éstos tenían unas pequeñas lágrimas acumuladas— Bebé—. Dijo y se levantó de su asiento y, fue con su novio, lo abrazo y dió un beso en su mejilla.
Una risita se escuchó por parte del ojimiel.

—Estoy bien Jos, sólo estaba recordando algunas cosas—. Quitó los brazos del ojimiel de su cuello y se levantó, quitándose las pequeñas lágrimas acumuladas con sus dedos—Ahora, vámonos—. Tocó la nariz de Villalpando.

—Espera, tengo que ir a pagar—. Dijo y el contrario asintió.

Y éso fue lo que hizo, se dirigió a la caja y pagó aquellos helados.
Al dar la vuelta sus mejillas se tornaron algo rojas y sus puños se cerraron. Alonso estaba hablando con una chica, al parecer había encontrado una buena compañía mientras él iba a pagar.

—Hola—. Carraspeó su garganta y se posicionó al lado del ojimiel.

—Oh, hola—. La chica mordió su labio al ver a Villalpando. El ojimiel notó esa escena y ahora era él el que apretaba sus puños— José, porque no me dijiste que tenías un amigo tan lindo—. Habló seductoramente acercándose al rubio.

—¿Cuál amigo lindo?—. Preguntó el menor.

—Pues tú—. Sonrió y tocó su nariz.

—Oh, no, te confundes, amigo de él, nunca—. Villal recalcó la palabra nunca.

—Oh así es mejor, ¿No? Nos ahorramos problemas entre amigos— tomó una sección de su cabello chino y comenzó a jugarlo con un dedo mientras mordía su labio inferior. El pelinegro aún veía esa escena con furia, se preguntaba por qué Jos no hacía nada para alejarla.

—Hum... Disculpa...—. Dejó de hablar para que la chica mencionara su nombre.

—Carla—. El menor asintió.

—Bueno, Carla, a lo que me refería con las palabras: "amigo de él, nunca" era que prefiero seguir siendo su novio a ser su amigo—. Dicho ésto alzó su brazo para que Canela lo abrazara, y así lo hizo, pero no sólo eso, al estar en los brazos de su novio, plantó un beso en sus labios diciéndole a Carla que él era suyo.

Se separaron del beso y el ojimiel le sacó la legua infantilmente a aquella chica.

—Y oye, deberías de dejar de ser así de zorra—. Habló y se dirigió a la puerta de la mano con su pareja— Adiós—. Sonrió y ambos salieron, dejando a una chica hecha furia y algo apenada por dejar que la humillaran enfrente de todos.




















(...)


















—Cuéntame de tí, Alan—. Habló el español tomando de su malteada.

—Pues... Vivo con mi primo y se enoja conmigo por tardarme tanto tiempo arreglándome—. Respondió y puso sus codos en la mesa, acortando un poco la distancia entre su rostro y el de Abraham, haciendo que éste se sonrojara.

—Y... Te gusta alguien—. Preguntó con un poco de temor por la respuesta del morocho, porque él enserio gustaba de Alan.

—Hum... En verdad, sí, me gusta alguien—. Afirmó acercándose un poco más.

—Oh...—. Estaba algo decepcionado por la respuesta, pensó qué decir pero aquellos pensamientos fueron interrumpidos por una leve presión en sus labios, abrió los ojos excesivamente por la sorpresa, pero aún así, comenzó a relajar sus facciones y siguió el beso disfrutándolo.

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Hola :D
Perdón por desaparecer(aúnque tal vez no lo hayan ni notado :'v)

Pero bueno, aquí está el capítulo, no le quise agregar más cosas porque siento que así quedó bien.

Gracias por los 3K :''''''3
Lxs amo.

Bai. (>^ω^<)❤

Cambio De Cuerpos~ Jalonso Villanela ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora