VEINTIUNO

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—Canela Rivera José Miguel-—. Habló el profesor mirando su lista y después a los alumnos. El ojiazul frunció su seño dónde estaba Jos.

—No vino—. Respondió alguién y el profesor continuó leyendo nombres.






























(...)





















—Oye, has visto a José Miguel—. Preguntó a un chico, éste sólo negó con la cabeza. El ojiazul frotó su cabello con sus manos, era la persona número veinte a la que le pregunta sobre el ojimiel y nadie lo había visto y eso comenzaba a angustiarle, Alonso estaba en el cuerpo de Jos y apesar de eso nunca faltaba. A lo lejos vió a Freddy y a Alan, corrió hacia ellos, eran sus mejores amigos seguro sabían algo sobre Alonso

—Chicos—. Sin respuesta —Chicos—. Volvió a mencionar, rodó los ojos al ver que ninguno le prestó atención, escucho la risilla de Freddy y asomó su cabeza para ver por qué no le hacían caso, rodó los ojos nuevamente al darse cuenta del título de aquel vídeo "Las caídas más graciosas de gente durmiendo" arrebató el celular de las manos del morocho y recibió un reclamo como respuesta.

—Hey, eso es mío—. Reprochó mientras intentaba quitar el celular de las manos de Villal.

—Sí y yo también lo veía, dame ese celular.

-No.

—¡Jos!—. Ambos chillaron e hicieron un puchero. El rubio abrió los ojos un poco más de lo normal y les dió un zape en la cabeza —Alon dile algo a tu novio, espera, ¿Dónde está Alonso?

—No me digan Jos aquí, ¿recuerdan que estoy en el cuerpo de Alonso? Y por eso vine a buscarlos, no asistió a clases, ya lo llamé y no contesta, chicos estoy preocupado.

—Aws que tierno, eres tan adorable, estás preocupado por tu novio—. Dijo el morocho y apretó una de las mejillas a lo que el rubio sólo lo miró mal, haciendo que Alan retirara su mano del pómulo del chico.

—Pues, ¿Qué esperan?, vamos a buscarlo, pero primero a comer, vamos a la cafetería—. El rizado comenzó a caminar hacia dicha dirección.





















(...)























El timbre sonó, las clases habían terminado, el rubio tomó sus cosas y salió corriendo iría a su no-casa con la esperanza de que su novio estuviera ahí.
Una vez llegó, busco las llaves en el pantalón, se maldijo internamente al recordar que las había olvidado, golpeó levemente la puerta y miró una ventana.

>> Qué puedo perder<< pensó y entró por la ventana(claro cayéndose dos veces antes de poder entrar) la estatura de Villalpando no ayudaba.

—¿Alon?—. Habló esperando una respuesta, sin embargo no hubo ninguna—¿Estás aquí mi vida? ¿Me oyes?—. Esta vez dijo mientras se dirigía a la cocina —Nene, ésto no es divertido—. Hizo una mueca al no recibir respuesta.

Sacó su teléfono y volvió a llamar a su novio, un sonido lo hizo voltear hacia arriba, sonrió y comenzó a subir las escaleras. Volvió a marcar y siguió el sonido de aquella canción.

—Ajá, aquí estás—. Habló mientras abría la puerta pero la habitación estaba vacíaa excepción de aquel celular que sonaba sobre las cobijas de la cama — ¿Dónde estás Alonso?—. Susurró y se sentó en la cama

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Admitiré que este capítulo es un poco de relleno jejeje aúnque también es una parte algo importante, pero ya se viene lo chido :D

Bai. (>^ω^<)❤

Cambio De Cuerpos~ Jalonso Villanela ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora