TRES

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—Alonso,cálmate por favor—
Dijo el ojiazul.

—Esque cómo quieres que me calme Miguel—. El ojimiel se estaba frustrando.

—Sólo tenemos que saber la razón de por qué pasó esto y remediarlo—. Tomó el brazo de Alonso.

—Agh, no lo sé, ven vamos a mi casa—. El ojimiel se paró y le ofreció su mano al ojiazul para que imitara su acto.




















(...)



























—Llegamos—. Anunció el ojimiel bajando del auto, seguido por Villalpando.

—Es muy linda—. Sonrió el ojiazul.

—Pues ahora será tuya—. Canela suspiró —Nadie debe saber ésto, ¿De acuerdo?

—Sí, ¿pero qué hacemos aquí?—. El ojiazul aún tenía duda.

—Mira si queremos que nadie se entere, tenemos aue aprender a actuar como el otro, ¿Entiendes?

—Oh, y así llevar una vida "normal"—. Hizo comillas— hasta encontrar la solución.

—Exacto, ahora entremos, tienes que conocer mi casa.

Por la tarde los dos chicos quedaron de acuerdo que se verían en alguna casa cada día, y así comenzar a conocer todo sobre la vida del otro y poder actuar mejor.

—Adiós Alon—. El ojiazul sonrió y dejó un beso en la mejilla de canela, este se sonrojo —Oh no, no, Alonso no te puedes sonrojar así en mi cuerpo, yo nunca me sonrojo.

—No puedo evitarlo, lo siento—. Bajó su cabeza.

—No, no te sientas mas, mira... Sólo intenta no hacerlo, ¿si? Ahora vamos a mi casa ahí nos quedaremos a dormir.

—¿Por qué te despediste si nos íbamos a ir juntos?—. Cuestionó el ojimiel a lo que el contrario sólo encogió los hombros.
Ambos salieron hacia la casa del pelinegro una vez llegaron, el pelinegro comenzo a explicarle.

—Mira, allá—. Señaló una puerta —Está la cocina, como puedes ver ésta es la sala, subiendo las escaleras está mi cuarto y el de mis padres.

—Hijo, llegué—. Una señora pelinegra abrió la puerta y entró a la casa.

—Hola ma...—. El ojiazul se calló y le dió un pequeño codazo a su acompañante.

—Hola mamá—. Respondió con un poco de confusión.

—¿Quién es este lindo chico?—. preguntó Mariana.

—Soy Jo... Alonso, mucho gusto—. Extendió su mano y la pelinegra la aceptó gustosamente.

—Bueno, iremos a mi cuarto mamá...

—Sí, sólo que ni hagan cosas malas por favor—. Rió Mariana.

El ojiazul soltó una pequeña risa mientras las mejillas del ojimiel estaban rojas.
Subieron las escaleras para entrar a su cuarto que era un desorden, había ropa tirada, pinturas medio-abiertas y una cartulina doblada.

—No sabía que pintabas Jos—. Dijo Canela.

—No lo hago, sólo estoy haciendo ésto para una chica demasiado especial—. El pelirrojo sonrió y el de pestañas largas bajo la mirada;  pensando que ese cartel era para Rebeca, pero en verdad era para Fernanda, la hermana de Jos.

El pelinegro tomó una de las playeras en el suelo y una pintura, Villalpando lo notó.

—Hey, ¿Qué haces?—. Dijo tratando de quitarle la pintura al contrario.

—Le quedaría bien una decoración, ¿no?—. El ojimiel comenzó a forcejear con el pelirrojo.

—¡No¡ ¡Deja mi playera de nirvana, ahora!—. Empujó al pelinegro haciendo que éste soltara la playera y la pintura, ocasionando que cayeran al suelo y la camisa se manchara —¡Mira lo que hiciste!—. Reprochó el menor.

—¿Yo? ¡Tú me empujaste!—. El mayor se defendió.

—¡Era mi playera favorita y ahora la arruinaste!—. El ojiazul elevó la voz.

—Ay, lo siento, mejor me voy antes de arruinar otra de tus preciadas camisas—. Rodó los ojos y salió del cuarto

—Me vengaré—. Gritó para que Jos lo escuchara.

—Amor, ¿A dónde vas?—. Las palabras de la señora quedaron en el aire gracias a un azotón de puerta.

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Recuerden que los jalonsos ya cambiaron de cuerpo, por lo tanto, todos los sobre nombres de Alonso se referirán a jos y viceversa.
Espero enserio y no confundirlxs :'v

Perdón por el capítulo tan kk.

Bai. 💖

Capítulo editado.

Cambio De Cuerpos~ Jalonso Villanela ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora