Capítulo 1.

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Me senté en el suelo y gracias a las clases de mi madre sobre cómo atarse los cordones pude ponerme mis zapatillas favoritas. Favoritas porque fueron un regalo de mi apdre antes de desaparecer de mi vida. Sin explicaciones. ¿MI madre? Mi madre ni lloró, siempre con una sonrisa.  ¿Conclusión? Mi padre no la hacía feliz. Pero algo me decía que mi padre fue una gran persona, y eso hacía que valorase todo lo que tenga que ver con él.

-Bien hecho cielo.- Salió de detras de la pared del pasillo.

Alcé la vista para ver a la mejor sonrisa del mundo, la de mi madre.

-Ya me hago mayor.-Acaricié los cordones de las zapatilas. A esa edad conseguir atarme los cordones me hacía sentir muy orgullosa de mi misma. 

-Pronto tendrás un novio. -Dijo mi madre mientras reía. 

-Es verdad mami. Y tendré hijos.-Me levanté y cogí su mano.

Ilusa de mi. ¿Novio? Claro. ¿Hijos? Eso ya era algo más difícil. Menos mal que no podía ver el futuro, mandaría todo a la mierda y me suicidaría. Sí, con esa edad. Cuanto más pronto mejor. 

-¿Cómo les llamarás?-Entrelazó nuestras manos y salimos de la habitación en dirección a la salida de la casa. 

-A mi hijita la llamaré como tú.

-¿Ah sí?-Asentí y ella giro las llaves para poder abrir la puerta. 

-Porque a mi hija la voy a querer como a ti.

-¿Me quieres mucho? 

-Muchisisisisisisiiisimo mami. -dije abrazándola lo más fuerte posible. 

Ella era la persona a la que más quería. Era lo único que tenía. Ella era mi padre y mi madre. Me ha dado todo lo que he necesitado. Me ha ayudado con los estudios. Lo ha dado todo por mi. Sin ella estaría perdida. 

Era joven. Digamos que yo fui un error en su vida, no me esperaba. A los 17 años me tuvo y mi padre fue ahí cuando nos abandonó, bueno, tras dos años. Pero ella se quedó conmigo, ella me quería demasiado como para dejarme sola.

-Oh mi niña -acarició mi espalda y se agacho para besar mi cabeza.- Yo también te quiero amor.

-Vamos al parque mami. - Me separé de ella y tiré de su brazo hacia fuera.

-Tranquila hija, que el parque no se va a ir. -Rió y cerró la puerta. 

-Pero Harry si se irá. -Tenía unas ganas tremendas de verle. Siempre.

-¿Harry?

Asentí. 

Harry era mi mejor amigo en esa época. Me tiraba todas las horas en el parque jugando con él. Mi madre me decía que jugase con chicas pero mi amigo era Harry, y me lo pasaba realmente bien con él. 

-Bien, bien. Te echo una carrera. Quien llegue antes a la farola del paso de cebra gana. 

-¿Si gano me das besitos?

-Todos los que quieras. ¿Y si gano yo me los das tú a mi?

-Sip. Yo me pido contar. -dije saltando con la mano hacia arriba. 

-Esta bien. Tu cuentas. ¿A la de tres?

-Cuatro

-¿Cuatro?

-Mami, es mi número favorito.-Reímos las dos. 

-Esta bien. -Se puso en posición de salida y yo únicamente me puso a su lado de pié. 

-Una...dos...treeeeees...y....¡ pepino ! - A esa edad tenía un gran humor, sí, pepino.

Mi madre salió disparada pero al segundo se dió la vuelta.

Last Day.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora