En Francia se estaba preparando la reunión anual de toda la elite económica. Los hombres más importantes del bello país estaban ahí, desde comerciantes muy ricos, exportadores, usureros hasta el mismísimo rey Adrien Agreste de Francia. Él joven que con tan solo 27 años se había coronado rey hace ya algún tiempo, después de la muerte de su padre, tiempos prósperos era lo que había traído su reinado aunque aún le hacía falta algo y ese algo, era una reina.
-Estamos ya a pocos meses del aniversario de Francia ya ha pasado 3 años desde la muerte de su majestad el difunto rey Gabriel-dijo André Bourgeois uno de los comerciantes más respetados en todo el reino parándose de su silla-Se le ha guardado ya suficiente luto es hora de que Francia tenga una nueva reina alguien que apoye a su majestad no lo cree usted.
-No le permito que se refiera o hable como si mi padre no fuese importante-dijo Adrien levantándose también de su silla del trono-Mi padre hizo mucho por Francia y jamás será olvidado. Adrien también sabía que en algo tenía razón aquel hombre, ya habían pasado 3 años y cada vez había más presión para que se case, era verdad pero su ideal a pesar de los problemas había sido casarse por amor, sentir lo que sus padres habían sentido alguna vez, pero ya era inevitable tendría que casarse en el aniversario puesto a que es lo que todo el reino deseaba de lo contrario corría peligro de que intentaran robar su trono y ese hombre, André Bourgeois estaba entre esos que estarían dispuestos hacerlo. Tenía que escoger ya, a una reina para poder acabar con esas exigencias, aunque eso implicara que no la amara porque, como iba a encontrar a una mujer a la que amara en tan solo unos meses. -Pero usted tiene razón me voy a casar en el aniversario del reino-dijo sorprendiendo a todos.
-Pero si usted, su majestad no tiene ni siquiera una candidata-Alego el señor Bourgeois- Si me permite mi hija ya se encuentra en edad de casar.......
-De eso yo me voy a encargar señor usted no se preocupe-interrumpió Adrien haciendo callar al señor Bourgeois quién estaba molesto-Ahora si ya ultimamos todos los puntos clave para el reino, los invito a todos a cenar-dijo mirando a los demás hombres que se encontraban expectantes ante la pequeña disputa.
Adrien sabía perfectamente a donde iba esta conversación, consciente de que André Bourgeois, quería desde antes de la muerte de su padre que contrajera matrimonio con su hija Cloe Bourgeois que a su parecer no era más que una dama de alta sociedad acostumbrada a los lujos, que no veía más que por sí misma, soberbia y vanidosa era lo que la describía aunque debía admitir que era bella. Así todos los caballeros fueron pasando al gran comedor del castillo donde los esperaba un almuerzo espectacular, a pesar de que todos estaban nerviosos por estar en presencia del rey el ambiente se fue alivianando poco a poco.
Todos comenzaron a conversar de sus posesiones, riquezas, mansiones enormes, caballos, hasta que comenzaron hablar de sus familias donde todos aprovecharon para recalcar las cualidades de sus hijas solo para hacer notar la existencia de dichas jóvenes en edad de casarse. Todos hablaban de sus hijas con cualidades como saber cocinar, bordar, hablar inglés, saber dirigir una casa o que eran muy hermosas nada fuera de lo normal, nada que no sea lo de siempre, nada que llamara la atención del rey. Incluso la conversación ya le estaba resultando aburrida y estresante.
-Mi hija Cloe ya es toda una dama ella está lista, para el matrimonio es inteligente, borda, teje, sabe dar órdenes, eso sin contar que es la joven más bella de toda Francia digna de un rey...-Alardeaba el señor Bourgeois.
-Y qué hay de usted señor Dupaing -interrumpió nuevamente Adrien ya fastidiado de la actitud fastidiosa de Andre.–Usted ha estado muy callado.
Adrien conocía al señor Tom Dupaing, mayor productor y exportador de panes, pasteles y postres de toda Francia había logrado amasar una gran fortuna gracias a esto, también fue uno de los mejores amigos de su padre, un hombre íntegro, generoso y honesto un hombre de honor. Adrien estaba consciente de que el señor Dupaing no tenía hijas para alardear como los demás o eso creía él.
-Pues su majestad yo...-comenzó hablar Tom.
-No tiene sentido hablar con el panadero puesto a que él no tiene hijas y creó de tenerlas no serían tan hermosas como Cloe-Interrumpió el señor Bourgeois.
-Pues déjeme decirle señor Bourgeois que yo si tengo una hija-Todos los presentes voltearon a verlo asombrados. Todos conocían la historia del viudo Dupaing su esposa fue asesinada al intentar robarle y nunca tuvieron hijos o al menos eso era lo que habían creído hasta ahora.
-Se llama Marinette Dupaing tiene 18 años-dijo Tom arto de las insinuaciones del comerciante-es mi única hija.
-Y dígame que problema tiene-dijo André -Problema a que se refiere. -Debe ser una inútil, no debe de ser una dama, debe ser un horror o peor aún debe existir solo en su conciencia-dijo André haciendo paso a los murmullos de los presentes que concordaban con el comerciante. -Que le hace pensar eso André- dijo Tom a punto de perder la paciencia.
-Pues nadie aquí la ha visto o sabia de su existencia dígame que sabe hacer su hija Marinette-dijo en un evidente tono de desprecio y desagrado. Adrien mientras tanto contemplaba expectante la disputa aún no salía de su asombro él siempre pensó que Tom nunca tuvo hijas y al parecer no era el único. Estaba consciente de que en la fecha del fallecimiento de la señora Dupaing, él ya se había ido del país a estudiar hasta que cumplió diecisiete por órdenes de su padre,también recordaba a la dulce esposa de Dupaing, Sabine una buena mujer quien era amiga de su madre Emilie es más recordaba que en los últimos meses de vida de su madre Sabine, estuvo cerca de él apoyándolo, Adrien no se enteró de su lamentable fallecimiento sino hasta cinco años después y lloro como pocas beses, pues para él Sabine era su segunda madre, de ahí su desconcierto de no haber sabido que tenía una hija.
-Mi hija sabe hacer todo lo que sus hijas saben hacer,es toda una dama hace apenas un año regreso de Italia donde estudió en un internado para señoritas, así que no le permito que ponga en duda mi palabra señor-respondió el Dupaing molesto.
-De todas formas no creo que sea tan fabulosa para alardear de ella en cambio mi Cloe es el ejemplo de una dama digna de un re....-las palabras del señor Bourgeois se quedaron en su boca, ya que Adrien lo interrumpió.
-Señor Dupaing dígame su hija es de la señora Sabine-pregunto para acallar lo que Bourgeois iba a decir aunque también le estaba interesando el tema de la hija desconocida de Tom.
-Por supuesto ella era casi un bebé cuando su madre falleció-contestó Dupaing con evidente pesar.
-Lo lamento-menciono Adrien
-De todas formas su hija no importa porque no ha sido presentada a la sociedad-intervino Bourgeois.
-De hecho la presentare en el siguiente baile en palacio, que ofrezca su excelencia-hablo Tom con más calma.
-Sera un honor-respondió Adrien con agrado.
-Qué le parece sí nos la presenta en el baile que ofreceré en Le¨ grant el sábado, su alteza también asistirá, no le parece mejor, entre menos la vean, digo por si no cumple con las expectativas.
Adrien y Tom estaban seguros de que era una jugarreta para alardear de su hija, pero Tom no estaba dispuesto a que hablaran a si de su hija.
-Está bien acepto su invitación-respondió con algo de desconfianza.
Después de la acalorada disputa unio a uno se fue marchando a sus hogares.
-Espero conocer el sábado a su hija, Tom-dijo Adrien con evidente interés y una luminosa sonrisa a uno de sus más leales aliados.
-Pronto-murmuro-Pronto todos la conocerán-concluyó Tom, saliendo del salón con un objetivo en mente.
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PORQUE TE AMO (Miracolous)
FanfictionÉl es el rey de Francia Los reyes nesecitan una reina Pero más alla de todo Él necesita amor del real Ella es una dama Una dama debe casarce Ella necesita superar sus miedos del pasado Lo que necesita es conocer más amor. La historia de un rey y una...