Los cascos de los caballos sonaban contra el frío camino de piedra y tierra mientras que una hermosa mujer de ojos azules llamada Marinette no paraba de juguetear con sus manos en tanto avanzaba por las escaleras que conducían a una enorme puerta de roble perfectamente tallado.
Si no se equivocaba y era obvio que no era así; se estaban dirigiendo a palacio. El palacio del rey.
El clima no había mejorado para nada, seguía peor o igual de mal que en la mañana, con el cielo casi completamente oscuro y los relámpagos que amenazaban con partir el cielo.
¿Y ahora que iba a hacer?
Apenas hace una noche insulto directamente al rey.
¿Por qué lo hizo?
No tenía ni la menor idea. En todos sus años de vida nunca pero nunca se había comportado de aquella manera, aunque bueno ser realistas tampoco era como si hubiese compartido su tiempo con muchas personas. Su hogar desde que tenía memoria había sido el internado en Italía donde solo estaban las monjas y otras niñas que al igual que ella eran dejadas haí hata que cumplieran con los estandares adecuados de una señorita de sociedad.
Cuando llegó a su "casa" le costo adaptarse a vivir en ese lugar al que no sentía un verdadero hogar.
Mientras se perdia en sus pensamientos y caminaba de forma mécanica la enorme puerta se abrio.
Dios mío ... ¿por qué estas cosas le tenían que pasar solo a ella?
Y...¿qué hacían ellos en palacio?
Su padre era poseedor de varios negocios, algunos ligados directamente a la corona pero nada más. Tom Dupain era un hombre discreto y reservado, el no tenía mejores amigos desde lo poco que lo conocía.
¿Y si su padre se enteró de lo que ella hizo y todo esto de ir a palacio era para recibir un castigo?
Tantas preguntas y ninguna respuesta.
-¡Esto es asombroso!
El suspiro de Rose logro sacarla de su ensoñación. La pequeña doncella estaba mirando con ojos ensoñadores todo a su alrededor y no era para menos de verdad todo en aquel recibidor principal era asombroso.
Desde su hermosas estatuas de marmol hasta el gigantesco candelabro de cristal que colgaba del techo, numerosas velas de cera golgando sobre pequeños candelabrosa de oro, armaduras brillantes, alfonbras inmensas que colgaban del techo con el escudo de Francia y su magnifica escalera que al parecer estaba bañada en oro le daba un toque exquisito al lugar.
Estaba claro que ese era el palacio del mismiso rey.
《Al que insulte y llamé entrometido anoche》
Se obligo a recordar.
-Buenos tardes señor Dupain, espero que su viaje a pesar de la tormenta haya sido de lo más placentero- dijo un hombre muy mayor con voz muy cortés y atenta asiendo una reverencia.
- Buenas tardes Frank, gracias ha sido un largo viaje sin ningun inconveniente-le respondio su padre. Al parecer ya se conocian- te presento a mi hija la señorita Marinette Dupain.
-Es un placer conocerla al fin señorita Dupain-el hombre que ahora la azabache sabia se llamaba Frank volvio a hacer una reverencia- Señor Dupain permitame decirle que su hija es de las mujeres más bellas que mis ojos hayan visto, se parece mucho a su madre lady Dupain.
La sola mención de su madre gizo que le escociera el corazón a Marinette.
Cuanto le hubiera gustado conocerla o mejor dicho tener recuerdos de ella.
- Gracias Frank ¿Dónde se encuentra su alteza?-con el mismo sentimiento de Marinette, Tom cambio rápidamente el tema por el cual estaba allí.
-Lo siento señor Dupain pero va a tener que esperar. Su majestad salió esta mañana por un asunto urgente y aún no le ha sido posible regresar pero dejo ordenes explicitas de que sean atendidos y se sientan en vuestra casa.
Sus habitaciones ya estan preparadas.
¿Su padre se reuniría con el rey?
Ahora si ya estabá muerta.
YOU ARE READING
PORQUE TE AMO (Miracolous)
FanfictionÉl es el rey de Francia Los reyes nesecitan una reina Pero más alla de todo Él necesita amor del real Ella es una dama Una dama debe casarce Ella necesita superar sus miedos del pasado Lo que necesita es conocer más amor. La historia de un rey y una...