El Maestro Del Vacío

El Imperio Elfo

Han pasado ya doce años desde la gran batalla de Hailvalley... Todo parece normal en Kalendain.

En un campo de entrenamiento de CoralBay se encuentra Colin el guardián de acero entrenando con dos niños.

— Trabajen en equipo chicos. * Colin golpea la espada de uno de los niños y se la quita de las manos* Asriel debes sostener la espada fuertemente.
— Lo lamento padre, no volverá a pasar.
— No pasa nada... Tu madre te ha dado un don especial, úsalo.
— De acuerdo.

El pequeño Asriel intenta darle forma a su energía y solo logra invocar chispas en la punta de los dedos.

— Ya es suficiente, vuelve con tu madre debo de hablar con Orux.
— Nos vemos luego padre.

Orux espera que su padre adoptivo llegue a él, así que se pone derecho.

— Lo hiciste muy bien, pero no estás trabajando en equipo hijo.
— Lo lamento, es que me dejo llevar.
— Si te dejas cegar por el momento, estás poniendo en riesgo todo hijo. *Colin acaricia el pelo de Orux* vamos a casa.

Orux guarda su espada y camina al lado de su padre.

Colin llega junto a su hijo a la casa.

— Hola amor, ¿Qué tal tu día? * Arsyn pregunta mientras sirve la cena.
— Cada día manejan la espada mejor, así que es algo muy bueno.

La familia comienza a comer, todos están en la mesa.
Arsyn toca la mano de Colin para que le dé la noticia a Asriel.

— Asriel, tu madre ya ha decidido transferir sus poderes hacia ti para que seas el nuevo portador de la tormenta, ella te ha dado solo un poco así que ahora serás el nuevo guardián.
— ¿Enserio? ¡Qué alegría! * El niño empieza a celebrar con su hermano.
— Y en cuanto a Orux ... Cuando trabajes en equipo, entonces yo te daré el poder del acero.
— Si papá...

Arsyn agarra las manos de Asriel y comienza a transferir sus poderes hacia él, la energía fluye en la habitación.

Asriel comienza a canalizar su energía con mayor intensidad que antes.

— Lo logré, madre lo logré, pero, ¿tú ahora tienes el poder o no?
— No, ahora soy una persona normal... Ahora tú eres el defensor de CoralBay.
—Hijo, solo quiero decir que ahora tienes una gran responsabilidad.

— Descuida padre no los decepcionaré.

Cada cual se fue para su habitación, Colin ve a Orux sentado un mesa en su cuarto escribiendo algo.
Abre la puerta y se acerca a Orux.

— Realmente lo intento padre.
— No he dicho nada aún Orux, yo solo vengo a decir que estás muy cerca de conseguirlo, solo esfuérzate un poco más.

Por la ventana se ve una luz, al par de segundos se escucha una explosión, seguido por la alarma.

— ¡Arsyn!, llévate a los niños debo ir al puerto, nos atacan.
— ¡Papá, espera!

Colin se pone su armadura y sale rápidamente de la casa.

Colin corre hacia el puerto mientras que bolas de fuego pasan por el cielo antes de destruir un edificio, la noche se iluminaba.