Capítulo 18: II

268 27 2
                                    

-Pasa querida, no soy mala, tranquila- la muchacha, si es que podría llamarla así, me veía desde su sillón negro con mirada atenta y una sonrisa "tranquilizadora". Esa sonrisa en lugar de tranquilizarme me ponía más nerviosa. 

Entré a pasos lentos, observando los títulos profesionales en la pared que estaba a su espalda, una planta en la esquina, paredes celestes, un cuadro abstracto y dos sillones: uno para tres personas y otro para dos, ambos de color blanco. También había un pequeño sillón como el de ella en medio de los otros dos más grandes. 

-Tomen asiento por favor- NamJoon cerró la puerta tras él y nos sentamos en el sillón para dos. 

 -Gracias por recibirnos hoy- siguió Nam. 

-No te preocupes NamJoon, mi sobrino ya me puso al tanto de su situación- dirigió su mirada a la libreta que tiene en sus manos, hojeó un momento sus apuntes y continuó-. Tu ficha dice que tienes 16 años Tn, ¿cierto?

Me está mirando.

NamJoon me mira. 

Asiento levemente y anota en su libreta. 

-¿Cuándo cumples los 17?-  me miró de nuevo, al igual que NamJoon, lo miré a él buscando su ayuda, no podía hablar, no quería.

-En cuatro meses- entendió mis súplicas.

No respondió, solo nos miró con desaprobación y anotó en su libreta, movía mucho su lápiz como solo para escribir "4 meses ".

 -¿Sabes por qué estás aquí?- la miré, miré a NamJoon. Ésta vez, diciéndome con la mirada "dile tú, responde". 

No quería hablar, solo asentí. No le pareció suficiente así me pidió que se lo dijera, mi mirada pasaba de Nam a la doctora buscando ayuda en alguna parte pero nada, la desesperación comenzó a crecer en mí, mis ojos pican y pequeños jadeos e hipos salían de mi boca. Lágrimas comenzaron a deslizarse con velocidad por mis mejillas, bajé la cabeza y traté de llorar en el mayor silencio posible, me abracé a mí misma haciendo mis manos puños ya en las mangas de mi suéter, apretando la suave tela con fuerza.

-NamJoon, ¿podrías esperar afuera un momento?- fue cuando alcé la vista para ver a la tranquila doctora, miré a Oppa y le supliqué con la mirada que no me dejara, pero mis súplicas no fueron suficientes porque se levantó dispuesto a irse.

-¡Oppa!- lo tomé del codo y me levanté, no quiero que se vaya, no quiero que me abandone.

-Estaré justo junto a la puerta, te estaré esperando- acarició mi cabello para finalizar acunando mi rostro en sus grandes manos, se dio la vuelta y salió cerrando la puerta tras él.

Volví a sentarme lentamente, sintiéndome desnuda ante la fría mirada de la doctora Kang, como si con solo mirarme pudiera saber todo de mí: mis pensamientos, mi pasado y mi futuro.

-¿Sabes por qué estás aquí?- volví asentir- ¿Por qué?

-Quería ayuda-

-Ayuda, ¿para qué?

-No lo sé...- y es enserio, no sé porqué quiero ayuda, solo siento que me ahogo en un inmenso mar sin barcos o tierra a la vista.

-Yo puedo ayudarte, pero no podré hacer mucho si no cooperas, lo sabes ¿cierto?- volví asentir-. Bien, entonces acércate querida, vamos hacer una actividad.

La miré desconfiada, me levanté y caminé a pasos lentos hasta frente su escritorio, ella se levantó y acercó a mí una silla giratoria como la de ella. 

-Quiero que hagas dos dibujos, uno en cada hoja- dijo alzando dos hojas blancas de papel- en una quiero que dibujes a tu familia hace 5 años y en la otra a tu familia ahora- puso en mi disposición colores, lápices e incluso crayones y marcadores.

Primos TN&NamJoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora