Epílogo

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Después de la lectura del testamento frente a mis tíos llegó el comienzo de mi encierro en el centro médico Ansan, NamJoon iba a visitarme todos los días de visita lo que hacía mi estadía ahí más tolerable. No había televisión, radio, no nos permitían escuchar música ni leer el periódico; gran parte del tiempo nos dejaban convivir a todos juntos en el salón principal aunque prefería pasarlo sola en mi habitación, tratando de hacer letras con lo que me queda de consciencia y mente propia.

Estoy obligada a consumir medicamentos cada vez más fuertes para mis problemas de depresión, al principio sólo fingía tomarlas y las tiraba en los botes de basura, plantas o el retrete, pero encontraron una de mis pastillas en las plantas del área en la que estoy y soy la única que consume de esas así que ahora me las meten a la boca a la fuerza y no me sueltan hasta haberlas tragado. Pero eso no es lo peor, lo peor es cuando en las noches los enfermeros del piso entran a mi habitación... Intenté pedirle ayuda a NamJoon cuando vino al día siguiente después de la segunda noche en la que pasó, se puso como loco y ahora no lo dejan entrar a visitarme, hizo tal lío que ahora me encerraron, ya no tengo permitido salir de mi habitación, me traen los medicamentos y no salgo más que para el baño siendo vigilada.

Los medicamentos son cada vez más fuertes, me hacen sentir cada vez más débil y sumisa ante los enfermeros que ahora vienen con más frecuencia, no solo por las noches... Necesito que alguien me ayude.

Pasaron dos años, dos años de ser violada, ser maltratada y ultrajada para por fin ser libre... Es hora de conseguir mi venganza.

Primos TN&NamJoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora