Capítulo 10:

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-¡TÚ NO ERES MI PADRE!- se veía dolida al decir esto último, terminó y salió volando del estudio.

Quería ir tras ella pero Jin me dijo que mejor dejara que se calmara, ya que podía ponerse peor y así lo hice, tenía razón.

-Creo que ya es hora de que me vaya- el amigo de Tn, ¿cómo se llamaba? ¿HoSop? Se levantó recogiendo unas pocas de sus cosas- díganle a Tn que no se preocupe por entregarme los apuntes, vendré mañana a recogerlos. Adiós- y salió igual de rápido que Tn, sólo que él chocó con una de las puertas dobles del estudio. Hasta a mí me dolió pero se vio gracioso.

Pocos segundos después se escuchó la puerta principal cerrarse. Siento mucha tristeza por Tn, en pocos días su vida ha cambiado drásticamente sin poder hacer nada para impedirlo, no sé cómo ayudarla pero sé que no debo dejarla sola.

-¿Qué haré con ella?- la frustración y estrés está pudiendo conmigo, no sé qué más hacer.

-Tranquilízate Nam, si quieres yo voy hablar con ella… espera, ¿estás llorando?- se me aguaron los ojos, que sea hombre no significa que no pueda llorar, déjenme en paz.

-Es tan pequeña y ha pasado tantos cambios en su vida en tan poco tiempo, Jin. Soy lo único que le queda y debo ayudarla pero no sé cómo- tapé mi rostro con ambas manos y apoyé la cabeza en la mesa, Jin posó su mano en mi espalda dando círculos reconfortantes en la misma.

-Eres listo, encontrarás la forma. No la conozco como tú pero podría intentar hablar con ella- se levantó de mi lado, no evité que fuera.

Esperé a tranquilizarme un poco y luego fui a la habitación de Tn, en el pasillo camino allá vi que la puerta estaba abierta, de dentro salían pequeñas risillas y la voz dulce de Jin. Me asomé procurando que no me vieran, Tn estaba de piernas cruzadas en la cama con la cabeza gacha y el rostro empapado de sus lágrimas; Jin estaba frente a ella, demasiado cerca para mi gusto, con una de sus manos en su rodilla y la otra secando las nuevas lágrimas que rodaban por las mejillas de Tn, una pequeña sonrisa en los labios de ambos. A veces le digo a Jin de broma que sería una excelente madre, se tomó el papel muy en serio y odio decirlo, pero se lo agradezco.

-Vamos hablarle a tu primo, ¿de acuerdo?- Tn miró hacia la puerta, llegando a verme directo a los ojos. Nunca creí ver unos ojos tan rojos por las lágrimas, y jamás creí que a pesar de eso siguen tan hermosos como siempre.

-Creo que no hace falta- sonrió, su voz estaba calmada. Jin miró hacia donde ella y me incitó a entrar tras un gesto con su cabeza.

-Lamento lo de hace rato, pequeña- me quedé parado frente a ella, sin despegar la vista de la suya. Tenía miedo a su reacción después de que dije aquello pero sólo ensanchó su sonrisa un poco, me tranquilizó.

-No te preocupes, sé que no decías eso a mal- agachó nuevamente la cabeza, no dijo nada más así que me puse en cuclillas buscando su mirada, cuando la encontré le sonreí y ella correspondió aquello.



La noche llegó. Después de aquella pequeña reconciliación todo continuó como si nada hubiera pasado, volvimos al estudio para continuar. No estoy seguro si Tn deba volver a la escuela mañana y obviamente no puedo dejarla sola, debo pensar bien qué es lo que haremos a continuación. Claro que debo preguntarle a Tn lo que quiere, escuchar lo que piensa, no todo se hará a su manera pero puedo hacer lo posible por mantenerla feliz y a salvo.

Jin y yo terminamos hace tiempo así que nos fuimos a la estancia de la casa de Tn a ver televisión, Jin insistió en ver caricaturas. No dejaba de reír como foca epiléptica, lo único que me daba risa era su risa limpia vidrios.

-Tn no ha hecho ruido en un muy buen rato- me levanté del sillón y miré la hora en mi celular, 10:42 pm, Jin y yo salimos de ahí hace alrededor de dos horas y ella suele preguntarme por ayuda cada 10 minutos. No ha hecho ruido en más de una hora así que una de dos: la tarea es muy fácil o ya se escapó- iré a ver cómo está.

-Claro- respondió sin apartar la mirada del televisor y haciendo un movimiento con la mano indicando que fuera.

Cuando entré no me esperaba ver esto.

Tn durmiendo con la cara apoyada en su puño y el lápiz en su mano. Se ve tan adorable, sus labios formaban un pequeño puchero y su flequillo estaba sobre toda su frente.

Me acerqué a ella con cuidado de no hacer ruido, quité su lápiz y pensé muy bien cómo cargarla desde esta posición. Una vez que ya lo tenía la cargué en mis brazos con cuidado, subí las escaleras y traté aguantar la risa tras escuchar la de Jin. La dejé en su cama y la tapé hasta el cuello tras quitarle las pequeñas pantuflas de gato negro que le compré hace tiempo, se ven tan cuidadas y bonitas a cuando se las di, se nota que las cuida.

Me incliné a la altura de su cabeza para dejar un pequeño beso en su frente, un beso de buenas noches.
Ya iba a retirarme cuando sentí a Tn tomar mi mano.

-No te vayas, quédate conmigo- terminó de hablar y soltó el agarre, no respondió ni se movió cuando retiré la mano. Su mano, su antebrazo aún tenía la venda que le pusieron en el hospital, el doctor dijo que quedaría una marca bastante grande y notoria, deberá usar sudaderas y suéteres si no quiere que se note. Si la hubiera seguido ese día tal vez no hubiera pasado esto. No, estoy seguro que no hubiera pasado esto.

Solté un suspiro bastante pesado, lleno de frustración e impotencia, me quedé mirándola dormir, tan tranquila. ¿Qué sería de mí sin esta niña? Si algo peor le hubiera pasado, hubiera muerto con ella.

Me asusté al sentir la mano de Jin sobre mi hombro, ni siquiera me di cuenta de cuando entró. Me indicó con la cabeza que saliera de ahí con él, así lo hice. Cerré la puerta tras nosotros lentamente, viéndola desde ahí. Ahí permanecí por varios segundos, con la cabeza gacha y mirando el picaporte.

-Ya me iré Nam, cualquier cosa me llamas ¿de acuerdo? Lo que sea, vendré- me acercó a sus brazos y me abrazó, respondí al abrazo y escondí mi rostro en el hueco de su cuello. Tragué las pocas lágrimas que querían salir y asentí con la cabeza aferrándome más a él, en sus brazos me sentía tranquilo, como si estuviera en casa.

Después de un largo rato lo solté y lo acompañé afuera, me extrañó un poco que pareciera nervioso e incluso tímido cuando se despidió y salió de la casa. Raro. Jin es un chico muy extrovertido y carismático, le es muy fácil hacer amigos y es de los más populares en la universidad, muchas chicas intentan salir con él pero no parece que le guste ninguna.

Fui a la cocina por un vaso con agua y regresé al segundo piso, debatí mentalmente si dormir con Tn o en la habitación de sus padres que estaba al lado contrario del pasillo. Fueron varios los minutos que tomé para esa decisión.

Entré a la habitación con cuidado de no hacer ruido y me quité las pantuflas. Me cambié la ropa por pijama en el cuarto de baño antes de entrar a la habitación, llegué a la cama y alcé el edredón, me acosté a su lado cuidando de no despertarla. Dejé mi cabeza a merced de mi brazo para mirarla, era hermosa. Ni cuenta me di de cuando me quedé dormido.



Desperté gracias a los tenues rayos de luz que se colaban por la ventana, aún así, tarde varios minutos más en abrir los ojos. Ella seguía dormida, con los labios ligeramente abiertos, el flequillo cubriendo más de la mitad de su rostro y su nariz sobresaliendo de él. Retiré su cabello lentamente, sus largas pestañas adornaban las pequeñas ojeras bajo sus ojos, su piel ha perdido algo de color y aún así se ve hermosa.

Observé cada centímetro de su rostro, admirándolo con detenimiento. Un calor nació en mi pecho e inconscientemente sonreí, acaricié suavemente su mejilla con mi pulgar.

Esto está mal… pero se siente tan bien, tan dulce. Somos familia y ella aún es menor de edad, y por más que trato de convencerme de que no es lo que creo, cada vez me convenzo más de que en realidad es un sí.

Estoy enamorado de Tn.

Por más que traté luchar contra esto, no pude, tenía que admitirlo de una vez, no podía seguir negando algo que era obvio. No sé desde cuando siento esto por ella, me vino de sorpresa, pero, no niego que me agrada ese sentimiento.

Finalmente me levanté y bajé a la cocina, para ver si encontraba a May, quien era la cocinera de la casa de Tn, pero no encontré a nadie. De hecho, ahora que lo pienso, no veo a ninguna de sus sirvientas desde que llegamos del hospital. Extraño.

En fin, como ahora no tenía de otra busqué en las alacenas, gavetas y refrigerador qué encontraba para hacer de desayuno pero casi todo estaba vacío. En el refrigerador sólo encontré un par de huevos, medio litro de leche caducada y el típico limón seco en la puerta, varias latas de cerveza, botellas de soju y pan rancio. Esto es el colmo.

Tiré todo lo echado a perder en una bolsa de basura y lo saqué, lo único que quedó en el refrigerador fue el alcohol. En fin, saldremos a almorzar.

10:28 am, supongo que ya es una hora razonable despertarla, espero salir vivo de ésta. Subí nuevamente las escaleras y al entrar a su habitación, tuve que salir disparado. Tn ya estaba despierta y cambiándose de ropa, la vi sin blusa.

Estaba de espaldas a mi así que no hay mucho problema, aún así tuve que encerrarme en el baño del segundo piso para “calmarme” un poco.

Esto es mucho peor que gustar de ella.

Lavé mi cara y fui al cuarto que era de mis tíos a cambiarme de ropa, me puse pantalón de mezclilla oscuro, playera roja y una sudadera oscura encima. Una vez listo salí a buscar a Tn para ir a comer.

-Vámonos- volví a entrar a su habitación después de revisar que no fuera a ver nada indecente, tomé las llaves de mi auto que había dejado en su mesa de noche.

-¿A dónde?- dijo aparentando asco.

-A comer, no hay nada en tu casa, sólo alcohol- salí de la habitación sin esperarla y bajé las escaleras, abrí la puerta y de inmediato se escucharon los pasos de Tn en la escalera.

-¡Espérame!- me detuve ya afuera con la perilla en la mano y salió disparada hacia el auto con sus tenis en la mano. Negué por eso último y cerré con llave la puerta.

Ella me esperaba en la puerta de copiloto poniéndose a saltos los zapatos, abrí la puerta y prácticamente saltó dentro poniéndose el otro. Dejé que ella cerrara la puerta y fui a mi lado del auto, subí, arranqué el coche y manejé al parque que tanto le gusta a Tn; traía sus tenis deportivos, un short negro y rosa demasiado pegado para mi gusto, una blusa de tirantes (que no deja nada a la imaginación) y una sudadera encima desabrochada. Su atuendo me demostraba que quería ir a caminar para abrir el apetito.

Manejé hasta su lugar favorito de la ciudad: el monte Namsan, le encanta los lugares llenos de árboles y naturaleza, fuera de la agobiante rutina diaria de la ciudad. El brillo que comenzó a nacer en su rostro al acercarnos al lugar me hizo sonreír, últimamente no había podido verla sonreír de verdad, verla ser quien es, o quien era.

Bajamos del auto después de estacionarlo junto a la acera, corrió a uno de los tantos árboles y se sentó bajo su sombra. Caminé tranquilamente hasta llegar junto a ella y sentarme a su lado, el árbol era muy bonito, alto y frondoso, se podía ver el pequeño nido de pájaros en una de las ramas.

Comenzamos a platicar sobre lo que había estado pasando en estos días y en eso me comentó que la noche del sábado que desapareció durmió aquí en el parque, literalmente sobre nosotros. Me enojé y la regañé por eso, se disculpó y continuamos como si nada.

-Amo éste lugar- volteé a verla y su sonrisa amplia de ojos cerrados hizo dar vueltas a mi corazón.

-Lo sé, conozco cada detalle de ti- toqué con mi dedo índice la punta de su nariz acompañándola sonriendo.

-Lo sé, eres el único que conoce mi verdadero yo- su sonrisa disminuyó dejando una pequeña, mostrando su dificultad en abrir su pequeño corazón.

Y es que ella es así, le incomoda decir lo que piensa y siente respecto a lo que denomina personal. Muchas personas se han aprovechado de ella de una u otra forma, he sido yo quien ha tenido que verla llorar, quien ha tenido que consolarla y no es un reproche, me encanta poder ayudarla y parece tan frágil y vulnerable, eso la hace más adorable para mí.

-Y sólo tú conoces lo mejor de mí- a diferencia de ella no tuve problemas para mirarla a la cara mientras lo dije.

Primos TN&NamJoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora