Imágenes y otras cosas para Piscis

187 Saturno

Saturno en la carta natal:

Saturno, al igual que Júpiter, está considerado un "planeta social". Está relacionado con la fuerza de voluntad, la responsabilidad, la concentración y la constancia. Simboliza el sentido del deber de la persona y su actitud frente a las normas establecidas por la sociedad. Prevalece lo material sobre lo espiritual.

Saturno se asocia también a la maduración, al perfeccionamiento, a la superación y a la autocrítica.

Saturno tarda alrededor de dos años y medio en recorrer cada signo del zodiaco.

El signo en el que se encuentra Saturno en la carta natal indica las cualidades que a la persona le cuesta más expresar y desarrollar.

La casa en la que se encuentra Saturno en la carta natal revela las áreas de la vida donde encontramos dificultades para desarrollarnos y también donde tendremos más responsabilidades.

Los planetas que forman aspectos con Saturno en la carta natal afectan a la expresión de la individualidad. Podemos sentir cierto temor o bloqueo al expresar aquello que el planeta representa.

—Saturno en Aries

Nos hallamos ante una posición en extremo difícil, no sólo por la fama de maléfico que acompaña a Saturno, sino también porque aquí se encuentra en caída, de forma que signo y planeta tiendena bloquearse mutuamente al tratarse de energías por completo opuestas y contradictorias. En muchos casos, estas personas tendrán falta de confianza en sí mismas y dificultad para afirmarse en la vida, pero a menudo tratarán de disimularlo de cara al exterior mediante una actitud muy agresiva, dura, implacable o avasalladora, que en el fondo esconde profundos temores e inseguridades. Los individuos más inferiores mostrarán un egoísmo brutal o un carácter dominado por rasgos primitivos, que en el peor de los casos puede manifestarse en forma de personalidad destructiva o autodestructiva. Por sus características, puede ser una posición especialmente dura o difícil para las relaciones íntimas y el matrimonio, dado que son poco sociables. Mediante dolorosas circunstancias, se irán viendo obligados a armonizar el valor, la agresividad y la iniciativa con la paciencia y el autocontrol, y deberán aprender a poner límites a su fuerza bruta o a su energía incontrolada, porque de lo contrario será la vida quien se los pondrá. A causa de sus temores o inseguridad interna tienen tendencia a ser suspicaces, recelosos o incluso paranoicos. Por otra parte, aunque su naturaleza es en extremo agresiva, independiente o dominante, en ocasiones, deberán sufrir que otras ejerzan autoridad sobre ellos. Corren peligro de traumatismos o enfermedades en la cabeza y en sus órganos, así como también en los riñones.

—Saturno en Tauro

Saturno potencia el lado más realista, terrenal y materialista en el signo de Tauro, así como el más tradicionalista y conservador. Suele producir una personalidad muy egocéntrica y o reconcentrada y, debido a secretos temores e inseguridades, con una marcada tendencia a la posesión y la avaricia, tanto en el ámbito del dinero y los bienes materiales, como en el de las relaciones humanas, donde también va unida a terribles celos. El carácter de estos nativos es muy reservado o cauteloso, pero en su lado más positivo, estas personas son profundamente trabajadoras, así como persistentes y perseverantes en sus objetivos. Mediante un esfuerzo regular, lento y continuado van alcanzando poco a poco sus metas. Son de naturaleza metódica y estable, muy austeros y con una gran capacidad de aguante y resistencia para soportar las pruebas que se le presenten, o para defender lo conseguido. Esta posición también potencia el lado más obstinado o testarudo del signo, las ideas fijas, la rigidez o la estrechez mental. Asimismo, incrementa la lentitud y la tendencia a reflexionar y "rumiar" las cosas. A estas personas les angustia por encima de todo la seguridad económica y material, por lo que tienen grandes ambiciones en ese ámbito. Son muy conservadores y desconfían de lo nuevo. Si Saturno está afligido, estos nativos corren peligro de arruinarse o de sufrir estrecheces económicas, así como afrontar severas pruebas relacionadas con el dinero o las posesiones. También pueden ser radicalmente materialistas y egocéntricos.