capitulo 15: ¿Qué he hecho?

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Supe que Rose no estaba jugando pues los siguientes días llegaba a castigar a la peli (CDC) hasta tres veces por día y cada vez de una forma más brutal. Me sentía terriblemente mal cada vez que la veia sufrir así y preguntándose el porqué ya que a veces ni siquiera le daban una excusa, su madre simplemente la tomaba del brazo o los cabellos y se la llevaba para aplicarle una nueva tortura, es como si cada vez q tenían una nueva idea para hacerla sufrir inmediatamente se la aplicaban, no podían esperarse a que cometiera algún "error". Y por si eso fuera poco, después de molerla a golpes y regaños, Rose me miraba con desdén, con una sonrisa triunfante en sus labios para después hacerme algún gesto que me recordara su indecorosa proposición.
Esa tarde, llevé en mis brazos a (Tn) hasta la enfermería pues en el último castigo, Henry le había roto un brazo y lesionado la rodilla con una pieza de metal cilíndrica. Deposité a la joven en la camilla y mientras esperábamos a la señora Bulma, aproveché para regalarle un beso a la joven humana.
-¿Te duele mucho, mi amor?- Pregunté cerca de su oído.
-N-no... No mucho... Mi brazo se está adormeciendo... Pero no te preocupes, estaré bien.- Me sonrió gentilmente.
Al paso de unos minutos Bulma y su padre entraron a la habitación y me pidieron de favor que saliera mientras se ocupaban de las lesiones de la joven. Acaté su petición y salí de la habitación pero al pasar cerca de una especie de armario, la puerta de este se abrió y una mano delgada tiró de mi camisa para obligarme a entrar a la pequeña habitación llena de objetos de limpieza.
-¿Y bien?- Dijo una femenina voz proveniente de las sombras- ¿Qué has pensado, cariño? ¿Aceptarás ya estar conmigo?
-Rose- Dije entre dientes y con gran ira.
-Oh, vamos ¿Por qué esa cara?... No te gustó que jugara un poco con esa niñata estúpida.
-Cállate...-Retroceí un paso- Tú y tu esposo me dan asco como no tienes idea.
-Te doy asco porque no sabes lo que hay debajo de esta ropa, cariño- La mujer intentó tocar mi pecho pero le detuve ambos brazos alejándolos de mí- Vamos muchacho... Solo una noche y te mostraré todas las maravillas que sé hacer en la cama.
-¡Dije que no!- La empujé- ¡Jamás me acostaría contigo!
-¿Ni para salvar a esa niña?
Me quedé en silencio un momento pensando con la mirada dirigida al piso mientras las imágenes de todas esas torturas que (Tn) sufría pasaban frente a mis ojos, me dolía en el alma verla así sabiendo que tal vez yo podría evitarlo, que podría detener su sufrimiento.
-Aaahhh verdad... Solo tienes que entregarte a mí Tapion... Y prometo dejarla en paz.
-...Admito que me gustaría que dejaran de joder la todos los días... Pero no puedo... Aunque quiera ayudarla no puedo.
-Claro que puedes, si quieres no se lo diré... Será nuestro secretito.
-¡No tú no entiendes!... En mi planeta los hombres solo podemos entregarnos a una mujer, a una sola... No voy a desperdiciar mi vida contigo.
-Que ridículo, no me digas que te estás guardando para esa maldita mocosa.
-Eso no es asunto tuyo... Ahora... Más te vale que dejes de molestarme... Entiende... Lo único que siento hacia tí... Es odio, desprecio, asco... Y nadamás- Abrí la puerta y salí del armario.
-Te lo advierto niño, si los veo juntos... Si te veo entregándole a ella... Te juro que no tendré piedad... No me importa si en el proceso se muere.
Esa última frase me hizo detenerme en seco y pensar en ello, la sola idea de ver a (TN) muerta me orrorizaba, En Konatzu había visto morir a mucha gente delas formas más horribles, crueles y despiadadas, entre ellos mi familia, ese dolor tan insoportable que sentí cuando niño ví morir a mi madre... Ese dolor tan áspero e insoportable... Era como si todo regresara a mí corazón cada vez que veo como torturan a (TN).
Aún así continué con mi camino y regresé a mi habitación para tumbarme en la cama del lado que la joven solía ocupar pues me encantaba el dulce aroma de su cuerpo impregnado en las sábanas.
[…]
Por la tarde, la joven ya estaba mucho mejor, tanto, que esa dulce sonrisa juguetona ya había regresado a sus labios. Entró sigilosamente tratando de no hacer ruido, mi pequeña tontita olvida que puedo percibir su Ki y su dulce aroma pero la dejé continuar, llegó a mí y me tomó de los hombros para subir de un salto a mi espalda.
-¡Boo!- Exclamó tras una risita- Te atrapé grandulon.
-O yo te atrapé a ti -Caminé de espaldas hasta llegar a la cama e hice que ambos nos tumbaramos sobre ella- ¿Como te sientes?
-Mucho mejor- La joven me regaló un tierno beso- No sé cómo pero unos minutos en esa máquina extraña llena de agua curó totalmente mi cuerpo... Me sorprende, no tenemos tecnología así en mi mundo.
-En el mío tampoco... Pero... Nos hubiera sido de gran ayuda.
-¿Estas bien?- La joven me tomó de los hombros acariciandolos.
-Sí... Tranquila- Me di la vuelta para abrazarla y acurrucatele en mi pecho- Siempre que tú estés bien... Yo lo estaré.
[...]
Pov. (Tn)
Sé que todo marchará bien si él está conmigo, en sus brazos me siento segura, protegida, siento que nada ni nadie puede herirme, sin lugar a dudas amo esta sensación, amo estar junto a él. No importa cuantos golpes reciba o porque los reciba, tengo el valor para sonreír de nuevo porque sé que ahora hay alguien en el mundo que me ama.
Ya por la tarde pude salir al jardín tracero y me encontré con los tres niños; Goten, Trunks y Minoshia jugando con un perrito, en cuanto el pequeño pelirosa logró quitarse al perrito de encima corrió hacia mí para abrazarse a mis piernas.
-¡(Tn)!- Gritó muy alegre y talló su cabecita en mis muslos- ¿Ya te sientes mejor?
-Sí, pequeño- Revolví un poco su cabello y me arrodillé a su altura para poder abrazarlo- No te preocupes por mí, no va a pasarme nada.
El pequeño Konatzian acarició el brazo que horas atrás estaba roto y al ver que ya no me dolía sonrió y me llevó de una mano hasta los columpios para que lo empujara. El resto del día fueron risas y juegos infantiles junto a los tres pequeños niños, todos son adorables pero un poco extraños, sobre todo Goten y Trunks con eso de transformarse en súper sayajin, sus cabellos se levantan tornándose rubios y sus cuerpos son cubiertos por un aura dorada, debo admitirlo, me encantaría poder hacer eso.
Al caer el atardecer, los cuatro nos tomamos un momento para recostarnos en el pasto después de casi morir de risa en una batalla de cosquillas, Goten y Trunks entraron corriendo al edificio de la corporación pero Minoshia me pidió quedarme con él unos minutos más, no sabía en ese momento que le pasaba, sus mejillas de un momento a otro se habían coloreado de un adorable sonrojo y no paraba de mirar el piso jugueteando con sus pulgares. Finalmente decidí romper el silencio y comencé a hacerle cosquillas en la pancita.
-Habla, nene ¡Di algo! Eres más serio que tu hermano.
-Ajajajajaja no, (Tn) sueltame ajajaja ya, yal.
-Te suelto si me dices que te pasa.
-jajaja Está bien, está bien te digo jajajaja. –Terminé de atormentarlo y lo senté en mi regazo para dejarlo hablar- E-es qué yo… quiero pedirte algo.
-Sí, dime.
-Yo quería saber si tú… Si quieres ser mi Onee san- Sus mejillas se pusieron aún más rojas y serró los ojos con fuerza al hacerme esa petición.
-Oooow, pequeño- Lo abracé- ¿Por qué no lo dijiste antes?
-¿Eso es un sí?
-Por supuesto, Minoshia, a partir de ahora soy tú onee san.
El pequeño pelirosa reaccionó muy feliz y de inmediato se abrazó a mi cuello susurrando un tierno ¨Gracias¨, en ese momento recordé lo que Tapión me había dicho; Sus padres murieron mucho antes de que Minoshía tuviera la capacidad de recordar, no me ha dicho como fue que dejaron este mundo pero para que Tapión no quiera que su hermano menor lo recuerde solo puedo pensar que fue algo realmente desagradable para él, y el pobre pelirojo si debe cargar con esos recuerdos en su memoria, el solo pensar en eso me hizo sentir como si alguien estrujara mi corazón.
Pov. Tapión.
Ya era más de media noche cuando por fin me decidí a salir del cuarto gravedad, solo entrenando podía relajar un poco mis nervios, desde hace varios días no he dormido bien y el estrés no me deja en paz. Esta vez ni siquiera sentí pasar las horas, simplemente vi lo destrozadas que habían quedado mis ropas y lo sudoroso de mi cuerpo y al girarme a ver el reloj no lo podía creer; media noche, llevaba más de 8 hrs ahí dentro descargando mi ira y mi frustración con las máquinas de entrenamiento y la gravedad aumentada a más de 200 veces.
Decidí detenerme, apagué todo el equipo y fui a mi habitación para darme un baño, mientras el agua corría pos mi cuerpo noté todo el esfuerzo que había hecho, mis músculos estaban más que tensos y mi respiración aún era algo inestable. Una vez que terminé, salí de la ducha ya un poco más calmado y me vestí para ir a la cama pero de inmediato mi preocupación regresó al no ver a (Tn) ahí, más de media noche, ya debería estar aquí, mi pulso se aceleraba con forme ideas horribles de lo que le pudo haber ocurrido pasaban por mi mente. Salí a toda prisa de la habitación y la busqué por todo el edificio con ayuda de la señora Bulma.
-Tranquilo, relájate, debe estar por ahí en alguna parte. –Dijo la peliceleste para calmarme.
-Es ya casi la una de la madrugada ¿A dónde cree que iría a esta hora?... ¿Y si le hicieron algo? Algo de verdad grave… Y yo como imbécil metido en esa habitación todo el maldito día.
-No tienes de que preocuparte, sus padres estuvieron todo el día en mi laboratorio trabajando, solo salieron a comer, si le hubieran hecho algo ten por seguro que serias el primero en enterarse.
De algún modo eso no calmaba mis nervios y continuamos buscando por un buen rato hasta que salí al balcón y vi una figura femenina inconfundible descansando en el césped del jardín trasero, bajé de un salto y corrí hacia ella para tomarla en mis brazos.
-¿(Tn)?... ¿(Tn) qué tienes? Despierta por favor. –La joven peli (Cdc) emitió un pequeño quejido y de a poco despertó.
-Mmmm… ¿Tapión?
-Oh, gracias al cielo- La estreché en mis brazos- ¿Pero qué haces aquí tan tarde, mujer? Me tenías muy preocupado.
-Lo lamento- Dijo entre una pequeña risita- Estaba jugando con los niños y… Creo que nos quedamos dormidos.
-¿¨nos¨?
La joven humana me dejó ver a mi pequeño hermano durmiendo plácidamente a su lado, hace mucho que no lo veía sonreír así mientras dormía.
Ayudé a la joven a levantarse y ella tomó a Minoshia en sus brazos para llevarlo cargando a la habitación que compartía con Trunks, una vez listo ambos regresamos a nuestra habitación para cobijarnos bajo las sabanas de la misma cama, (Tn) notó como apretaba mis puños tratando de relajarme y se montó sobre mí para darme un gran beso.
-Perdón si te asusté… No era mi intención, Tapión.
-Lo sé… Pero es que… No puedo evitarlo; Eres la mujer que amo, debo protegerte. – Rodee su pequeña cintura con mis brazos para acercarnos más. – Sabes que te amo.
-Eres mi novio, no mi guardián, no tienes que cuidarme cada minuto del día, tengo ya 18 años, puedo cuidarme yo sola.
-Yo no lo creo- Acaricié el brazo que por la mañana le habían roto.
-Eso… Me lo gané yo… Es por mi…
-¡Ya basta! ¡Deja de decir eso!... ¿Es que no lo vez?... Romperte un brazo, hacerte cortes profundos en la espalda, enterrarte vidrios rotos en las palmas, darte de bofetadas, insultarte ¿Crees de verdad que es por tu bien?
-Tapión…
-¿¡Hasta cuando vas a seguir engañándote a ti misma!? – La tomé de los hombros. -¡Abre los ojos, maldita sea! – No tomé en cuenta los sentimientos de la joven y comencé a gritarle, sin querer apreté mucho sus brazos dejándole marcadas mis manos en sus brazos, no fue sino hasta que vi sus lágrimas correr y su voz quebrada que me di cuenta de que le estaba haciendo daño.
-S-Suéltame… por favor… Me duele. - De inmediato liberé sus brazos y la vi alejarse de mí.
-(Tn)… Lo siento… yo… no quería…- Intenté tocarla pero ella me rechazó alejándose temerosa de mí y bajó de la cama para dirigirse a la puerta. - E-Espera no te vayas.
-Dormiré en el sofá esta noche… Tranquilo… No… No estoy enojada… Solo no quiero molestarte… Tú ya llevas demasiado peso en tu alma… No quiero ser una carga más.
-No lo eres… Por favor, escucha.
Me levanté y traté de abrazarla pero ella rápidamente buscó con su mano la perilla de la puerta para salir de la habitación, dejándome solo con una mano extendida, me acerqué a la puerta pegando mi oído a ésta y la pude escuchar del otro lado sollozando, tratando de ocultar su dolor. Regresé a la cama y me tumbé mirando al techo y apretando las sabanas entre mis manos.
¨¿Qué he hecho?¨
Continuará…

Nunca  te alejes de mí  (Tapión y Tú)Where stories live. Discover now