Bladis ha nacido en un mundo dominado por hombres humanos. Como vampiro en extinción, su única meta en la vida es la de sobrevivir junto a sus seres amados, aunque eso implique convertirse en el demonio que todo el mundo cree que es. Para él, el pec...
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El correo llegó por la mañana a la mansión Delacroix, la misma funcionaría como colegio de élite ante los ojos de los humanos, más lo que se daba tras las puertas era un refugio para los vampiros que aún seguían de pie. Eran pocos, pero tenían paz. Lo que quedaba de la vieja hermandad, lo que quedaba de las ofrendas y de las alianzas con los licántropos se mantendrían unidos bajo el mismo techo, al menos durante el periodo de "maduración".
"Azazel, lamento haberme ido y nunca más dado señales de vida. Mi elección fue algo que me mantuvo en vergüenza mucho tiempo, incluso hasta el día de hoy. A veces lo olvido un poco, disfruto estar con él y siento como si fuésemos dos personas distintas, ¡y es que lo somos! Pero a la vez no.
Sé que en nuestras situaciones, ningún perdón es válido; además, Bladis no lo considera apropiado. Él no se arrepiente de nada, cada acto fue pensado para mantenerse vivo, y le resultó. Por mi parte creo que no tiene mucho sentido, tampoco encontramos una forma de resarcir algo, pero él tuvo una idea y me pareció aceptable. Bladis ha escrito sus memorias desde que era un niño, o por lo menos lo más importante, yo lo he ayudado, escribiendo mi versión. ¿Sabes? Una vez fui parte de un clan de lobos, tuve dos hijos licántropos y un hombre que me amó más que a nada en el mundo. ¿Te sorprendí, verdad?
Quizás Vlad ya haya contado algo, o quizás siga bajo el pacto de silencio con el que se fue de la hermandad. Sin embargo, ahora que una nueva generación renace, Bladis consideró apropiado entregar estos libros, que cuentan de dónde nació la mentira, o por qué preferimos una hermandad a una soberanía de un solo rey; nos muestra cómo, alguna vez, fuimos jóvenes y soñadores, niños solitarios, perdidos en un mundo cruel, sin reglas, sin piedad. Incluso cuenta como una vez estuvimos en plena extinción.
Será tu entera decisión mostrar la verdadera historia o comenzar desde cero, otra vez, sin embargo creemos que es necesario aprender de los errores de nuestros antepasados para que no tropecemos con sus mismas piedras. Además, creo que se sentirán más humanos al oír que no siempre fuimos monstruos, que hubo un joven soñador llamado Vlad Dragen, que anhelaba vivir en familia con los suyos. Que existió una niña, que por su belleza, la condenaron a morir en la hoguera acusada de brujería, y fue salvada por vampiros, su nombre era Katherine Belmont, madre de muchos vampiros, aunque se suicidó por la falta de amor.
Te sorprenderás tú, Azazel, de saber que la madre de Imara y Catalina era un ángel. Griselda Báthory era la más inteligente de todos; hombres y mujeres la respetaban, y ella, con humildad, a todos enseñaba. No puedo decir que todos fueron perfectos, también existió Klaus Nosferatu, dicen que fue un temible y respetado pirata nórdico, que pisó tierra firme en cuanto se enamoró perdidamente de una bella mujer. Por desgracia a ella la asesinaron y él enloqueció, para cuando se suicidó ya habría arruinado la vida de Victoria, su pequeña, condenándola a la misma locura.
¿Y Giovanni Leone? Él solo era un sicario al que la hermandad engañó para quitarle sus ejércitos, quien quedó al mando fue su joven hijo, tonto y enamorado, llamado Simón, ¿podrías creerlo? Seguro que no, tú conociste a un montón de seres desviados y corrompidos. El tiempo hace estragos en la gente, imagínense a personas que han vivido miles de años.
Es así, como un pequeño niño criado en una granja de maíz, pudo ser un esclavo minero en un sitio plagado de arsénico, y luego un caballero valiente, para más tarde ser la reencarnación de Lucifer.
Seguro les ha dado intriga, y espero que nuestro regalo no los ofenda. Esperamos que sea un buen comienzo, nosotros también estamos comenzando, viajando como eternos errantes, a veces queriendo matarnos y otras olvidándonos por completo quienes fuimos.
Sin más que decir, les dejamos nuestros mejores deseos y agradecimientos por todo lo que han hecho por los nuestros, hombres, lobos y vampiros, todo aquello que nosotros no pudimos hacer.
Hasta nunca, Madeline."
Azazel tomó la carta y abrió la caja repleta de libros que llevó a su despacho para analizar, era momento de iniciar una cátedra de historia.
