Heaven Sent •S.M•

Two.

En cuanto terminé de comer me dirigí a la biblioteca, no quería hacer esperar a ese chico. Caminé rápidamente y abrí la puerta, ok, Shawn todavía no estaba aquí. Me senté en una mesa alejada y saqué mi cuaderno de matemáticas, organicé los temas que iban para el examen y busqué los apuntes que había hecho de los temas, busqué las fichas que contenían las formulas y revisé que no estuviera su nombre escrito en ninguna de las caras. Lo último era lo más importante.

-Ya llegué.- Dijo y se sentó, pero no venía solo... También estaban Caleb y Lucas, intenté sonreir, pero salió más bien una mueca.- ¿No te importa que ellos me acompañen?

-No, para nada.- Masculle.- Así que... ¿Qué es lo que no entiendes?

-No entiendo nada.- Dijo y sus amigos rieron. Shawn los miró mal y luego volvió su cabeza hacia mi.- La verdad no entiendo nada, nunca le entiendo a ese profesor. Pero si me pudieras explicar cómo aplicar las fórmulas, sería genial.

Era tan lindo, sabía qué palabras usar para pedir algo. Y eso me encantaba.

-Ok. Aquí tengo las fórmulas, algunos de mis apuntes y unos ejercicios que no he hecho, podemos hacerlos juntos y comparar resultados. Primero, copia las fórmulas.- Le entregué mis fichas libres de su nombre.

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-A mi el ángulo me dio treinta y seis grados, ¿a ti cuánto te dio?- Me preguntó.

-Lo mismo que a ti.- Le sonreí.- Ya sabes, creo que solo era confusión con las fórmulas lo que tenías.- Recosté mi cabeza en mis manos, mis codos estaban apoyados en la mesa.

-Si, gracias. ¿Cuánto te debo?

-Oh, nada, solo fue una pequeña explicación y ya.

-¿No quieres algo, entonces? ¿Alguna cosa de la cafetería?- Yo solo negué.

- Pero... ¿Podrías decirme qué vimos en la segunda clase? No estaba prestando mucha atención.- Miré hacia otro lado mientras le decía eso, para pretender que no me importaba. Cuando en realidad estaba literalmente muriendo por mirar de cerca como un psicópata aquellos ojos, de nuevo. Cuando se acercó a ver mi ejercicio tenía su cara muy cerca y sus ojos se veían majestuosos; como el resto de él.

-Si quieres te presto mi cuaderno... Ahí tengo todo. Pero me lo traes mañana, eh.- Lo miré por unos segundos, y asentí, sacó de su bolso una libreta azul y me la entregó.- Muchas gracias.- Me sonrió por última vez y salió de la biblioteca con sus amigos. Creo que ahora tenía material para mis historias en Wattpad. Esta era la primera vez desde el tercer año que teníamos una conversación larga, o que hacíamos tarea juntos... Nunca habíamos hecho tarea juntos, fue tan romántico esto. No puedo evitar pensar estas cosas; que sé que no son reales. Sentimientos que yo misma me invento para estar en paz interior. Pero me hacían sentir bien estas cosas imaginarias que me venían a la cabeza.

No estaba enamorada, ¿cómo podía enamorarme de alguien con quien no tengo ninguna clase de contacto? Ni físico, ni sentimental, ni nada. A duras penas hablamos hoy, y no fue exactamente porque me quisiera conocer, necesitaba ayuda. Aunque saber que si necesitaba algo me lo pediría sin sentir miedo me encantaba. Pero no estoy enamorada.

Revisé su cuaderno, era perfecto como él, las páginas ni siquiera estaban dobladas en las puntas, ¿quién no tenía las hojas dobladas en las puntas? Su letra era hermosa, comparada con la mía que era horrible. Acerqué el cuaderno a mi cara, olía a... Lápiz. Era el mejor olor a lápiz que he olfateado. Metí con cuidado el cuaderno en mi bolso y salí de la biblioteca, me dirigí al patio y me senté en una de las mesas, saqué mi teléfono y mis audífonos, me dispuse a escuchar música lo que quedaba de hora libre. Seguí leyendo aquel libro que había dejado a medias la noche anterior. Pero recibí un mensaje de Nash.

Nashito: ¿Vas a venir a mi casa en la tarde? Es para saber si me tengo que bañar o no xdxd.

Lilian: Si iré sucio. Báñate.

Nashito: Si, si, como sea. Xo

En cuanto leí su mensaje sonó el timbre, indicando que ya debía entrar al salón de nuevo. A penas eran las once de la mañana, y salía a las dos de la tarde. Espero que Nash se digne a dejarme almuerzo. Caminé rápido hasta el aula y cuando entré me dirigí al mismo asiento de antes. Estábamos en literatura. La materia era linda, pero cuando la profesora pedía poemas era como... No ahora por favor. Siempre pensaba en Shawn cuando hacía este tipo de tareas. Por eso prefería los ensayos.

Ya todos estaban en el salón cuando la profesora habló.

-Buenos días a todos, como muchos sabrán, el fin de año se cerrará con una obra, la cual, por desgracia tengo que planear yo.- Rodó los ojos y luego sonrió.- Así que, como profesora guía del salón, les digo que al menos cinco de este salón deben participar en la obra, representarán el quinto año de...- Comenzó a reír, tal vez esté un poco loca, pero era agradable.- Ay, lo siento, ni siquiera pude terminar la frase. Ajá como decía; deben representar a sus compañeros, a partir de mañana serán las audiciones.- Se dirigió hacia el escritorio y se puso los lentes. Miró hacia nosotros de nuevo.- Y, por cierto, para que se sientan más incentivados; al que participe se le dará el diez por ciento en una de las materias.- Todos comenzaron a susurrar cosas entre sí, y vi a Shawn alzar la mano.- ¿Si?

-¿Se cantará?- Apoyó los codos en su mesa. Se veía tan sensual así.

-Si, Shawn. Por cierto, esta obra será original del instituto, así que mañana se enterarán de qué se trata. Mientras tanto, hagan algo productivo y creen grupos de trabajo, para la exposición sobre la literatura griega. Las pautas las anotaré en el pizarrón.- Se dirigió hacia la pizarra y comenzó a anotar cosas. Esperé a que terminara mientras anotaba en una hoja mi nombre y el de Nash.- Eso es todo. Yo escogeré los grupos.- ¡Sí! Tengo posibilidad de quedar con Shawn. La profesora comenzó a nombrar personas.- Jennifer, Astrid y Tristan.

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Ya había pasado un rato, todavía no habían nombrado ni a Shawn, Nash, Sonia, Caleb, Jorge y yo. Estaba de los nervios, quería que me tocara con él.

-Nash, Jorge y Shawn.- ¡No! No puede ser. Ni siquiera Nash había quedado conmigo. Bufé en voz baja.- Y por último; Caleb, Sonia y Liliet.- Ya ni siquiera me molestaba en corregir mi nombre cada vez que lo decía.- Este trabajo es para dentro de dos semanas. No me decepcionen tanto con sus ensayos, por favor, no quiero tener que darle clases a nadie en el verano, suficiente tengo con verlos aquí.- Era toda una dulzura.