One.

1K 13 0
                                    


Hoy se veía como un príncipe. 

Solo había entrado por la puerta cuando lo vi con sus amigos, y ya sabía que lucía maravilloso. Todo el camino me estuve preguntando qué se pondría hoy. Le sientan bien las camisas blancas. Aunque todo le queda bien. Esa gorra que traía puesta lo hacía lucir más inalcanzable de lo realmente era. 

Caminé hacia mi casillero, estaba del lado opuesto al de él. Era una lástima no poder voltear mi cabeza sin que se viera raro. Escuchaba su risa, era magnifica, música para mis oídos. Esa era otra de las cosas que más me gustaba de él; siempre estaba feliz, y eso me hacía feliz a mi. Su sonrisa podría salvarme la vida. Tomé todos los cuadernos que me tocaban para hoy y caminé directo a la cafetería, ahí me estaba esperando Nash, mi mejor amigo. Lo busqué en cuanto entré, pero no lo vi por ningún lado, así que solo me dirigí hacia la mesa que siempre ocupábamos. Saqué mi teléfono y le escribí un mensaje.

Lilian: ¿No piensas venir hoy?

Esperé unos segundos y el móvil sonó.

Nashito: Me dio alergia :( Sé que hoy íbamos a planear la sesión de películas, pero si quieres puedes venir en la tarde a mi casa. Xo.

Rayos. ¿Ahora qué iba a hacer? Nash casi nunca faltaba a clases, por suerte. Pero cuando faltaba me sentía como un pez fuera del agua. Nunca me había esforzado por encajar con mis compañeros, tenía a Nash, él era el amigo perfecto, sabía ocultar los secretos, como por ejemplo mi gran obsesión por Shawn Mendes, el chico más guapo y tierno de toda la escuela, o incluso del pueblo. Pensar en él me hacía sentir que no estaba sola, toda esta dependencia al principio me aterró, pero luego pensé: es mi crush de la secundaria; debo disfrutarlo. Quien podría afirmarme que cuando saliéramos de aquí, lo volvería a ver. Me quedé sentada en la mesa revisando las fotos que había robado de su Instagram hasta que sonó el timbre. Me levanté y caminé hasta el salón, estaba cerca de la cafetería; era bueno porque mientras pedías permiso para ir al baño podías pasar a comprar algo.

Me senté en la última fila y saqué de mi bolso un lápiz, un borrador y un marcador. Me tocaba matemática, era buena, no tanto como Sonia; la nerd del salón, pero entendía lo suficiente para pasar los exámenes con más de un catorce. Esto era lo único que hacía mejor que Shawn, él no es tan bueno en las matemáticas, qué no pagaría yo para darle clases particulares. Pero ya le habían asignado a Sonia. Y yo seguía aquí, con el asiento vacío porque Nash no vendría. Comencé a escribir su nombre, una y otra vez en mi cuaderno. Hasta que lo vi pasar y sentarse junto a sus amigos dos asientos delante del mío, arranqué la página inmediatamente y la guardé en mi bolso. Los escuché hablar por un rato.

-Ayer Tara fue a mi casa, de nuevo. Esa chica está volviéndome loco.- Dijo Caleb, su mejor amigo, también guapo, pero no más que Shawn. Era un patán, ¿cómo alguien tan dulce y caballeroso como Shawn iba a juntarse con chicos como él? 

-Háblale claro, que solo fue una noche y ya, hermano.- Lucas; él era menos patán que el anterior, pero seguía siendo un imbécil.- Porque sino, seguirá yendo. Todos los días.

Shawn solo miraba su teléfono, y asentía algunas veces, era tan tierno. Pero de repente volteó, yo aparté la mirada rápidamente y busqué mi teléfono, como si no me importara que el chico por el que estaba colada desde hace aproximadamente cuatro años me estuviera mirando. Ya con el teléfono, hice como si estuviera escribiendo, mirando la pantalla pero no estaba realmente concentrada en ella. Escuché que Shawn rió, así que supuse que ya había volteado, así que alce mi cabeza, pero no, seguía mirándome y al parecer se reía de mi. Me puse roja en cuanto habló.

-Creo que para enviar textos, el teléfono debe estar con la cámara hacia arriba, no hacia abajo.- Y sonrió en cuanto terminó. Rayos, que vergüenza.

-Si... Y-ya sé, es que... Estaba haciendo otra c-cosa.- Mierda, era la primera vez en un año que me hablaba y yo solo había dicho incoherencias. Guardé el teléfono y me puse a garabatear en el cuaderno.

-¿Podrías prestarme tus apuntes de la clase pasada?-Volvió a hablar. Dios, su voz era tan... Sexy.- No soy muy bueno en matemática.- Lo sé.- Y la verdad quiero pasar este examen, ¿me ayudarías?

-Pensé que Sonia era la que te ayudaba...- Dije bajo y sin mirarlo a los ojos,sabía que si lo hacía tartamudearía. Escuché un suspiro de su parte, alcé mi cabeza.

-Ella se molestó conmigo hace unos días.- Me dijo. Por D-I-O-S ¿quién podría molestarse con este hombre?.- Y ni siquiera sé por qué, pero, eso es otro tema. Podría pagarte por unas clases en la hora libre. Sé que eres el tercer mejor promedio de esta clase.

¿Es esto un sueño? ¿Sigo dormida? Era demasiado bueno para ser verdad. Pero si estaba soñando, solo quedaba decirle que si.

-Si... Claro, por su puesto. Tu... Tu me avisas.- Dije y el profesor entró, él solo me sonrió amablemente y volteó su cuerpo hacia el frente. Moría por contarle esto a Nash.

-Lamento la tardanza, mi auto tuvo fallas para arrancar.- Solo dijo y sacó su marcador.- Hoy veremos trigonometría. Busquen en su libro la página doscientos noventa y cuatro.



Estaba tan feliz. Mi cabeza estaba en las nubes. Este día me la había pasado perdida en el espacio, no recuerdo la segunda clase, no sé si era literatura o historia, solo sabía que le preguntaría a Shawn qué habíamos visto y él me respondería, y yo sería doblemente feliz.

Cuando iba llegando a la cafetería alguien me tomó del brazo. Esa mano. Esa mano era perfecta en todos los sentidos.

-Después del receso hay hora libre, ¿nos vemos en la biblioteca?- Yo solo fui capaz de asentir y de ponerme roja, más nada.- Ok.

Se alejó con sus amigos hacia la mesa del centro. Me dirigí a mi mesa y saqué mi teléfono. Busqué el contacto de Nash.

Lilian: NO VAS A CREER LO QUE ME PASÓ.

Nashito: ¿?

Lilian: Shawn. Me. Habló.

Lilian: Y no solo eso, me pidió que lo ayudara a estudiar.

Lilian: Es tan lindo.

Nashito: Me voy un día y ya socializas con la gente xd.

Nashito: Pues...Aprovéchalo, y usa protección ;) Todavía eres muy joven para tener pequeños Shawns.

Me puse roja con su comentario, por Dios.

Lilian: Estás loco.

Nashito: Yo solo digo...

Quería tanto a este loco.  

Heaven Sent •S.M•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora