Eight.

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{Disfruto mirarte, cada movimiento, un vicio que tengo. Un gusto valorarte, nunca olvidarte, entregarte mis tiempos.}•

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-Ese chico no es bueno para ti, Lilian. No me parece una buena influencia para ti, ¿viste sus tatuajes? Deberías mantenerte alejada.- Dijo mamá en cuanto llegamos a la casa, no habíamos ni entrado bien, cuando ya estaba hablando.

-Laura...- Advirtió mi padre.- Es del hijo de mi jefe del que estás hablando.- Dijo y se dirigió a la cocina, mamá lo siguió.

-Por Dios, ¿no viste como le echaba las miradas a Lili? 

-Ya estás exagerando esto.- Le dijo agarrando un vaso de agua, bebió y luego volvió su mirada a mi madre.- Ella no es de esas chicas fáciles. Tu y yo no la criamos así. Ahora a dormir.- Nos dijo mientras salía de la cocina, dejando el vaso en la mesa. Mamá lo siguió y yo me quedé en la cocina. Agarré el vaso y lo lavé, no quería tener problemas por la mañana, por no haber lavado el vaso. Abrí uno de los cajones con cuidado, y luego de secarlo con un trapo lo metí. Subí a mi habitación y cerré la puerta despacio. En cuanto entré al baño me dispuse a acomodar la ropa que había metido ahí en la tarde, lo que estaba sucio lo metí en el cesto de la ropa sucia y lo que no, lo doblé y lo metí en una de las gavetas. Tomé mi celular y me metí en el chat de Nash. Su última conexión fue hace unos minutos, así que le escribí.

Volví.

Prendí el televisor y me puse a buscar una buena película, pero en cuanto Nash me respondió dejé la búsqueda.

Nashito: al fin llegas. ¿Cómo te fue?

Lilian: pues... Creo que conocí a alguien😳😳.

Nashito: te voy a llamar.

No me dio tiempo de responderle un "ok" cuando ya estaba recibiendo la llamada.

-Explícate.- Fue lo primero que oí al contestar.

-Pues... Eso, creo que conocí a alguien. Es el hijo del jefe de mi padre.

-Wow. Bueno. Cuéntame, ¿qué hablaron? ¿te gustó? Pero aún más importante; ¿cuántos años tiene?- Preguntó todo rápidamente. Siempre se ponía así cuando le hablaba de chicos... Fue lo mismo cuando le dije que me gustaba Shawn, esa hermosa criatura. Aún recuerdo la primera vez que lo escuché hablar, había dicho: pues, mi nombre es Shawn. Su nombre se quedó plasmado en mi cabeza desde entonces.

-Nada importante, solo de sus largas vacaciones por el mundo, ¿puedes creer que fue a Hawaii? También me preguntó acerca de la carrera que quería estudiar, me pidió mi número...

-Oh, por Dios, ¿se lo diste, verdad?

-Si... Tal vez se lo di. La verdad, es lindo... No como Shawn-

-No estamos hablando de Shawn, estamos hablando de un chico que te a pedido tu número de teléfono.

-Sabes que no puedo evitar pensar en él... Pero, ok. Harry es lindo, tiene veinte años.

-¿Veinte? Lilian... Por Dios.- Se rió.- Te levantas chicos de las grandes ligas... Picarona.

-Dios, Nash. No hagas ese tipo de comentarios...- Dije roja y riendo nerviosamente.- Pero bueno, a mamá no le a gustado, dice que parece mala influencia... Tiene unos cuantos tatuajes en-

-¿Tatuajes? Wow, mañana me tendrás que contar esto de nuevo, necesito ver tus expresiones al decir todo lo que me estás contando.

-Iba a hacerlo de todas maneras.- Sentí mi teléfono vibrar en mi oído, lo aparté de mi oreja y vi que era un número desconocido, pero cuando vi que decía:

Heaven Sent •S.M•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora