Si había algo bueno de tener un amigo cuya familia era la dueña de una famosa panadería era que siempre les apartaban sus piezas de pan para sobrevivir a la primer hora de clase, además de llevarse alguna pieza extra cuando en la tarde-noche fueran por sus bolillos para cenar.
Pero también significaba morir de hambre si es que ese amigo no se encontraba de buen humor, cosa que ocurría bastante seguido.
-Deja de lloriquear Teodora, no pienso acompañarte a la firma de autógrafos de ese grupo de tarados que ni cantan bien -decía Leo ante las súplicas de cierta chica pelirroja que siempre estaba con él y con su hermano. Miguel la identificaba porque a pesar de ser algo fresa, era buena onda... aunque hablaba muchísimo.
-Poooooor fiiiiiis -insistía ella alargando las vocales como si así la súplica se multiplicara de alguna manera en la que sólo Quetzalcóatl pudiera entender -no seas así conmigo Leo, o sea, yo que soy tu amiguis, tu "best friend forever and ever"
-Eso es cosa tuya -replicó Leo dando un paso hacia atrás para hacer distancia entre ellos. A Teodora no le hizo mucha gracia puesto que hizo una mueca herida antes de seguir hablando.
-Pero si traes puesta nuestra pulsera de la "amistad por siempre y para siempre no importa que nos muramos aquí o en China"
-¡Ay! Ya lo sé, no me la quito nunca, pero no por eso voy a acompañarte a hacer fila desde las 4 de la mañana sólo para que obtengas un maldito garabato de unos tipos que ni se van a acordar de ti porque habrán cientos de niñitas tontas como para que puedas destacar.
Eso dolió, incluso para Miguel, Marco y otros amigos que estaban presentes.
Teodora se quedó en shock ante sus palabras y frunció el entrecejo.
- ¡Bien! -y así dictó su sentencia, devolviéndole su "beso" relleno de mermelada de fresa. Dio la media vuelta y se fue con la barbilla en alto.
Leo se esperó un momento hasta perderla de vista antes de tomar su mochila con el resto de las piezas de pan de sus amigos e irse caminando.
Miguel estiró el brazo en un ademán de querer detenerlo, pero Marco lo detuvo. No era el momento ni el lugar para intervenir.
No le gustaba ver a sus amigos pelear, y en serio se moriría de hambre si no conseguía ese pan para su siguiente clase.
-Marquito~ -dijo con voz cantarina hacia su hermano
-Ni siquiera lo pienses Miguel, no voy a convencer a Teodora de que perdone al tarado de Leo -Miguel sólo arqueó una ceja. Marco bufó exasperado.
-Está bien, pero sólo la voy a convencer de que le de una oportunidad a Leo para que se disculpe con ella.
El menor le sonrió a su hermano y se fue corriendo detrás de Leo mientras Marco seguía el camino de Teodora. Esperaba poder arreglar todo eso antes de que tocaran el timbre para la primer hora o moriría de hambre.
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Al rato traigo la segunda parte de este drama.
Nos estamos leyendo.
Alegator Kirsche
28/septiembre

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Hermanitos Rivera
FanfictionMiguel tiene un mellizo y una pequeña hermana. ¿Qué tiene que hacer un chico para poder tocar música tranquilamente? Colección de drabbles, viñetas y oneshots sobre la vida y desventuras e Miguel Rivera y su peculiar familia y amigos. En cuenta regr...