♧ Jyushimatsu ♧

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—¡Qué linda flor!
Exclamó Jyushimatsu alegre al ver una bonita flor amarilla, la cual, decidió cortar y posiblemente llevársela a alguno de sus hermanos como regalo. Jyushimatsu se encontraba caminando en un parque algo lejano a su hogar; jugando y siendo él mismo. Caminaba felizmente hasta que en su camino se topó con una chica que, curiosamente, se parecía algo a su hermano Ichimatsu, con el cabello desaliñado, algo encorvada, una expresión de aburrimiento mezclada con desprecio a la humanidad y acariciando a un gato, supuso que le gustaban.

La miraba detenidamente analizandola de pies a cabeza, la chica no se daba cuenta que era observada, así que Jyushimatsu aprovechó el momento y la cargo y comenzó a correr con ella en brazos. La chica de la impresión gritaba asustada, después de rato dejó de gritar ya que se aburrió, Jyushimatsu la había llevado a su casa.

—¡Hey! ¿Quién eres y por qué car...
No pudo terminar de hablar porque el chico de suéter amarillo la tomó de la mano con algo de fuerza y entraron a casa del antes mencionado.

—¡Hermanos! ¡Traje a una chica!
Gritó eufórico. De pronto, cinco rostros iguales asomaron sus ojos por la puerta de la sala.

—¿Quién es ella, Jyushimatsu?
Preguntó un chico de sudadera verde arqueando las cejas.

—My little Jyushimatsu consiguió novia al parecer—
Habló otro chico de suéter azul haciendo una pose algo extraña.

—¡Como somos unos vírgenes sin trabajo, traje a una chica para que sea nuestra novia!

—¡¿Cómo?¡
Gritaron los cinco chicos y la joven al unisono.

—¡Paren todo!, ¡No los conozco en absoluto!
Dijo asustada por la situación; y cómo no, estaba en la casa de gente desconocida.

—Ella tiene razón Jyushimatsu, no nos conocemos, esto es una locura.
Opinó un chico esta vez de suéter rosado.

—Concuerdo con Todomatsu.
Habló un joven de cabellos despeinados y sudadera lila.

—¡Yo me opongo!
Un muchacho de suéter rojo se acercó a la joven con notorias intenciones extrañas
—Me llamo Osomatsu, pero puedes llamarme esta noche para...
No terminó de hablar ya que el chico de sudadera verde le dio un golpe en la cabeza.

—¡No tienes vergüenza, imbecil!

—Entonces... ¿Me la quedo?
Preguntó con inocencia el chico de nombre Jyushimatsu.

—¡No!
Dijeron al unisono.
—Una disculpa, a veces mis hermanos son unos completos estúpidos.
Dijo Todomatsu.
—Te llevare devuelta a casa.
Sonrió. Pero Jyushimatsu tomó nuevamente a la pobre chica confundida y salió de la casa dejando a sus hermanos.

Al estar algo lejos de la casa de los Matsuno, Jyushimatsu finalmente la bajó.

—Disculpa, por cierto, soy Jyushimatsu.
Dijo con su gran sonrisa.

—Sí, ya se quien eres. Soy ____, un gusto.
Le extendió la mano en forma de saludo.
—Creo que comenzamos con el pie izquierdo.

Jyushimatsu aceptó el saludo con entusiasmo.

Unos meses después...


Pasó el tiempo y Jyushimatsu y ____ se  habían vuelto más unidos, convirtiéndose en muy buenos amigos aunque en secreto, ____ sentía algo más que una amistad por el chico; temía que se enterara y la rechazara, no quería perder su amistad. Él era muy valioso para ella.

—¡Hola Choromatsu!, ¿Jyushimatsu está en casa?
____ saludó al tercer Matsuno.

—Hola ____, Jyushimatsu fue a entrenar, lo siento.

»𝙰𝚕𝚠𝚊𝚢𝚜 𝚃𝚘𝚐𝚎𝚝𝚑𝚎𝚛 | 𝙾𝚜𝚘𝚖𝚊𝚝𝚜𝚞-𝚂𝚊𝚗« (EN EDICIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora