♣️Matsunos♣️

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-¡Qué hermosa!-
Chillaron los sextillizos al ver a Totoko, mi hermana mayor, probándose distintos atuendos en la tienda de ropa, habíamos salido a pasear un rato, aunque en realidad había sido arrastrado a la fuerza por mi hermana para que no estuviera sola con los seis vírgenes, como los llamaba ella, lo que me causaba algo de incomodidad ya que yo sentía algo por los Matsuno, pero a ellos les gustaba mi hermana.

-¡Ya sé que soy hermosa! Pero este vestido no me gusta ¡Es horrible!-
Entró nuevamente al probador a cambiarse por su ropa habitual
-Hay que irnos, hay mejor ropa en el basurero-
El comentario de Totoko causó que los empleados del lugar se enfadaran y yo como buen hermano tuve que disculparme en su lugar.

Caminábamos y de vez en cuando entrábamos a tiendas en el centro comercial, cualquier cosa que le gustaba a Totoko los sextillizos se mataban por comprárselo, estas acciones me resultaban desagradables, sabía perfectamente que el ego de mi hermana era tal vez más grande que el de Choromatsu, mentira, el ego de Choromatsu era casi como el titán colosal.

Durante el camino pasaron todo tipo de cosas, Osomatsu se cayó en una fuente, Karamatsu con sus tristes intentos de ligue, Choromatsu muriendo de nervios al estar cerca de Totoko al grado de parecer un tomate sudado, Ichimatsu que desaparecía y lo encontrábamos en la tienda de mascotas jugando con los gatos, Jyushimatsu rompiendo algunas cosas que sus hermanos terminaron pagando y Todomatsu tomándose fotos cual adolescente de 15.
Después de un largo y pesado día para mí por fin descansaría, lo único que quería en ese momento era dormir todo un mes alejado de la sociedad, quería olvidar este día tan incómodo.

-¡____-Kun! ¿Cómo te la pasaste hoy, hermanito?-
Como era de costumbre, Totoko llegaba a irrumpir en mi habitación, sin importarle un poco lo que estuviera haciendo.

-¿No te enseñaron a tocar la puerta?-
Contesté con leve molestia y cansancio, haciendo que Totoko se sorprendiera por el tono en el que le hablé, rara vez me enojaba con ella.

-Sí, pero hay mucha confianza entre nosotros, así que no me importa-
Mencionó como si no fuera nada importante.

Rodé los ojos con fastidio
-Respondiendo a tu pregunta, me la pasé bien-

-No te oyes muy convencido-
Se acercó tomando asiento en la orilla de la cama.
-Dime, ¿Qué te ocurre?-

Me incorporé quedando al lado de ella, miré al suelo pensando un poco en lo que iba a decir, pues Totoko se ofendía con el menor comentario y era más que obvio que no la quería ver enfadada o recibir un buen golpe por parte de ella.

-¿Entonces?-
Alargó la "o" esperando una respuesta algo impaciente.

¡A la mierda! De todas formas me terminaría gritando.
-No me gusta como tratas a los sextillizos-
La expresión de Totoko cambió de desesperada a confundida
-Eres una mierda de persona con ellos-

-¿¡Aaaah!? ¿¡Quién te crees para hablarme así!?-
Gritó de forma agresiva. Me confrontó cara a cara dispuesta a darme un golpe hasta que hablé.

-¡Créeme que si fuera tú, los trataría con mucho amor y cariño porque eso se merecen!-
Cegado por el enojo, le grité revelando mis sentimientos hacia los seis chicos de rostro igual sin darme cuenta.

De repente ambos nos mantuvimos en silencio, nos miramos a los ojos, ella con confusión tratando de entender la situación y yo hasta tiempo después de entender lo que había dicho.

-Tú... ¿Qué?-

-¡Nada!, ¡Nada!-
Hice señales con las manos intentando que pasara por largo mi comentario. Pero no funcionó.

-¡Acabas de decir que te gustan los sextillizos!-
Chilló
-¡Dime quien te gusta! Déjame adivinar ¡Dolormatsu!-

-¡Cállate!-
Cubrí con ambas manos su boca para que no dijera ni una palabra más.
-Es un malentendido, no me gustan, solo... Odio que los trates como si fueran basura-
Miré a mi hermana con el ceño fruncido, ésta solo me miró con sorpresa.

-____-kun... yo... Haré un intento por cambiar-
Sonrió colocando su mano en uno de mis hombros. No sabía si creerle o no, ya que Totoko la mayoría de las veces no cumplía con sus promesas y eso no me daba mucha confianza.

[...]

Pasaron los días y el trato de Totoko hacia los Sextillizos cambió ligeramente, me agradaba este cambio aunque no por completo, intentaba no estar celoso de ella pero le era imposible, los Matsuno no me prestaban la misma atención que a mi hermana. No necesitaba hacer cualquier cosa para llamar la atención de la gente, no era estúpido, la única opción que me quedaba era acercarme yo mismo a hablar con alguno de ellos pero era muy inseguro para hacerlo.

Llegó el Viernes y ese día Totoko y yo salimos de compras ya que se acercaba el cumpleaños de nuestra madre y queríamos darle un lindo detalle por parte de ambos. Aunque prefería darle un regalo a parte, pero la insistencia de Totoko me llevó a la decisión de comprarle algo los dos.

-¿Crees que a mamá le gusten estos aretes?-
Pregunté mirando los pendientes con atención, eran de oro con diamantes incrustados, sería un lindo regalo para ella

-Se ven muy corrientes, busquemos otros-
Me jaló del brazo obligándome a salir de la tienda
-Esa tienda vende joyería barata y de mala calidad, luego de un tiempo ya no sirven. Aparte esos "diamantes auténticos" es solo pedrería chafa de tianguis-

-Puedo caminar yo solo ¿A dónde vamos ahora?-
Intentaba librarme del fuerte agarre de mi hermana mayor, obviamente fallé, ella me ganaba por mucho.

-A una mejor tienda-
Sonrió.

Entramos a la tienda y Totoko decidió buscar por su cuenta algo para nuestra madre, ella la conocía mejor que yo en cuanto a joyería y ropa. Después de 15 largos minutos sin encontrar nada que me pareciera bueno salí a esperar afuera de la tienda, de pronto, alguien me abrazó por la espalda sacándome un susto.

-¡____-Kun~! ¿Qué haces aquí?-
Esa voz provenía de Osomatsu, al darme la vuelta pude ver que sus demás hermanos venían con él.

-¿Osomatsu-San?-
Dije mirando de reojo al más alto
-Vine con mi hermana a comprar un regalo para mamá, ¿Qué hacen ustedes aquí?-

-¿¡Aaaaah!? ¿"Osomatsu-San"? ¡Les he dicho que no me gusta que me llamen así!-
Como un niño pequeño, Osomatsu hacía berrinches y pucheros, se veía bastante adorable en ese modo.

-Eres un viejo-
Dijo con burla Todomatsu.

-¡Cierra la boca Todomatsu!-
Miró molesto al menor de los seis.

-¿Podrían dejar de comportarse como niños? Son adultos, por el amor de Dios-
Respondió Choromatsu.
-Eso demuestra que soy el más maduro de los seis-

-¡Egomatsu volvió!-
Gritó alarmado Jyushimatsu acompañado de las risas de Karamatsu e Ichimatsu.

De la nada, los gritos de Totoko se escucharon desde afuera de la tienda y los siete observamos como le gritaba a una empleada diciendo que hacía mal su trabajo y que nunca volvería a ese lugar de rebaja. Después de aquella vergonzosa situación para mí, Totoko salió y se acercó a nosotros.

-¡Hola chicos!-
Saludó sonriente sin mirarme y me entregó la bolsa con el regalo de mamá.
-Oigan~~ Hace poco vi un vestido muy bonito... ¿Me lo compran?~-

-¡Sí, Totoko-Chan!-
Y sin dudarlo los seis acompañaron a Totoko a comprar dicha prenda dejándome con cara de poker face.


He vuelto del hoyo de la depresión y el bloqueo creativo :'D
Nuevamente una disculpa por la inactividad, también una disculpa a la chica que hizo este encargo ;-;

1. Por publicarlo tarde.
2. Tal vez esto no es lo que esperaba así que espero en un futuro corregirlo.

Las quiero bai ;*

»𝙰𝚕𝚠𝚊𝚢𝚜 𝚃𝚘𝚐𝚎𝚝𝚑𝚎𝚛 | 𝙾𝚜𝚘𝚖𝚊𝚝𝚜𝚞-𝚂𝚊𝚗« (EN EDICIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora