El hada del árbol ⚘ 𝘀𝗮𝗼

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─¿Entonces eres un Spriggan?

Kirito asintió ante la curiosa mirada de Asuna. Después de los halagos hechos por Asuna hacia su persona, comenzó a contarle cosas sobre él, a petición de su anfitriona.

─¿Y, tienes magia?

─Sí, tengo magia ilusoria.─ rió levemente al ver su carita emocionada, le parecía una adorable niña pequeña.

Al pasar la fase de fascinación de parte de ambos por sus personas, y que se calmara la emoción en su sangre, se acomodaron a hablar y conocerse dispuestos a entablar una amistad, mientras el viento los acompañaba.

─Además de que tengo una excelente visión nocturna─ agregó el pelinegro.

─Oh, increíble, ¿y, has peleado con magia?

─Por supuesto, mis enemigos se han ido llorando.

─¡Genial!

Kirito sonrió ante las reacciones de la castaña, y también por andar presumiendo de sus logros y victorias. Si algo le apasionaba al joven Spriggan, esas eran las batallas; y las aventuras.

Todo eso lo guío hasta allí.

─¿Y, cómo son las demás razas?

─Todas son distintas─ respondió, mientras veía a la hada abrazándose a sí misma ─, cada quien tiene su respectivo tipo de magia y un color que los representa. Lo bueno, es que ahora estamos en tiempos tranquilos.

─¿A que te refieres?─ Asuna preguntó extrañada, y más al ver lo que comenzó a hacer Kirito.

─No hace mucho, los Slyph y los Salamanders eran enemigos a muerte, sus batallas estaban llegando hasta las demás razas, pero lograron hacer la paz y no comenzar una guerra.

Al terminar de hablar, Kirito le extendió su abrigo negro, sumamente extrañada, Asuna dudó en tomarlo.

─Adelante, supongo que tienes frío. Caliéntate.

Asuna volvió a analizar todo, si ella lo tomaba Kirito sería el que tendría frío.

─Pero...─ calló ante el acercamiento de éste.

Acercándose más a los barrotes y a ella, Kirito metió sus brazos rodeándola mientras le colocaba el abrigo.

─No creo que sea bueno que tengas la piel tan fría.

─Pero tú...

─No te preocupes por mí─ la interrumpió ─, ya estoy acostumbrado a este tipo de climas.

─¡Yo también! He estado por mucho tiempo aquí, no necesito de...

─No importa cuanto tiempo hayas estado, el frío afecta tu cuerpo, y no estás vestida de la manera adecuada para el ambiente...

Asuna bajó la mirada, todo era cierto, pero ahora él...

─No te preocupes por mi ahora─ le sonrió mostrando sus dientes ─. ¿Algo más que quieras saber?

El abrigo era cálido, demasiado para ella, era algo que antes no había experimentado y de la cual no había forma, pero ahora...

Sonrió tímida. ─Quisiera saber sobre sus civilizaciones...

Se acurrucó más en el abrigo, aprovecharía un poco, porque después se lo devolvería sí o sí.