[ ☠️VIOLENTOMETRO☠️ ] (GoldFred) [Historia En Modificación: En Proceso]

[Nivel 13: (Destruir articulos personales)] ✓

   Después del incidente en el estacionamiento días anteriores provoco que ahora Fred no quisiera ni salir de su casa, Freddy le fue a dar un sermón de que no se dejará lastimar y terminará con aquella relación tóxica y dañina, lamentable o estúpidamente el azabache mentía diciendo que el Spring exagero las cosas, que lo que pasó es que iban tarde al cine y el mayor solo le dió un leve "tirón". Cuando el castaño se retiro según aviso a hacer algo importante, Fred recibió la habitual llamada de su novio, sonrió y le contesto.

— Amor~, estaba apunto de llamarte—dijo feliz.

— // Tienes que llamarme a la hora en punto que te indique, ni un minuto más ni uno menos // —dijo el albino al otro lado de la línea.

— Lo se cariño, lo siento, es que estaba ocupado—mintió.

— // ¿Y?, ¿En qué más puedes estar ocupado además de llamarme? // —su voz sonaba molesta.

—Y-Yo, no volverá a pasar—

— // Cuando te pregunto me contestas // —ordeno—// ¿En qué estás más ocupado? // —

—Bueno, Spring le dijo a Freddy lo que pasó en el centro comercial la otra vez—confeso con nervios.

— // ¿Qué pasó la otra vez?, Nada, no pasó nada la otra vez // —contesto aún más molesto— // Voy para tu casa // —aviso para luego luego colgar el teléfono.

   Fred se separó el celular de su oreja, lo dejo caer en el piso suspirando, no podía hablar con sus amigos pues Gold también los borro de Facebook, WhatsApp, de todas sus aplicaciones, incluso elimino esas cuentas para asegurarse que no entablará comunicación  con nadie que no fuera el, de hecho ni con su hermano debía hablar, que horrible era vivir así, pero así es el amor, se tiene que sufrir un poco.

    Dejó caer todo su cuerpo en el colchón quedando boca abajo en este, quiso pedir ayuda a un spicologo pero no pudo, en cuanto le sugirió la idea, el mayor reaccionó horrible, le gritoneo y amenazó con golpearlo si lo hacía. Un rato después la puerta fue tocada con brusquedad, la única persona que tocaba así era Gold, inmediatamente le fue a abrir.

—Hola Gold—hablo en voz baja.

—Saludame como se debe—ordeno, Fred se acercó y beso sus labios.

—Lo siento amor—se disculpo agachando la cabeza.

—Bien, muevete—lo quito de su camino para ingresar al hogar

   Una vez dentro se sentó en el sofá a fumar como normalmente hacia, sus padres de Fred ni cuenta se daban, el menor se sentó en el sofá a lado del otro. De repente el celular de Fred empezó a sonar, cuando quiso checar la llamada el albino le arrebató el teléfono y el contesto.

—¿Quien habla?—pregunto frunciendo el ceño.

— // Alejate de Fred // —era la voz de Spring— // Te meteré una puta demanda si no lo dejas // —

—Oh Fred, tu amigo quiere que te deje—el albino le acercó el teléfono al menor.

—Spring, no te metas, y-yo lo amor y el me ama, ¿Verdad?—miro a su pareja.

—Claro que te amo puerquito—dijo Gold volviendo el celular a su oreja—Si tu no te alejas de Fred, tal vez no vuelvas a ver a Fox // —

   Colgo, Fred estiró su mano para recibir el aparato de vuelta pero eso no pasó cuando el albino destrozó en pedazos el artefacto, lo tiró al suelo con fuerza varias veces, lo piso y pateó, el azabache no pudo decir nada por qué al instante fue jalado hasta su cuarto.

—Tu cuarto es un asco, ¿Qué tal si lo arreglamos?—sonrio, tenía una gran idea.

   Tomo una foto familiar, la rompió con su rodilla, hizo lo mismo con varias fotos más, solo dejo una, tomo jarrones y los rompió, las sábanas las corto, los perfumes, desodorantes y artículos de tocador que usaba no se salvaron del desorden, las cajas donde estaban las cosas que Fred se llevaría al departamente fueron sacadas y destruidas totalmente, en ese cuarto paso un huracán, ese huracán se llama Gold y estaba arrasando con toda la habitación y la vida de Fred quien al ver el desastre no pudo hacer nada y solo cayo de rodillas con lágrimas, su vida se fue completámente al carajo.

—Listo—sacudio el polvo de sus manos—Oh vamos, nada de esto te servía—

—Era mi vida, mi infancia, ¡¿Por qué?!—grito desde el piso.

—Escucha—se agachó sujetando el mentón contrario con fuerza—A mi no me gritas imbécil, es más te iras a vivir conmigo hoy mismo—

—No quiero—

—No te pregunte—escucharon la puerta principal abrirse—Nada de esto a tu madre, ¿Entendiste?—Fred no respondió—¡¿Entendiste?!—lo sacudió apretando su menton.

—Si, si, entiendo—respondió con miedo.

   Seguido de eso lo soltó y ambos se dirigieron a la sala donde estaba la mamá de Fred, el menor ya había limpiado sus lágrimas.

—Hola Fred, Gold—saludo la mujer con una sonrisa.

—Buenos días sr Fazbear—saludo Gold con amabilidad simulada.

—M-Mamá—la llamo obteniendo su atención—M-Me iré a vivir con Gold hoy—aviso, su cuerpo inevitablemente temblaba.

—Si hijo, se que estas emocionado pero no tiembles—dijo con una risita.

   Fred no pudo aguantar las lágrimas, Gold lo abrazo ocultando su cara en su pecho, no era tierno, solo no quería que dijera algo.

—Esta muy emocionado y melancólico—dijo Gold.

—Bueno, ya recogis-... —

—Freddy destruyó todas mis cosas—mintio de nuevo por alguien que no lo quería.

—Oh, bueno, que pena—la mujer se avergonzó.

—Tranquila, no le faltará nada—hablo el mayor.

   No dijeron más, Fred se despidió de su madre sin saber que probablemente no la volvería a ver jamás, fue por aquella foto que sobrevivió en el cuarto, la tomo entre manos, era una foto familiar, beso la fotografía y regreso dónde su novio, ambos subieron al vehículo para dirigirse al departamente.

    Pobre Fred, acaba de cerrar su condena, de esas que no tienen vuelta atrás...

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