[ ☠️VIOLENTOMETRO☠️ ] (GoldFred) [Historia En Modificación: En Proceso]

[Nivel 4: (Celar)] ✓

    Día de compras con su novio, su tradición desde hace un año, y que realizaban cada 3 meses, Fred cargaba todo pues el albino se negó a hacerlo, antes lo hacía pero todo cambio y termino así, por esa razón Fred no compro muchas cosas.

— Mira esto Gold, me gusta—el azabache tomo una sudadera negra con blanco que llegaba al ombligo.

— Si vas a andar de puta avísame y ni vengo—Gold tenía su vista en su celular—Además con tus lonjas seguro y termina viéndose peor—

—No digas eso, n-no me gusta—dejo la prenda en su lugar ya no la quería.

    Pasaron por un espejo donde el menor se observó, realmente estaba gordo, a su percepción sus lonjas se desbordaban por todos lados, sus cachetes gordos, era un asco.

—Me quiero ir a casa—pidio dejando caer sus compras.

—Tengo hambre, ¿Vienes a comer bolita mantecosa?—guardo su celular—Pero alejate de la cocina, no te vayan a querer cocinar cerdito—

—Ya basta Gold—oeiaba esos sobrenombres.

    Con resignación acepto ir a comer, hace días que se propuso bajar de peso para gustarle a su novio, así que no comería tanto, tal vez una ensalada o menos, pero algo tenía que hacer con sus lonjas.

—¿Qué van a ordenar?—pregunto amablemente una mesera.

—Al cerdito tráigale todo el menu—dijo con burla.

—Solo quiero una ensalada y un agua—

—De acuerdo ¿Y a usted joven?—se dirigió ahora al albino.

—Una carne asada—entregó la carta a la chica.

    La mujer fue a solicitar las órdenes a los cocineros, Fred mantenía su mirada baja, estaba avergonzado por la situación, de verdad tenía que bajar de peso si quería que su pareja ya no le dijera cerdito, ¿Cuando empezó esto?, Según se empezo a ver así, unos meses atrás cuando empezó la burla hacia él y se lo creía, toda palabra de su pareja la asimilaba como verdadera. Pobre e inocente criatura. Un rato después la mesera regreso con los pedidos de ambos jóvenes, los dejo en la mesa y junto al plato del menor había una notita que el oji-plata tomo y leyó.

(...)

     Nota:

No estás gordo

(...)

    Fred sonrió por eso y Gold se enojó, le arrebató la nota, no la leyó pero la rompió en pedazos, iniciaron su comida nomal. El azabache no era de comer ensaladas, era más de dulces y frituras, pero quería bajar de peso, a pesar de que su madre le dijo que estaba bajando mucho de peso y que se estaba desnutriendo, no lo estaba, estaba muy gordo. Pero eso su madre ni su hermano lo entendían. Una vez acabaron su comida la mesera se acercó de nuevo con algo en manos.

—¿Desean algo más?—pregunta de cortesía.

—Yo estoy bien, pero el cerdito no se—respondio el albino.

—Joven, le traje esto, cortesía de la casa—le dejo en la mesa un pastel de chocolate—Disfrutelo—

    Se quedó mirando aquel postre, quería comerlo, pero... ¿Saben cuántas calorías tenía un pastel?, miles y no debía probarlo, sentía la mirada del mayor ponerlo a prueba, con delicadeza empujó el plato hacia adelante en señal de rechazo. Le importaba más su aprobación que ese postre.

—No gracias, ya estoy muy gordo— sonrió nervioso.

—Joven usted no está gordo—la mesera le acercó de nuevo el plato—Por favor, coma un poco—

—De verdad no quiero—nego de nuevo retirando el plato.

—Deje a mi novio en paz—hablo Gold, captando la atención de los otros—Si no quiere deje de insistir—

—Lo siento, solo trato de ayudarlo, esta muy flaco—admitió apenada.

—Su estado no es su problema—dejo el dinero en la mesa y jalo con fuerza del brazo de su pareja, lo estampó en una pared lejos del restaurante—¿Te gusta la mesera?—

—N-no—su voz temblaba.

—No me mientas, si bien que la veías a cada rato— dió un golpe a la pared asustandolo.

—Te lo juro—cerro fuertemente los ojos—Te amo a ti, solo a ti, te lo juro, te lo juro—

—Mas te vale, solo puedes amarme a mi, soy tu novio y tú eres mío, solo mio—tomo los hombros del chico—Cualquier persona con la que coquetees no volverá a ver la luz del día y todo será tu culpa, porque no voy a quedar como estúpido mientras miras a alguien mas—

—¿Cómo puedo mostrarte que solo te amo a ti?—sus lágrimas cayeron de sus ojos.

    Su forma de celar era muy fea, Gold se acercó a su cuello y mordió fuertemente esa zona, sacando un grito que fue callado por su mano que posó sobre esta, pataleo y se removió pero no lograba alejar a su novio, le dolía mucho y no podía detenerlo, cuando el mayor se separó fue cuando se aseguró de dejar una marca casi invorrable en la piel de su pareja, lamió la sangre.

—Te lo juro, yo no le coqueteé—se aferró a la ropa del mayor—Yo solo quería bajar de peso para gustarte—

—Jajaja—se separo mirandolo—Estas gordo y eso ni millares de dietas te harán bajar, resignate y aprovechame, por qué soy lo único bueno en tu vida—

—Si amor—abrazo a su chico-Eres lo mejor de mi vida, te amo demaciado, no me dejes nunca—

—Claro que no te dejare—correspondió el abrazo—"No aún"—una fría sonrisa se dibujo en su rostro—"Todavía quiero oírte gritar de dolor"—

—Amor, te amo mi vida—

—Lo sé cariño, también te amo—que fácil mentia— Si te celo mucho es por qué no quiero que te alejes de mi. Solo lo hago por tu bien—

—Lhaces por mí bien—sonrio ilusionado.

—Ven amor, vamos a comprar esa ropa que querias—le dio un beso en la mejilla—Seguro se te ven bien, como todo lo que usas—

—Sip, eres el mejor—lo suejeto de la mano mientras andaban, sentía el amor en el de nuevo.

   Era tan fácil engañar a Fred, tan manipulable, tan indefenso, sin saberlo lo hacía la víctima perfecta de el tétrico juego del albino, pero eso se dirá con el tiempo...

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