[Nivel 28: (Violar)] ✓

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   Advertencia: Este capítulo no es apto para gente sensible. Por favor si no toleras o soportas este tipo de contenido, te pido que no lo leas. Si aún así decides leerlo es bajo tu responsabilidad.

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     Ya no quería tolerar ese maltrato, tomo unas cosas y las guardo en su mochila, su novio no estaba si que aprovecharía eso para huir. Tomo las llaves de repuesto de la casa, había visto como el mayor las dejaba en el armario hasta el fondo, era más bajo pero la alcanzó con ayuda de diversos objetos, corrio a la puerta y antes de salir dió una última mirada al lugar donde acumuló tanto dolor y maltratos, donde lo retenían con engaños y mentiras. Abrió la puerta y salio corriendo directo a la recepción, tenía puesto ropa de su pareja, no planeaba salir desnudo a la calle. Al bajar por todo el edificio no vio a nadie, no había habitantes, parecía un lugar abandonado, hace mucho no salía de su casa así que no estaba enterado de nada. No le tomo importancia y fue a la puerta, estaba cerrada y bloqueada con tablones y demás, no tenía escapatoria.

— Compre todo el edificio y saqué a toda la gente—escucho una voz conocida que le helo la sangre—Sabía lo que harías así que deje la llave ahí a propósito—

— ¿Por que me haces esto?—murmuro asustado—Te ame, te ame demaciado—

— Ja, por favor Fred, me sigues amando y lo sabes—el silencio le dió la respuesta—Lo sabía. Eres tan ingenuo y tonto—se acercó hasta quedar junto a él y abrazo su cintura—Soy lo mejor en tu vida, quedate conmigo siempre y déjame amarte, te prometo que no haré nada, ¿Si?, Te compraré todo lo que quieras, te mimare, voy a amarte como tanto te prometí—puso más fuerza en su agarre, parecía desesperado—No puedes abandonarme... No sería nada sin ti—

— No me toques—movió su brazo hacia atrás y golpeó el rostro ajeno.

   El más alto se apartó por consecuencia, puso una mano en su rostro por el golpe, luego se escuchó un suspiro de su parte y volvió a alzar el rostro mostrándose una mirada vacía y sin vida, este se acercó al azabache quien no paraba de temblar.

—Solo quería tenerte para mí... ¿Eso es tan difícil de entender?—jalo a Fred y se acercó nuevamente a su cuello para morder lo con fuerza.

—¡No!, ¡Por favor!, ¡No quiero!—no importaba cuanto tratará, el albino era mas fuerte que el.

    Fred fue tumbado en el piso con el mayor sobre él, recibía mordidas en su cuerpo, sin ningún cuidado le fue quitando la camisa a tirones para después morder y jalar su delicados y lastimados pezones, trataba de forcejear, quería apartarlo de su persona para que no le hiciera más daño. Las prendas inferiores no tardaron en ser arrancadas de él, ya venía lo peor y lo sentía. Trato de cubrir su trasero cosa que se vio interrumpida por las manos de Gold que tomaron las propias y con algo de esfuerzo logro subirlas sobre su cabeza, dejando expuesta su intimidad, con una mano el albino logro desatar su corbata de su cuello y la ató a las manos de Fred para que dejara de pelear. Continuó mordiendo sus pezones y cuello dejando heridas abiertas o abriendo las que ya estaban.

—¡¡¡Ayudenme!!!, ¡¡¡Ahhh!!!, ¡¡¡Freddy!!!, ¡¡¡Mamá!!!, ¡¡¡Papá!!!—Grito a todo lo que su voz le daba, no quería estar ahí, ya no quería, lo amaba, era verdad, lo amaba demaciado y por eso no se fue, ahora pagaba las consecuencias de sus decisiones.

—Grita, amo tanto tus gritos y lamentos—

—¡Mmg!, ¡Dejame!—trato de patearlo pero no pudo, su contrario esquivo el golpe—¡Dejame hijo de puta!—

—Las grocerias suenan tan excitantantes cuando salen de tu boca—sin previo aviso se colocó en la entrada del menor.

—¡No lo hagas!, *Hip*, ¡Ya basta!, ¡¡¡Ahhhh!!!—entro de una estocada en su interior desgarrando lo—¡Ahhhh!, ¡Ahhh!, ¡Ahhh!—cada embestida era un fuerte grito que excitaba al albino.

    Una hora y media embistiendo lo de distintas formas, de perrito, el misionero, de pie, contra la pared, en todas el menor gritaba adolorido suplicando que se detuviera, en varias ocasiones lo ahorcaba para que el mismo llegara al orgasmo y Fred en ningún momento tuvo libido, no lograba ni una mínima excitación ante eso, la sangre escurría por sus piernas y se derramaba en el piso haciendo un desastre. Golpes y pellizcos eran proporcionados en su cuerpo causando dolor y sufrimiento, Fred se quería morir ahí mismo, ya no quería vivir. Ya no lo soportaba.

—¡Me duele!, ¡Para!, ¡Me estás lastimando!, ¡Ah!—extrañamente el mayor se detuvo y le dió la vuelta.

    Lo jalo únicamente para penetrar su boca, el pelinegro daba arqueadas, tenía el asqueroso pene su novio con su propia sangre en su boca llegando hasta su garganta, las embestidas eran profundas y dolorosas, su garganta raspaba. Sus entrañas también se desgarraron y la sangre seguía cayendo de su entrada.

—No vayas a morderme—advirtio jalando su cabello, luego volvió a empujarlo para entrar en su lastimada boca.

    Cuando acabó lo dejo caer en el piso desmayado, lo miro un momento, sabía que no estaba bien pero ese chico tenía que ser suyo de alguna manera. Y ya sabía cuál esa única manera; lo cargo en su hombro y subió por el elevador.

(☠️)

—¡Ahhhh!—los gritos de Fred volvieron.

    Gold lo había llevado hasta una habitación en la suit donde tenía guardado equipos de tortura, en este caso puso un vibrador giratorio de máxima potencia en el ano lastimado del chico, le estaba desgarrando el interior al punto de jalarle algo de carne de la zona, al igual que mordía y jalaba sus pezones.

—¡¡¡Ahhh!!!, ¡¡¡Ahhh!!!, ¡¡¡Ayudenme!!!, *Hip* ¡¡¡Por favor!!!!—suplico entre llantos.

    Al sacar el objeto de Fred este seguía dando vueltas permitiendo la sangre salpicar se por el lugar. El vibrador entro en el de nuevo, sacando gritos desgarradores, dejo ahí el objeto mientras ahorcaba al menor, este casi se desmayaba pero el mayor se detuvo al ver eso.

—Mantente despierto, quiero que lo estés en todo momento—Coloco al chico boca abajo y metio su miembro junto al vibrador, no espero nada para empezar a embestir con fuerza y rápidez.

—¡¡¡Ahhhhh!!!—lloraba y gimoteaba, a cada embestida mordía su labio y apretaba las sábanas.

   Su tortura duro hasta que el mayor se volvió a correr haciendo su interior arder, para Gold fue suficiente, arreglo su ropa y saco el vibrador dejándolo por ahí en el suelo, también lo desató sabía que el contrario no tenía fuerzas para moverse así que solo se quedó tumbado tratando de respirar.

—Lo siento Fred, es por nuestro bien, duerme bien bebe—beso su frente y salió de aquel cuarto.

    El cuarto tenía sábanas blancas que ahora eran rojas, una mesa negra en el centro, muebles normales de un cuarto elegante, decoraciones blancas y negras, un sillón y una tele en una esquina, una caja roja abajo de la cama, era un lugar tan hermosa como para ser lugar de una violación de esa magnitud. Cada que Gold quería entraba en ese lugar que cerraba con llave, solo iba a satisfacerse con Fred, hacerlo sufrir y llorar por no haberse ido antes...

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[ ☠️VIOLENTOMETRO☠️ ] (GoldFred) [Historia En Modificación: En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora