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La señora Mo es una omega amable y cariñosa, con una dulce voz y una paciencia inacabable —razón por la que quizás soporta la conducta de su cachorro rebelde hasta límites imposibles.

Es extraño verla molesta o sin una sonrisa en el rostro. Incluso a GuanShan le irrita que su madre en lugar de reprenderlo con palabras duras; ella le dice que lo haga mejor la próxima vez mientras acaricia su rostro.

Pero entonces... ¿Por qué su madre tiene los colmillos afuera y las orejas asomándose por su cabello mientas atraviesa el corredor de la escuela?

¡Oh cierto!, tiene la jodida marca de un alfa ahora.

Ve a su madre acercarse a toda velocidad hacía él y no puede evitar sorprenderse. Ella parece ser otra y a pesar de su pequeña estatura y de su frágil complexión; la mujer da miedo. 

— ¡GuanShan! —la mujer gruñe con una extraña combinación entre preocupación y cólera mezclándose en el rostro mientras le toma por los hombros. — ¿¡Te atacaron!?, ¿¡por qué tienes una marca!?, ¡todavía eres un cachorro! —los ojos de ella se cristalizan y su aroma nervioso impregna el aire del pequeño salón donde los han metido.

La marca en su cuello arde y siente un dolor tremendo que nunca antes a experimentado en todo lo que lleva de vida pero... Probablemente lo que más le duele a Mo GuanShan en ese instante es ver el rostro de su madre repleto de lágrimas mientras le pide perdón una y otra vez en susurros bajos.

— Mamá... —intenta decir Mo pero sabe que es mejor cerrar la boca cuando la pequeña mujer suelta un sollozo culpable.

— Perdón cariño. —susurra ella con la voz ahogada. — Mamá tiene la culpa, debí haberte protegido. Perdón Momo... —suelta, echándose a llorar.

¡Has algo, estúpido!

Su lobo ladra y suelta gruñidos angustiados. Mo puede sentirlo trantando de tomar el control de su cuerpo pero él lo encierra en una jaula en el fondo de su mente a pesar de los aullidos del animal.

Sabe que la criatura tiene razón; debe hacer algo.

Así que mandando toda su actitud de mierda al carajo; Mo se agacha para alcanzar la altura de ella y restriega su mejilla contra la de su madre en un silencioso gesto de decirle que todo está bien: — No llores mamá, no llores.

La mujer lloriquea con más fuerza, aferrándose al cuerpo de su cachorro como si quisiera comprobar que es real lo que esta pasando.

— Señora Mo... —el director del sector de omegas se muestra avergonzado y culpable al mismo tiempo. El lobo de edad adulta no sabe muy bien que decir en un momento tan delicado.

Oh, rayos.

La pelirroja rompe el abrazo y se posiciona frente a él, encarando al director con un semblante digno de un alfa.

— ¡Les confío a mi cachorro para que lo protejan de todo alfa o beta que quiera atacarlo y mire lo que pasa! —grita ella, su voz se apaga cuando las lágrimas comienzan a llenar sus ojos avellana de nuevo. — ¡Lo marcaron!, ¿¡sabe lo qué eso significa!?

¡Tienes que decirle que encontramos a nuestro
alfa, imbécil!

— Sé lo que significa, señora Mo. —murmura el hombre, sin saber bien a dónde mirar debido al nerviosismo. — Pero en el caso del joven GuanShan, no aplicaremos las reglas del consejo. —asegura, provocando que la mujer haga una mueca de confusión.

Papá y Papá  | 19 DaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora