Cuando era chiquita tenia un sueño: ser actriz.
Vivía interpretando, bailando, cantando, eso era lo que mas me gustaba hacer, ponía el cd de la novela que mas me gustaba y bailaba y cantaba hasta que los pies y el cuerpo no me dieran mas, hasta caer rendida al suelo y una vez que estaba tirada, llena de felicidad y cansancio me ponía a pensar como seria hacer eso todos los días, yo sabia que las personas que aparecían en las novelas eran actores que ese era su trabajo, crear personajes para que luego alguien los grabara y los pasara por la tv.
También sabia que eso era lo que yo quería hacer, cada vez que mi mama se perdia el capitulo de la novela de la noche yo la sentaba en una silla y le contaba todo el capitulo con lujo de detalles, le hacia cada personaje y le decía cada dialogo de la forma en la que mejor podía recordarlos. Ese era uno de mis momentos favoritos del dia, actuarle a mi mama, mostrarle como yo amaba actuar.
A los 11 años fui a mi primer clase de teatro, era algo nuevo para mi, yo sabia que amaba actuar, pero no sabia que eso se aprendia, que había personas que te enseñaban a como componer un personaje, a como pararte frente a escena. En ese momento fue que me di cuenta que nunca mas en mi vida iba a querer dejar de hacer eso, me sentía viva, si con con 11 años me sentía viva solo cuando actuaba, ver como me miraban con atención al impovisar y escuchar las correcciones de mis maestras, me di cuenta que no había nada mas maravilloso en mi vida que la actuación.
No veía la hora de crecer, en sexto grado de primaria yo sabia muy bien que quería irme a buenos aires a estudiar teatro y trabajar en novelas y teatros de alla, no sabia que tan lejos quedaba eso, pero yo tenia un sueño y nada me iba a frenar.
Crecí termine el secundario y contaba cada segundo que faltaba para mudarme, por fin después de tanto iba a ir detrás de mis sueños, era conciente que no era fácil, pero tenia mi sueño vivo y mas latente que nunca, solo me importaba cumplirlo. Ahora siento que ya no tengo nada. Ni un sueño, ni una ilusión. Esa nena que rogaba crecer y poder irse no sabia que las cosas se iban a complicar tanto. Ahora solo quiero volver a ser chiquita, volver a tener la ilusión, el sueño de vivir de lo que amo, que mi momento de felicidad sea actuar frente a mi mama su novela favorita y los show de canto que le hacia a mi familia en las reuniones familiares.
Crecer duele tanto y perder tus sueños a medida de los años duele el doble.
Y como lei una vez, ahora entiendo porque peter pan no quería crecer. La vida duele y mucho.
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Escritos.
PoetryLas palabras que no podemos decir nos quedan en la garganta, haciendo un nudo imposible de soltar. Nos dejan sin aire, nos aplastan el alma. A veces escribir es la mejor forma de liberar ese nudo, de liberar la angustia que nos aplasta el alma.