Escritos.

Abrazos.

Cuando era chica odiaba los abrazos, sentía que me axfisiaba, me sentía acorralada, era tan pequeña entre los brazos de las personas que me abrazaban que sentía que no me iba a poder liberar para poder seguir jugando.

A medida que fui creciendo me di cuenta que los abrazos eran todo lo contrario a lo que sentía de chica, me di cuenta que es una de las formas más hermosa de demostrarle el cariño que le tenes a alguien, que un abrazo no se le da a cualquier persona, sino que a las que querés de corazón.

¿Cómo un abrazo te va a dejar sin aire si es uno de los mejores remedio para eso? no hay nada que se pueda comparar con un abrazo de alguien que querés en ese momento en el que sentis que ya no podes ni respirar.

Y así abrazando y demostrando mi cariño de ese modo, un día llegaron tus abrazos, sabías claramente como calmarme, escucharme y darme las fuerzas necesarias para seguir o eso me demostrabas a mi, y yo sentia que por fin tenía en mi vida a alguien en quien podía confiar ciegamente sin que me fallará... Tus abrazos se volvieron tan especiales para mi que ahora ante cualquier situación que pase de angustia o alegría, siento la necesidad de ir corriendo a que vos me regales uno de esos abrazos que tanta paz me transmitían, esos abrazos que ahora le regalas a otras personas.

Abracemos más! Sin miedo, abracemos a quienes queremos, que nunca sabemos cuanto están esperando un abrazo nuestro. Abracemos más seguido que hace bien al alma y el corazón.