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Junta mundial en...¿Dónde?

Los asuntos importantes que se tenían que abordar en la junta por fin habían terminado. Ya habían cesado los gritos y las discusiones y ahora todas las naciones se encontraban sentados en sus respectivos asientos esperando el último punto a tratar.

En qué país sería la próxima junta.

Algunos europeos, como Inglaterra o Alemania, se movían incómodos en su asiento pues no querían que su casa fuera propuesta de nueva cuenta. Algunos otros les daba completamente igual como era el caso de los hermanos Italia y Grecia; mientras que muy pocos se mostraban emocionados para proponer su país como sede internacional.

- Muy bien, todos - habló de manera potente el alemán levantándose de su asiento y llamando la atención de los presentes – antes de que elijamos al azar, ¿Hay alguien que quiera proponerse?

Apenas había terminado de hablar cuando un latinoamericano se levantó con entusiasmo y alzó la mano.

- Yo propongo mi casa, México, para la sede que se realizaría en la Ciudad de México – habló con euforia a la vez que agitaba su mano.

Los demás lo voltearon a ver. La mayoría de las naciones le tenían cierto aprecio por ser tan entusiasta y amigable con los demás, además de que el clima cálido de su país siempre era buena excusa para escaparse de fin de semana y perderse de vista del mundo entero.

De inmediato varios siguieron la moción alegrándose de poder viajar fuera de sus respectivos continentes, hasta Inglaterra junto con sus hermanos daban el visto bueno asintiendo entre ellos pero...

Siempre había un mayúsculo pero y en este caso era estadounidense.

- ¿Están seguros de que quieren hacerlo ahí? Digo, después de todo es México...

Noruega rodo los ojos, Suiza masculló por lo bajo y Romano se dio un golpe en la frente. Perfecto, ya venía este a abrir su bocaza de nuevo.

- Oh, discúlpame Estados Unidos, ¿Crees que me faltan más tiroteos en las escuelas? - sarcástico contestó haciendo enfurecer al rubio.

Hong Kong e Islandia soltaron una risa burlona a la par que Prusia explotaba en risas haciendo cabrear aún más al de lentes.

- Vamos, mon petit – habló Francia atrayendo la atención de Estados Unidos – ningún país es completamente seguro hoy en día.

- ¡El mío sí! – exclamó Tino a lo lejos. Francia lo ignoró.

- ¡Así que vamos disfrutar esta salida! Oui? Oui! Perfect!

- Si no hay otra objeción México será la próxima sede. México les enviará el itinerario por correo. Hasta dentro de dos meses nos vemos, pueden retirarse.

México sonrió victorioso y festejaba en su lugar rodeado de los demás latinos que le festejaban haberle contestado de esa forma al gringo. Todos hacían un gran alboroto que el mismo Estados Unidos intentó ignorar para salir de la sala.

"Bola de escandalosos" pensaba el rubio mientras rodaba los ojos.

Ya estaba cansado, la junta y sobre todo esa última noticia lo habían dejado molesto. ¿Qué querían las demás naciones de su parte? ¿Qué brincara de felicidad y aceptara después de todo lo que el mexicano le había hecho? Pff, por favor. No podía siquiera recordar a Pancho Villa porque una parte de él explotaba en ira e indignación.

Exasperado se acomodó los lentes sobre el puente de la nariz y continúo avanzando hacia la salida del edificio.

Ya afuera fue interceptado por sus amigos, Dinamarca y Prusia, que se sonreían con complicidad.