XII

3.3K 360 92
                                    


-Yo no habría perdonado a mi alfa por una infidelidad. ¡Eso es humillante! Yo le habría roto el pene y obligado a que se lo comiera.

-Es por eso que no tienes pareja, Eunbi.

-No tengo pareja porque nadie es lo suñcientemente digno para mí -replicó Eunbi mirando sus uñas con interés.

YuNa suspiró, rodando los ojos mientras observaba a jihoon, que ese día había llevado a jeongin a las clases porque su alfa tuvo una operación de emergencia y no tenía a nadie que pudiera cuidarlo. El bebé, en brazos de jihoon, estaba mirando concentradamente un cubo rubik, tratando de girarlo con sus rechonchas manitos, ajeno a todo el mundo en tanto jihoon masticaba una manzana.

-No lo he perdonado -contestó jihoon distraído.

Eunbi resopló, levantando la vista.

-Deberias averiguar con quién te engañó -siguió picando Eunbi-, así le das una paliza.

YuNa golpeó a Eunbi en la cabeza, sacándole un quejido.

-De verdad, ¿no te cansas de ser mala? -regañó Eunbi-. Lo que menos necesita ahora jihoom es que no lo apoyemos.

La beta suspiró, negando con la cabeza.

-Es sólo que no puedo entenderlo -resp0ndió Eunbi-. Una infidelidad... ¿cómo puedes soportarlo?

No, en realidad no lo soportaba.

Varias noches se había sorprendido a sí mismo, mientras seungcheol le hacía el amor con total dedicación y ojos llenos de ternura y cariño, si esa omega de rostro desconocido que seungcheol había besado no sería mejor que él. Si no tenía mejores cualidades más acordes a las necesidades de seungcheol. Si no podía darle ese bebé que seungcheol tanto parecía querer.

Esa mañana había botado al basurero la tercera prueba de embarazo que se hacía desde que seungcheol lo marcó con el mismo triste resultado: negativo.

Jihoon era fértil, lo sabía, pero sabía también que sus hormonas no estaban en sintonía con las necesidades de su alfa porque estaban más preocupadas de envolver a jeongin para que estuviera bien y feliz. Sólo cuando jeongin fuera más independiente recién podría quedar preñado otra vez, pero para eso todavía faltaba, y no sabía cómo sentirse respecto a aquello.

-¿Estás seguro de que un día no aparecerá esa omega a decir que quedó en cinta? -preguntó sin maldad Eunbi.

Jihoon sacudió la cabeza.

-Seungcheol dijo que sólo se besaron -murmuró débilmente.

-Y el infierno es sólo un sauna -replicó Eunbi antes de ganarse otro golpe-. Deberías sacarle celos con Daniel. Nuestro pobre profesor te mira como un cachorrito -agregó Eunbí como si nada. 

Jihoon la miró con reproche, pero antes de poder hacerlo, jeongin se adelantó:

-No guta. El -miró a Eunbi con grandes ojos inocentes y la beta no pudo resistirse: a pesar de lucir como una chica despectiva con el mundo, tenía un corazón de oro, y no dudó en tomar a jeongin en brazos.

-No me acercaré a Daniel -le dijo a YuNa mientras su amiga se dedicaba a balancear a jeongin, sacándole carcajadas-. Seungcheol me está dando mi espacio, y yo también respetaré su pedido.

-¿El te pidió no acercarte a Daniel? -preguntó Eunbi con regaño en su mirada.

-No - Jihoon se encogió de hombros, viendo como los estudiantes entraban al salón para el inicio de la siguiente clase-, pero sé que no quiere que lo haga. No más mentiras. No más celos. No más problemas.

Kilig (Jicheol) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora