XIII

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Negativo. Otro maldito negativo.

Rabioso, tiró la prueba de embarazo al basurero, mirando su reflejo en el espejo, y se encontró con su cara haciendo una mueca molesta y de ira.

Era la cuarta prueba de embarazo con resultado negativo y estaba a punto de romper algo debido a la frustración y la pena. ¿Por qué su cuerpo no podía quedar preñado? ¿Por qué no podía darle un bebé a seungcheol?

Prácticamente hacía el amor con seungcheol cada noche, dejando que anudara y se corriera en su interior, permitiendo incluso que permaneciera dentro de él para aumentar las probabilidades de un embarazo, pero no había nada. Su cuerpo no respondía. Su omega se negaba a otro bebé por ahora.

Su triste, herido y frágil omega no quería un bebé de seungcheol, no hasta perdonarlo por completo.

Y jihoon tenía miedo de que eso afectara a su relación con el alfa.

Iba a casarse en una semana. Luego vendría la luna de miel. Y después... ¿después que? Seungcheol iba a querer bebés. Bebés que jihoon no podía darle. Bebés que podía buscar en otra persona.

¿Y qué pasaría con él? ¿Con jeongin? ¿Qué pasaría si a su alfa le decía que quería bebés y buscara a alguien más?

Jihoon tenía miedo de que eso fuera a ocurrir. Que lo abandonara por alguien que pudiera suplir sus necesidades. Por alguien que no llorara por un engaño ni a veces le hiciera el quite por el sentimiento de traición que le embargaba.

Existían alfas que buscaban más de un omega como pareja, y temía que seungcheol fuera uno de ellos.

Jihoon no quería compartir a seungcheol con nadie, lo quería sólo para él, para nadie más.

Suspiró, sentándose en la tapa del baño, y apoyó su cabeza entre sus manos. Segundos después, la puerta del baño se abrió.

-¿Mami? -balbuceó jeongin con los ojos cerrados-. ¿Ocupao?

Soltó una risa cansada.

-No, no, ven bolita de arroz -murmuró Jihoon causando que el bebé abriera los ojos y le sonriera, tambaleándose hacia él con sus manos extendidas.

-Pollito Pollito-balbuceó el bebé apoyándose en las rodillas de jihoon-. U-e-mos.

Tomó a jeongin en brazos, sentándolo en su regazo, y le besó la mejilla regordeta, causando que riera.

-¿A qué quieres jugar? -preguntó jihoon poniéndose de pie, jeongin abrazándose a su cuello como un mono-. Mmm... ¿y si vamos a jugar con seung y hyun?

Jeongin lo miró, arrugando los labios.

-No -refunfuñó-. Tigo no más. Te estanio. Papá abu-i-o.

Le pellizcó la nariz, negando con la cabeza, y lo dejó en el suelo dándole la mano.

Jeongin no lo diría, lo negaria, pero Jihoon se habia dado cuenta de que su bebé estaba comporténdose groseramente con seungcheol e incluso le hacía más pataletas que nunca.

Recordó de forma superficial la noche que pelearon, cómo jeongin había pasado sus manitos por las mejillas llenas de lágrimas de Jihoon para luego llenarlo de besos, diciéndole llorando también que no llorara, que no quería verlo triste, y que le sonríera con esa bonita sonrisa que tenía.

Jeongin parecía más vengativo que él mismo con respecto a la pelea que tuvo con seungcheol, pero si era sincero, no pensaba reprochárselo un poco.

-¿Y a qué quieres jugar? ¿A las escondidas? Mmm... -bajaron las escaleras lentamente, Viendo a jeongin ir saltando escalón por escalón-. Oh, pero ahora que lo recuerdo, teniamos que ir a retirar tu traje para la boda, jeongin.

Kilig (Jicheol) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora