Kilig (Jicheol)

XVIII

Seungcheol estaba a punto de tener un colapso nervioso cuando marcó por décima vez el número de jihoon mientras conducía, siendo mandado al buzón de voz, diciendo que el celular del omega estaba fuera de servicio o apagado, y terminó dirigiéndose a una de las direcciones de los amigos del chico, rogando a cualquier Dios que jihoon estuviera allí para que así pudiera hablar con él y contarle toda la verdad.

Decirle que nunca lo había engañado, que ese hijo no era suyo, que wendy estaba mintiendo y que ellos podían, de alguna forma, salvar su relación.

Seungcheol necesitaba verlo a los ojos y contarle toda la verdad para que así el dolor que sentía pudiera desaparecer aunque fuera un poco.

Tocó la puerta del departamento, desesperado, y una chica

-¿YuNa?- abrió con una expresión de sorpresa.

-Jihoon, ¿está jihoon aquí?- preguntó respirando entrecortadamente.

La chica lucía confundida, atónita.

-¿Hoon? No, él… -arrugó el ceño-, jihoon no ha estado aquí desde que se fue con Daniel.

No mentía, porque su alfa no percibió ningún aroma conocido en el departamento, ninguna presencia amada.

Asintió, girándose, pero antes de poder seguir caminando, la chica volvió a hablar:

-Eres su alfa -afirmó, y seungcheol se detuvo, mirándola por sobre su hombro.

-Sí -murmuró soltando el aire de su boca.

-¿Para qué lo buscas? -pregunto YuNa bruscamente-. Creo que ya has hecho suñciente por él.

Su primera reacción habría sido mandarla al diablo, gruñírle en voz baja e intimidarla para que no le estuviera jodiendo, sin embargo, trató de controlarse y asintio, dándole la razón porque la omega frente a él no mentia.

Fue incapaz de proteger la estabilidad emocional de jihoon, fue incapaz de cuidar de él y de jeongin, y fue incapaz de ser honesto con el único omega al que su alfa había querido.

-Necesito encontrarlo y... y decirle que... Se quedó callado unos segundos. ¿Decirle que?

Le iba a contar la verdad, por supuesto, ¿y luego qué? ¿Qué le iba a decir? ¿Qué le perdonara?

Puede que seungcheol no se hubiera acostado con wendy, pero de todas formas, también le mintió a los ojos, le dijo cosas horribles y quiso fmgir que nada malo había pasado entre ellos cuando la relación no estaba bien.

-Necesíto decirle que lo amo. Y su voz salió rota, destruida.

YuNa le miró en silencio para luego soltar un ruido despectivo.

-Como si eso fuera suficiente -dijo antes de cerrar la puerta.

Sí, a veces simplemente amar no era suficiente.

Pero trató de ignorar esa vocecíta en su interior que le decía que se rindiera y salió del ediñcio, caminando hacia su auto.

Apenas se puso el cinturón, su móvil comenzó a sonar.

Observó el número.

-¿Jihoon? -preguntó de golpe, contestado, su voz teñida de esperanza.

Escuchó una respiración tras la línea; después, sólo silencio.

Iba a volver a hablar cuando jihoon contestó:

-¿Para qué me llamas? -preguntó con tono monótono.

-Necesíto verte -se apresuró a decir atropelladamente, tan rápido que sus
palabras eran apenas claras-, necesito estar a tu lado, mi amor...