6 • ¿Qué hacer?

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Pasaron los meses y cada semana recibías  una carta anónima, una más hermosa que la anterior. No podías creer que alguién tuviese tanto talento para la escritura y menos que tú fueses su inspiración.
Nadie conocía la existencia de estas cartas, para tus amigos ya era normal que cada semana "tu madre te envie una carta"

Para mediados de diciembre, el cajón de tu mesita de noche se encontraba llena de las cartas. Y tu seguias si saber de quién podrían ser. Al principio crías que podria llegar a se una broma, pero con la constante llegada de cartas supiste que era enserio.

Tu relación con George iba muy bien, llevaban más de tres meses juntos y nadie lo sabia ni lo sospechaban. Sus reuniones nocturnas continuaban, se la pasaban hablando de lo emocionado que estaban por los últimos acontecimientos que han estado sucediendo en Hogwarts. La llegada de estudiantes de otros colegios de magia; la nueva norma de que los menores de 17 no podían ingresar al torneo; la vez que George y su gemelo tomaron una porción de edad para poner sus nombre en el cáliz, pero por un hechizo de Dumbledore los convirtió en ancianos (nunca te habías reído tanto en tu vida); la sorpresa que se llevaron todos cuando Harry salio elegido como cuarto competidor; la angustia que tuvieron en la primera prueba, cuando Harry tuvo que combatir a un dragón para robarle un huevo; y la felicidad de que sobrevivió. Y ahora había una nueva novedad. Se estaba organizando un baile de Navidad, la idea de vestirte de gala e ir con tu pareja  y bailar toda la noche te hacían mucha ilusión, ya habían decidido ir juntos y mostrarles a todos que tenían una relación.

~•~•~

Llegó el dia del baile, te encontrabas en tú habitación arreglandote para esta noche. Te habías puesto un vestido rojo que combinaba con tus labios. Realmente estabas hermosa.
Tu amiga entró en la habitación, y te encontró frente al espejo.

- Wow!!! Esta bellísima. Ese color te queda divino, y esos tacones te súper estilizan - al no responder se percató de tu mirada perdida - oye - dijo, ponindote la mano sobre el tú hombro para que la miraras - qué sucede?

"Estoy muy confundida. No se que hacer" Pensaste

Y es que claro, no todos los días te llega una carta de tu admirador secreto pidiendo que se reunirce en un lugar a la misma hora que habían acordado con tu novio encontrarce en un lugar completamente opuesto al otro. Te encontrabas en una lucha interna. Por un lado querías cumplir con lo que habían acordado con George, que era mostrarles a todos que estaban junto, no podías decepcionarlo y dejado plantado. Pero por el otro lado, te encontrabas muy intrigada con descubrir la identidad del escritor de las cartas.

Eso era lo que te sucedía, pero no podías decírselo a Ginny, ya que ella, ni nadie estaba al tanto de la situación.

- Nada nada. Me estaba preguntando si me debería recoger el cabello - dijiste tratando de parcero lo más natural posible.

- Ah noo. Así te queda hermoso.  Y yo? Que tal? - dijo alejándose unos pasos y dando un giro en el lugar para que pudieras apreciar por completo su vestido rosa y verde.

- Pareces una princesa - respondiste con una tierna sonrisa. Tu amiga te abrazó en forma de agradecimiento.

- Vamos, ya hay que irnos. Hermione me pidió que la esperemos en la entrada del Gran Comedor.

Salieron de la habitación, y tú todavía no habías que hacer.



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