Relato XIII: Los hijra

55 6 0
                                    

Los hijra son considerados en la India como parte de un tercer género

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los hijra son considerados en la India como parte de un tercer género.

La mayoría de estas personas son hombres o intersexuales que visten ropa de mujer y se refieren así mismos en femenino, no obstante también hay mujeres hijra pero en un menor número.

La presencia de los hijra en la cultura de la India es de larga data, inclusive siendo mencionados en el Majabhárata, un texto religioso y épico de más de dos mil años de antigüedad, además de haber tenido presencia en las cortes del Imperio Mongol en la India.

El origen de los hijra se remonta a una leyenda de la religión hinduista del siglo noveno de nuestra era. El dios Krisna escuchó al hijo de su primo Aryuna, Iraván, lamentarse que moriría virgen, por lo que se transformó en la diosa Mojini.

Los ritos de los hijra consisten en peregrinar cada año a Kutayan, al sur de la India, para casarse con Iraván, la deidad ya mencionada. Para la ocasión incluso llevan puestos vestidos de novia ceremoniales y al morir el dios simbólicamente, se transforman en viudas y cortan sus pulseras y demás accesorios.

Los hijrah recurren también a la castración de forma voluntaria y cuando lo hacen tienen que volcar leche sobre un río simbolizando la perdida de la oportunidad de tener hijos. Al hacer esto se cree que al hijra adquiere poderes divinos capaces de maldecir o bendecir a una persona.

Los hijra asisten a nacimientos ofreciendo cantos, bendiciones, buenos augurios y una larga vida al recién nacido, además de librarlo de cualquier maldición que pudiese haber caído en él. Se les paga con azúcar, dinero y arroz, pero si los hijra consideran que no fue suficiente su paga, pueden maldecir al niño haciendo que sea infértil en su vida adulta.

Como se mencionó anteriormente, los hijra tuvieron una gran importancia durante la dominación mongola de la India. Trabajaban desde niñeras hasta consejeros de jefe de estado. También podían optar a grandes riquezas, terrenos y palacios e inspiraban respeto y fe ante quienes acudían a pedir su ayuda.

La situación de los hijra empeoró enormemente con la ocupación británica de casi todo el Indostán. Las leyes homofobicas impuestas por los colonizadores europeos obligaron a los hijra a vivir en la clandestinidad y a recurrir a la prostitución como sustento económico.

A finales del siglo XX la homofobia comenzó a cesar en la India, tanto que se eligió a un alcalde hijra llamada Madhu Kinnar, quien fue electa alcaldesa de Raigarh.

Algunos hijra renuncian a toda forma de relaciones sexuales y quienes ejercen la prostitución, no consideran sus encuentros sexuales como tales, sino como un trabajo.

Algunos varones homosexuales que tuvieron el rol de pasivos en encuentros sexuales deciden convertirse en hijra pues se sientes ''inútiles'' después de haber tenido sexo.  

Historias, leyendas y relatos LGBT+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora