Relato VII: Carmilla y Laura

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Carmilla y Laura son las protagonistas de Carmilla, un libro escrito por Sheridan Le Falu.

La historia se ambienta en Austria, donde Laura junto con su padre, un oficial inglés retirado, y los criados de estos vivían en un castillo. Laura a los seis años de edad tuvo un sueño en el cual estaba en un bello dormitorio y que de repente una bella mujer se presentaba al lado de su cama. Ella despertó al sentir punzadas en su cuello, pero no había rastro de herida alguna.

Laura, ya como adolescente, esperaba la llegada de su amiga Bertha, que era la sobrina de un general amigo de su padre. La tristeza la invadió al saber que Bertha había fallecido de manera misteriosa, por lo que deseo enormemente una nueva compañia para que estuviese con ella.

Un día un carruaje sufrió un accidente cerca del castillo. Resulta que dentro del mismo viajaba una mujer y su hija adolescente que era Carmilla. Esta última quedó inconsciente por el accidente y su madre necesitaba rápidamente irse por lo que se decide que a Carmilla la cuidarían en el castillo de Laura y de su padre por un tiempo hasta que su madre la recogiera de vuelta en tres meses.

Durante ese tiempo Laura y Carmilla forjan una gran amistad, pero Laura comienza a notar cosas extrañas en la recién llegada: cuando se le preguntaba algo de su pasado, ella por todos los medios evitaba decir algo, despertaba solo después de medio día, a veces se encerraba en algún cuarto por horas sin dar señales de que realmente estuviese ahí, también Carmilla hacía bromas picaronas y románticas a Laura. 

Poco después de la llegada de Carmilla al castillo, en un pueblo cercano las niñas y las jóvenes comenzaban a morir por misteriosas razones. Una de las caravanas fúnebres pasó frente al castillo, situación en la cual Laura aprovecho de unirse a los cánticos cosa que enfureció enormemente a Carmilla que la regaño porque ''le estaba haciendo daño a sus oídos''. 

Un momento importante en la historia es cuando al castillo llegan pinturas y otras reliquias familiares que fueron mandadas a reparar. Laura observa con detención la pintura de la Condesa de Karnstein, Mircalla, una antepasada de ella y se da cuenta que exactamente igual a Carmilla, incluso en la posición del lunar en el cuello. Carmilla dice que es posible que ella también sea descendiente de los Karnsteins. 

Durante el tiempo en que Carmilla vivía en el castillo, Laura soñaba constantemente en dos pesadillas: La primera era que un enorme felino negro se adentraba en su habitación y le mordía el pecho para que posteriormente escapara atravesando las paredes tomando una figura femenina y la segunda es que escucha una voz que le dice ''que su madre le advierte del asesino que ronda por ahí'' y una luz ilumina a Carmilla, que esta parada a los pies de su cama cubierta de sangre. Pronto la salud de Laura comienza a declinar, por lo que su padre llama inmediatamente un médico. Este insistió que a Laura no se le podía dejar de cuidar por su delicado estado de salud. 

Laura y su padre van a visitar a Karnstein, devastado por las muertes de casi todas las niñas y mujeres jóvenes, dejando a Carmilla al cuidado de una de las sirvientas del castillo. Durante el camino al pueblo se encuentran con el general Spielsdorf, tío de la fallecida amiga de Laura, Bertha. 

El general les cuenta que antes de la muerte de Bertha, ella y él estaban en un baile de disfraces de la alta sociedad donde conocieron a una bella adolescente llamada Millarca y a su misteriosa madre que les pidió que si su hija pudiera quedarse con ellos durante tres semanas mientras atendía un asunto de alta importancia. 
Durante el tiempo donde Millarca vivía con ellos, Bertha se puso gravemente enferma, teniendo los mismos síntomas que Laura. Tras la visita de un doctor sacerdotal, el general se dio cuenta de que un vampiro visitaba a su sobrina por lo que planeó una emboscada ocultándose con un hacha en el ropero de su sobrino en la noche. 

Finalmente la presencia se hizo presente y el general la ataca. La presencia toma la forma de Millarca y escapa sin ningún rasguño, mientras que Bertha muere en ese momento. 

Al llegar Laura y su padre a Karnstein, este último le pregunta a un leñador donde esta la tumba de Mircalla Karnstein, este le responde que la tumba fue reubicada después de que un héroe  logró expulsar a los vampiros de la región que acechaban por el lugar. 

Mientras el general y Laura esperaban al padre de esta última en una capilla en ruinas, Carmilla se presenta. El general de manera casi automática ataca a Carmilla cuando la pudo reconocer pero esta logra desarmarlo y huir del lugar. El general le explica que Carmilla, Millarca y Mircalla son la misma persona, solo que el orden de las letras cambian en sus nombres. 

Laura y el general logran contactarse con el Barón Vondenburg que es descendiente de aquel héroe que liberó a la región de los vampiros. Vondenburg explica que su antepasado se involucró sentimentalmente con la condesa Karnstein antes de que esta muriera y se convirtiera en una vampiresa. 
Vondenburg usando las antiguas notas de su antepasado logra ubicar la tumba de Carmilla/Millarca/Mircalla. Una comisión imperial logra abrir la tumba y el horror se hace presente: El cuerpo de la condesa estaba totalmente cubierta de sangre, con su corazón palpitando, respira y abre sus ojos. Se logra asesinar a Carmilla clavándole una estaca en su pecho. Su cuerpo ya muerto fue incinerado y sus cenizas son arrojadas a un río cercano. 

El padre de Laura la lleva por un año a Italia para que se recuperase su salud, pero esta nunca logra recuperarse totalmente. 






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