Puesto de control 1, Ajusco
Estados Unidos de Toltec
[Al menos 50 personas trabajan en el interior de esta sala bien iluminada, con aire acondicionado en verano y calefacción en invierno. Cientos de monitores con imagen de video en tiempo real, además de pantallas con muchos puntos azules -algunos estáticos y otros que cambian de posición muy lentamente- y unos cuantos rojos -que se mueven más rápido-, iluminan los rostros de los "zetas", el cuerpo de guardias que vigilan el perímetro del Distrito Federal, la antigua capital de los extintos Estados Unidos Mexicanos. El radio crepita y mi interlocutor, Carlos Alarcón, el ZB-15, atiende la llamada.]
«Tenemos un codigo rambo en la zona de CU (1), cambio.»
Zona de CU. ¿A quién teníamos ahí?
[La pregunta es para una de sus asistentes.]
Asistente: El Alfa-45.
Alarcón: ¿Alfa-45? ¡Ese pinche cubano loco! [Vuelve a hablar al radio] ¿Requerido 2 y 25? Cambio.
«Negativo 2, positivo 25.»
[Voltea a verme.]
2 es búsqueda y rescate. 25 es asistencia médica.
[Vuelve al radio.]
Envío 25 inmediato. T.E.A. (2) 10, cambio y fuera.
[Deja el radio a un lado, sube los pies en el escritorio, cruza las manos sobre la cabeza y voltea a verme.]
Suele pasar. Estos tipos ricos que solo buscan el subidón de adrenalina pierden el control apenas empiezan los disparos. Sobre todo estos pinches cubetas (3), como lo más que vieron de acción en la guerra fueron los fríos submarinos que les llegaban a sus playas y el ocasional barquito, o barcote, de refugiados que había sido barrido por la infección, no tienen ni idea de que lo mejor para cazar zombis es el sigilo y el acecho. [Se encoge de hombros] Pero bueno... quién soy yo para juzgarlos; mientras paguen, mi trabajo será sacarlos vivos del hoyo.
Pero ya ha habido muertos y desaparecidos.
[Voltea a verme de soslayo.]
Algunos, no puedo negarlo, pero ellos sabían en la que se metían, firmaron su deslinde y nos eximieron de toda responsabilidad.
Además, la mayoría han sido banqueros, empresarios, gente que antes de la guerra pudo refugiarse en sus bunkers y fortalezas impenetrables y que sienten que se perdieron la acción y ahora quieren compensar su falta de pelotas con una buena cacería.
Los profesionales son muy diferentes, esos que, al contrario, vieron tanta acción que ahora son adictos a la adrenalina y prácticamente no pueden vivir si no se despachan algunos cuantos fríos al año o al mes. Hemos tenido unos pocos de esos, también; es decir, con tantas zonas blancas que todavía hay en el mundo, sus servicios todavía son muy bien pagados y no nos necesitan. Los pocos que han venido son los que quieren retirarse del servicio activo, pero que todavía necesitan el subidón de vez en cuando para mantenerse cuerdos y no hacer una barbaridad como rafaguear una escuela o un centro comercial.
«¿Centro de control? ZD-25 reportando, rebaño aproximándose al perímetro. Área 31. Cambio.»
Disculpe un segundo. [Vuelve a tomar la radio.]
¿Área 31? ZD-25, reporte su 15, cambio.
«15, media docena, cambio.»
Copiado. Envío unidades ZC. T.E.A. 25. Cambio y fuera. [Voltea a ver a su asistente] Ramírez, estoy hablando con el míster. A menos que infecten a todos los Alfas de un jalón no quiero más interrupciones, ¿entendido? Hazte cargo.
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Guerra Mundial Z. México
Fanfiction20 años han pasado desde lo que los historiadores y expertos consideran el inicio de lo que se ha dado en llamar la Guerra Z y apenas 10 años desde que se declaró el Día VC, o el día de la Victoria China, que es lo que, formalmente, se considera el...