Capitulo 29

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(Narra James)

En la casa después de haber dejado a mi hermana en el instituto yo estaba haciendo los deberes a punto de terminar hasta que recibí una llamada.

-Hola James-

-¿Malese quién te dio mi número?-

-Eso no importa, voy a cancelar "nuestra cita"-

-Que bien-

-Ahora tengo a Beau que es mucho mejor que tu-

-Dudo que sea mejor que yo pero aún así me alegro que ya no vayas a estar detrás de mi-

-Ya veremos-dijo y colgó.

Me sentía sin un gran peso de encima. Ahora ya no tenía que soportar a Malese en una cita.

De nuevo me interrumpen, esta vez tocando el timbre. Era la mamá de Sam.

-¿Victoria?-

-No me esperabas ¿verdad? He traído a Valentina, Gina está enferma y no podrá cuidarla, no sabía a quién recurrir y decidí traerla aquí-

-Estoy un poco ocupado...-

-Te juro que te daré una paga, traje una mochila con sus cosas, sé que ella ya no es un bebé, pero come lo que uno, te la encargo por favor James-

-No sé si podré...-

-¿Si?, muchas gracias, vengo a recogerla a las 8:00-

Y ella se fue dejándome a su hija a mi cargo.

Lo único que quedaba por hacer era cuidar a Valentina, quien había quedado bajo mi responsabilidad. Veamos que tan buen niñero es James Maslow.

-¿Qué quieres hacer Val?-

-Quiero jugar-

-Bien, ¿trajiste juguetes?-

-No, ¿me prestas un juguete?-

-Claro que si-

Fui a mi recámara y me encerré sin que ella se diera cuenta. Le acababa de mentir, yo ya no tenía ningún juguete.

Busque entre mis cosas, sólo tenía un pequeño carrito de bomberos que mi abuelo me regaló cuando nací y en una caja que estaba debajo de mi cama aún tenía bloques de construcción.

Volví a donde estaba Valentina y la encontré atenta esperándome sentada en el sofá.

Le presté los juguetes que había encontrado. Ella quedó impresionada ante lo que le había llevado.

Valentina era una niña muy agradable, a diferencia de su hermana, ella nunca trataba de perseguirme hasta el punto de llegar a ser fastidiosa.

-¿Tienes hambre?-

-Si James-

-¿Qué te ha traído tu madre?-

-Leche en polvo y puré de frutas-

-¿Quieres comerlo justo ahora?-

-Por favor-

Le preparé su bebida en un pequeño vaso y para ver a que sabía probé un poco. No estaba nada mal. Ahora entendía porque a los niños les encantan estas cosas.

Cuando término su comida volvió a jugar. Después de un tiempo se aburrió.

-James, ya no sé que hacer-

-¿Quieres que te preste algún videojuego?-

-Nop-

-¿Entonces que es lo que quieres?-

-Quiero otros juguetes, enséñame los de _____-

-Lo haré-

Al parecer ella no sabía que nosotros ya no usábamos mucho los juguetes. En la recámara de _____ sólo habían a la vista peluches, no me pondría a buscar por todo ese lugar alguna cosa indeterminada.

Le iba a prestar de nuevo a Valentina un juguete. Ahora sería un pato de felpa de mi hermana. Fue su posesión más preciada durante un buen tiempo. Hasta le había asignado un apodo, el cual no recuerdo.

-Te he traído a un amiguito-

-¡¡Genial, yo adoro a los patos!!-

-Que bien-

Recordé que _____ y Sam habían ido a hacer un trabajo en equipo a casa de Todd, que quedaba a tres cuadras de aquí y que regresarían hasta tarde.

Considerando la situación, en lugar de preparar algo bien organizado, decidí sólo hacer algo de comer para mi.

Vi lo que había en la alacena. Finalmente metí sopa instantánea en el microondas y eso fue lo que comí.

Pasaron las horas volando. Sin esperármelo ya había llegado Victoria para llevarse a Valentina.

-Gracias por todo James, no sabes cuanto te lo agradezco-

-De nada-

-Hasta pronto James-dijo la pequeña antes de irse tomada de la mano con su mamá.

Sin otra presión de encima me dediqué a terminar lo no concluido. Me invadió de repente el pensamiento de que Valentina se había llevado el pato de ____, aunque espero que ella no se dé cuenta que no está en esta casa,

Y hablando de mi hermana, ella había llegado.

-¿Cómo te fue _____?-

-Mañana hablamos ¿si?, estoy cansada-

-Okay-

Mi querido hermano (James Maslow y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora