Capitulo 44

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Necesitaba respirar, todo daba vueltas. Seria por lo nerviosos que estábamos, últimos cinco minutos y podría descansar. Aunque algo no me dejaba tranquilo.

«¡Señores, no habíamos presenciado empate en finales desde hace más de seis años, es algo que no ocurre todos los días!»

-Cuanto más habla, más irritante se vuelve-decía quejumbroso Cody-podría decirse que tenemos una pequeña ventaja que, si no aprovecháramos, nos la arrebatarían.

Cody tenía razón, ellos ya tenían un jugador menos. Lo que quizás nos afectaría seria la inseguridad de Logan. ¡Que chico! Decir que aún es un novato en este rango.

El primer equipo en hacer una anotación se llevaría el triunfo. Fácil para cualquiera que no conociera la complejidad del juego. Difícil para el que no tuvo la suficiente preparación para el día de hoy.

Entre el público podía divisar fácilmente a mamá, papá, ____ e incluso Sam y Victoria, quienes habían obtenido entradas gratis por ser familiares y amigos míos. Y desde luego también se había presentado Cole Louis Brown.

Kendall y Carlos habían venido por su propia cuenta, igual para verme y apoyar.

Veía dos claras emociones en la cara de Kendall: emoción y tristeza a la vez. Él pudo haber sido un gran jugador como ahora lo era yo.

El chirrido del silbato, de nuevo, hizo que esto comenzara.

Sentía la adrenalina; estaba pasando intensamente. Y eso solo fue en los primeros dos minutos.

Volteé a ver el marcador del tiempo, no pasaba nada en el juego a pesar de que tuve varias veces el control del puck.

Fue cuando volví la mirada a Logan.

-¡Logan, a tu derecha, a tu derecha!-aún pude decirle.

Aquello fue en vano, ya era demasiado tarde. En cuestión de segundos, Logan volteo a la derecha justo cuando otro jugador pasaba con el puck, no le bloqueo el paso y siguió.
El arquero ya no podía hacer movimiento que no lo perjudicase.

Todos aquellos del equipo contrario levantaban los sticks, mostrando la victoria. Yo no le podía dar crédito a mis ojos.

Habíamos llegado tan lejos, de lo que pudo haber sido nuestro primer campeonato ganado. Seguro que esto decepcionaría a Cole.

Estaba acabado por dentro. Nos habíamos esforzado, nos habíamos preparado. Era injusto por una parte y era justo por el descuido a su vez.

Al instante los chicos me habían vertido una cubeta de bebida energética en la cabeza. Ellos ya no parecían tan derrotados como yo.

-¡Ya sonríe! Hemos ganado el segundo lugar, no cualquiera lo hubiese hecho-escuche que alguien dijo por ahí.

-Lo has hecho mejor que yo-decía Paul mientras se desprendía la franja de tela roja con la letra "C" del jersey-esto te lo mereces-

-¡Muchas gracias Paul! Enserio no lo esperaba-le agradecí y me coloque la franja.

Claro que nos dieron medallas y un trofeo, no tan grande como el de primer lugar, pero lo valía. Decidimos tomar una foto para recordar el momento, junto con nuestro entrenador, el también merecía ser parte de esto.

Al momento en que iba a dejar el hielo, Cole llego.

-Lo siento, sé que es lo que dirá...-

-¡Enhorabuena James!-me felicito y saco una pequeña libreta.

-¿Como ha dicho?-le pregunté para asegurarme por si hablaba enserio o estaba siendo sarcástico conmigo.

-Te he felicitado muchacho, como puedes ver tu...-le interrumpí.

-Le he fallado y es algo que...-

-¿Podrías dejar de interrumpir por favor James?, trato de explicarte algo-

-Entonces le pido una disculpa-

-He visto tu actuación el día de hoy, y debo decir que es igual de impresionante que las anteriores y aunque no hayas sido el capitán durante el juego y por lo que veo creo que ya lo eres-se fijó en mi jersey-conseguiste liderar al equipo de manera que aquellos que se sentían inseguridad de si mismos lograron lo que no imaginaban y es por eso, además de tus habilidades, ese liderazgo y actitudes tuyas son las que busco en un jugador profesional-

-No sé que decir...-

-¡Hey, no he terminado!-me miró un poco severo-quiero que sepas que yo no te veo como una fábrica de dinero andante, como algunos pensarían que soy-

Comenzó a hacer anotaciones en aquel cuaderno que traía consigo.

-...Maslow, lo espero en las grandes ligas como jugador amateur en un año, ya me dirá en cual de nuestros equipos quiere debutar en la temporada que viene, claro, si es que decide aceptar-

-¡Por supuesto que quiero esto de verdad!-le dije entusiasmado.

-Nos vemos entonces, me despido-se alejo y lo perdí de vista entre la multitud.

Después de todo lo que ocurrió esta noche se podría decir que no me fue mal.

-¡James, James, James!-se acercaba mi hermana para darme un abrazo-no me importa que no hayan ganado, para mi lo hicieron-

-No estoy triste, para nada, podemos mejorar-

-Vi lo que sucedió con Logan, está lamentándose por haber hecho perder al equipo, hablé con él y lo único que conseguí fue empeorar las cosas, perdona-

-Lo solucionaremos en otro momento, ya se me ocurrirá algo-

Se acercaron mis padres, Sam y su madre.

-Felicidades James-dijo Victoria-siento mucho no poder ir a la celebración, Sam y yo nos tenemos que ir-se despidieron para luego irse.

¿De qué celebración estaba hablando?

-Sabemos lo de NHL, queríamos felicitarte, siempre supe que mi hijo llegaría a cumplir sus sueños-decía mamá, tan motivada como siempre.

-Claramente nos enorgullecen-dijo papá.

-¿Que te parece si vamos a aquella pizzería a la que solíamos ir hace tiempo?, ya sabes para celebrar-sugería mamá.

El resto del equipo accedió a ir con nosotros, incluso Logan, Carlos y Kendall.

Llegamos a aquel lugar al que comenzábamos a ir mi equipo y yo desde que éramos unos pequeños, después de cada partido que ganábamos.

Recuerdo que cuando tenía doce años fue cuando veníamos a por las primeras competencias a las que calificábamos. ¡Qué tiempos!

Me sentía otra vez de doce años, ahí sentado, con una rebanada de pizza frente a mi. Con mis amigos a un lado.

Veía Kendall con aire melancólico.

-¿Todo bien Kendall?-

-Sinceramente quisiera volver a jugar, me sentiría mejor-miró sin apetito su pizza-creo que debe ser genial ir a equipos grandes de hockey, como tu.

Pobre Kendall.

Un par de años atrás, se accidentó en automóvil junto con su hermano, no tenían la culpa ellos; era de aquellos casos de imprudencias por parte de otros. Tuvo lesiones graves en algunos huesos. Para su fortuna, todavía puede caminar, correr, hacer algunos ejercicios y cosas por el estilo, pero le prohibieron hacer deportes físicos extremos, con cargas sobre el cuerpo como fútbol americano, boxeo y desde luego hockey.

Quise subirle los ánimos, como su amigo. Me dijo que pronto hallará algo que le apasione tanto como lo hizo el hockey en su momento.

Mi querido hermano (James Maslow y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora