(Narra Aitana):
Me despertó la voz del médico a las 10 de la mañana después de habernos quedado todos dormidos en la sala de espera esperando que nos dijesen algo sobre Luis
-¿Familiares o amigos de Luis Cepeda? — preguntó el médico
-Nosotros — respondimos todos
-A ver Luis está bien, estaba desmayado porque estaba muy débil de no comer nada ni beber pero ya está perfecto, lo único que os aconsejaría que solo pasase una persona y que los demás lo viesen cuando le den el alta porque se puede agobiar
-Ok muchas gracias doctor — dijo Noemí.
-Entra tú Aitana — dijeron todos.
-Ok chicos cuando le den el alta os aviso y por favor Noemí ¿te puedo pedir un favor?
-Si, claro
-Llama a los padres de Luis y dile que esta todo bien
-Ok, perfecto
Los chicos se fueron y yo entré en la habitación. Me derrumbé al verle allí dormido lleno de cables. No me puedo explicar como he podido estar saliendo con un chico como Vicente. Le agarre la mano y le empecé a hablar
-Luis soy yo Aitana
-Aitana...
-¿Como estas? — dije llorando
-Bien pero por favor pequeña no llores
-Es que me siento culpable por todo lo que te ha pasado
-Shh, no digas eso en tu vida, tú no has tenido la culpa de nada peque
-Luis que no me digas peque
-Oye que estoy malito — dijo poniendo pucheritos.
-Ay que mono😍
Más tarde le trajeron la comida a Luis y después se quedó dormido. Por la noche le trajeron la cena
-Ey peque, ¿estás incómoda en el sillón?
-Un poco pero da igual
-Ven túmbate aquí conmigo
-No que te voy a molestar
En ese momento puso pucheritos otra vez
-Valee
Me tumbe a su lado y me cogió la mano
-Te veo desanimada
-Si porque si yo hubiera aclarado todo lo que siento por ti en un primer momento esto no habría pasado
-¿Y que sientes?
-Pues que te amo😍
Poco a poco nuestras caras se fueron acercando y ambos podíamos oír nuestra respiración agitada, él me cogió la barbilla y los dos nos fundimos en un gran beso que ambos necesitábamos. Así nos quedamos los dos dormidos cogidos de la mano y muy felices por lo que había pasado