[005]

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[🍑]

Jini entró al aula con la cabeza cabizbaja con sus cabellos castaños cubriéndole el rostro. No era de extrañar que todas las miradas se clavaran en ella, puesto que la chica solía entrar un tanto adormilada pero no lo suficiente como para no saludar con una sonrisa a sus compañeros.

Jisung levantó su cabeza del escritorio y quitó sus audífonos al notar el claro desánimo de la castaña.

Y así fue en toda la clase.

Jini no hablaba.

Jini no sonreía.

Hasta podía jurar que la vio sollozar un par de veces.

Su mirada se mantenía nada más en Jini, no al pizarrón, ni a su profesor mucho menos a sus libros, para él en ese momento era sólo saber que le sucedía a la pequeña.

Cuando la campana sonó y marcó el inicio del receso Jisung lo vio como una oportunidad para saber que se traía su compañera.

Jini había salido minutos antes del aula por lo que el peliazul corrió en un intento de alcanzarla, sin embargo, el tumulto de estudiantes no tardó en opacar todo el pasillo. Su prominente altura estaba de su lado en ese momento aunque la de Jini se lo dificultaba un poco. Cuando vio su cabellera castaña entre las demás corrió hacia ella y se le plantó de frente.

— Jini — alzó su cabeza y Jisung se percató de sus ojos acuosos ligeramente hinchados, efectivamente ella había estado llorando —. ¿Estás bien?

— Eso no se pregunta.

Talló su nariz con uno de sus pequeños dedos y se encogió de hombros haciendo que el gran suéter le cubriera parte del rostro.

— ¿Qué tienes, Jini?

Algo en el interior de Jisung dio un vuelco obligándole a tragar saliva, la castaña tomó una gran bocanada de aire con el sentimiento de dolor que Jisung percibía desde lejos.

Los ojos marrones de Jini se comenzaron a llenar de pequeñas lágrimas que ella intentó aguantar oprimiendo sus rasgados ojos.

— Jini — susurró.

Las lágrimas cayeron a gran velocidad, como si se estuviera resistiendo de ellas desde hace un buen tiempo.

— E-está muy enfermo.

Jisung sin pensarlo la abrazó confortándola a pesar de no saber de quien en específico se trataba.

Había pasado un rato y Jini ya estaba más que calmada mientras bebía de una cajita de leche de melocotón que el peliazul le compró.

— ¿Entonces ya me vas a decir?

Dio un último sorbo y dejó de lado la caja de melocotón, justamente entre ellos como si fuera una barrera para que Jisung no se acercara de más.

— Es mi perro, está muy enfermo y, y puede... puede morirse Jisung.

Hizo un puchero, tragando el nudo que se había formado en su garganta.

— Pero — trató de buscar las palabras correctas para no lastimar a la menor, como si tuviera miedo que con una sola palabra la cagara por completo —. ¿Ya lo llevaron al veterinario?

— Sí, está en medicación pero sinceramente siento que no va a sobrevivir.

— Oh Jini, verás que es muy fuerte y saldrá de esto.

— Eso espero, Jisung Pwark.

peachy milk ➳ jisung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora