Sentimientos encontrados. P2

281 25 1
                                    


Usualmente no te enteras de la muerte de alguien de quien no conoces nada, mucho menos ver como alguien pierde completamente los deseos de vivir tras la perdida. No obstante, el moreno ahora vivía esa posibilidad de un millón, estaba haciéndose cargo de los gatos funerarios, las actas de defunción, evitó ir más allá de lo que se veía obligado a hacer, pero Taiga estaba más que desolado, nada lo había sacado en varios minutos de su estupefacción. Que otra alternativa tenía... pero muy en el fondo, no era tan inhumano para dejarlo así, tras realizar todos los trámites y pagar, llevo a Taiga hasta su casa donde conoció su estilo de vida.

•••

— ¿Crees que deba venderlo todo...? — preguntó el pelirrojo después de mucho tiempo de silencio, se había sentado en el sofá, mirando perdido cada objeto y lugar de aquel departamento... estaba confundido, creyendo que todo era un mal sueño y que estaba pasando una crisis emocional por sus sentimientos... sin embargo, cada que encontraba la mirada del moreno se daba cuenta que no era un sueño — Si no crees poder conllevar con su muerte, deberías irte, pero no lo vendas aún — fue su consejo, en su vida había perdido a alguien, y aunque no lo hubiera hecho, poco le habría afectado, pero no todos eran así y lo sabía perfectamente. Ese pelirrojo que con tanta insistencia le pidió acostarse con él y que lloró por esa ambigua relación que tenían ahora parecía ser una muñeca son sus diálogos programados... inesperadamente algo molesto para él.

— ¿Que haré ahora? — preguntó, suspiro y derramó un par de lágrimas más. Su mundo estaba completo hasta hace apenas unas horas, amigos, familia... una esperanza a prospecto amoroso... todo era perfecto ... era algo difícil de creer que por culpa de un solo individuo, más d uno resultara herido. El moreno en su naciente desesperación por el estado ajeno, decidió encender el televisor, no sabía si fue mala suerte, pero el canal que les dio la bienvenida fue un noticiero, este mismo hablaba en detalle del accidente:

Esta tarde, ya en el apogeo del atardecer, un conductor en estado de ebriedad volcó el camión que conducía sobre el puente XX el XXX de la ciudad, el camión pasó de las bayas y cayó en otra vialidad donde varios autos quedaron debajo de él llegando a causar una cadena de accidentes. Sabemos que 3 de los gravemente heridos en el accidente lamentablemente han perdido la vida mientras los demás aún siguen en la lucha, en tanto el conductor reconocido como Yamato Toru tiene varias sentencias encima que a simple vista no alcanzan a apaciguar el dolor de las familias de los involucrados.

En otras noticias...

— Pienso yo ... que deberías encontraré de nuevo, quizá darte un tiempo de la universidad y trabajar te ayude a superarlo — Daiki poco enterado estaba, no era asunto suyo realmente, pero de no haber visto accidentalmente una pequeña canasta con medicamentos que llamó completamente su atención, no se había dado cuenta que alguien en esa casa estaba bajo un tratamiento de antidepresivos... miró algo curioso al pelirrojo, si era él quien consumía dichos medicamentos, quizá ... sólo quizá... podría resultar un buen experimento. — ¿Aomine? — la voz ajena asentó sus pensamientos, haría a un lado su indiferencia y aprovecharía eso, vagamente recordaba a alguien decir que Kagami Taiga podría lanzarse de un puente — ¿No puedo estar contigo? — al principio, pensó que debía estar realmente mal ahora si se le ocurría semejante idea, pero mientras más lo pensaba, el tendría más ventajas sobre el pelirrojo si accedía, suspiro un poco y malo meditó un poco más antes de responder. — Bien, puedes quedarte conmigo, pero tienes que pensar que hacer con esto — hizo ademán para señalas el departamento, no se podía quedar vacío solo porque si, y tampoco quería que el pelirrojo perdiera donde vivir por si todo el juego se terminaba — Empaca algo de ropa y lo que uses personal... por ahora debes descansar ... — trató de ser amable, tener tacto... esa era la mejor forma en que podría convertirse en su centro, al menos, temporalmente, no quería se que aferrara a él de forma obsesiva como otras personas que parecían garrapatas.

Tóxica AtracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora