Capitulo 5: Desesperación

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Duele, como un cuchillo recién sacado del fuego siendo clavado en tu pecho.

Duele como la muerte arrebata a lo que amas.

Pero duele más dejar que sentimientos como la venganza consuman lo que eras. Si sigues con la venganza jamás sentirás satisfacción y mucho menos felicidad, ¿te arrepientes de haber tomado aquel camino? Entonces solo gira y regresa por donde veniste y escoge otro camino.

¿Se puede hacer? Si, si el ser humano se lo propone claro que puede.

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Erase una vez, un niño que se sentía afortunado y superior, tenia todo lo que la gente deseaba, pero algo le faltaba y el lo sabía y comprendía bien, se obligaba a si mismo bajar de sus nubes y ayudar a los demás, siguiendo ejemplo de su padre, pero por más que se esforzaba en alcanzar a la gente, siempre sintió que los demás ponían una barrera invisible contra él.

Él no era normal y eso lo supo desde que era un niño. La gente lo trataba de manera diferente, los adultos lo trataban como algo delicado, complaciéndole en todo; Solo se querían aprovechar de él. Los niños lo ignoraban y molestaban, pero el pequeño no entendía el porque; Envidiaban al albino. Todos lo trataban diferente, nadie lo trataba como un niño normal, eso incluía a su padres. Su madre lo consentía en todo lo que el quería, pero también lo reprendió si hacía algo mal; con ella se sentía normal. Pero su padre era diferente; lo trataba como un adulto, pero siempre lo protegería.

Lamentablemente la vida no es de color de rosa. Le gente miente y engaña, te usan a su conveniencia y una vez inútil te tiran; eso lo aprendió Tairoku. Su vida siempre fue buena, tanto que lo lamentaba, al no ser normal llegaba carecer de sentimientos, no sabía cómo sonreír, como llorar, ni reír. Sin embargo un dolor punzante siempre estaba en su corazón.
Al tener una inteligencia superior le costó comprender a los demás, normalmente empezó a utilizar a los demás como sujetos de pruebas; Manipuló a la gente.

Tuvo su castigo divino, ¿Pero fue realmente un castigo? El siempre compenso su forma de pensar ayudando a su padre con los criminales, siendo el más joven en coperar con la policía, muchas veces lo utilizaron de cebo, pero nunca le molestó, su padre siempre estuvo encontra de ello y buscaba la mejor probabilidad de que saliera ileso. Pero llegó el día en que tuvo que pagar su castigo; asma. Su asma empeoró hasta el grado de impedirle hacer lo que disfrutaba; ver a su padre dispara un arma, el aroma de la pólvora era al que amaba, el olor de la sangre y los cigarrillos, especialmente la marca de cigarros que utilizaba su padre.

Un año más tarde se enteraron que tenía lusemia leve. Su madre no reaccionó bien, al escuchar aquello sollozo, pero el menor no comprendía el como las lágrimas salían, ¿Acaso se había lastimado? Él había leído el como se producían las lágrimas, pero jamás logro comprender cómo se lloraba de tristeza, años más tarde tuvo que comprenderlo.

Su padre se esforzaba y él pequeño su cabello le fue quitado, no le importó, pero el dolor en su pecho era fuerte y odiaba no entender. Dolores físicos, que dolian a muerte, pero no lloro por ello.
Sus padres se esforzaron y se endeudaron por culpa de él. Dos años duro en aquel hospital, sus padres estaban tan felices que lo consentian. Seguío su vida donde se había quedado, ¿Tenía algo que recuperar? No. Se saltó años por su coeficiente intelectual, una beca recibió por su inteligencia, se alegró, iba a estudiar la preparatoria allá en estados unidos, pero su sueño le fue arrebatado; un día sus padres iban por él a su escuela secundaria, pero nunca llegaron. Los maestros llamaron a sus padres más nunca contestaron, lo llevaron a su casa pero en el camino se encontraron con un accidente automovilístico había ocurrido, y una pareja había muerto. El reconoció aquel auto, casi intacto, el porche que su padre le había prometido le daría, bajo corriendo cuando el carro de la maestra había frenado, con tan solo 10 años entendió todo. Corrió hacia la ambulancia y la policía, vio a en aquel entonces joven policía Kogoro, lo conoció por su padre y Megure en aquel entonces un policía, decían que había sido un accidente.

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