XI

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— M-me voy a ven-iir. — Gimió.

JiMin se levantó y se colocó ha orcadas sobre el, soltó un jadeo al sentir el pene duro del otro haciendo fricción con su dilatada entrada.

— ¿Pequeño estas listo?. — Pregunto agitado.

— S-sii. — Gimió. — Y a quien le dices pequeño JungKookie. — Sonríe.

El menor entró en el estrecho anillo de JiMin haciendo que soltará un gran gemido de placer, este empezó a penetrar despacio pero con estocadas placenteras.

— ¿Te duele?. —

— No. — Jadeo.

— ¿Te gusta?. — Pregunto haciendo chupetes en su piel lechosa.

— Demasiado~ — Soltó acompañado de un gemido.

— Muévete bebé. — Gruño.

JiMin empezó a mover sus caderas en círculos mientras ambos gemía de placer, poco a poco fue saltando sobre el, encontrando y tocando rápidamente su punto dulce.

— Estas tan grande~. — Gimió fuerte.

— Ah~. — Jadeo. — Tan estrecho. — Lo toma de la cintura.

JungKook empezó a moverse rápido dentro de JiMin, tanto que el mayor no sabia si su pequeño cuerpo podría soportar las olas de placer tan grande, se escuchaba los placenteros sonidos de como salía y entraba con fuerza de el.

— Aaa-ahhh~. — Gemía descontrolada mente. — Papi. —

— Pequeño gime para tu papi. — Pedía con su voz ronca.

— S-si~. — Hablo entre gemidos.

— ¿Bebé tu cuerpo esta temblando?. — Pregunto.

— No~. — Respondió con dificultad.

No se vayan asustar, eso que sintió fue nada mas y nada menos que el aviso de que su órgasmo se aproximaba, osea estaba cerca de correrse.

— Po-r que n-no me avi-saste~. — Gime extasiado.

— Mejor guarda silencio y disfruta. — Besaba sus dulces labios.

JiMin después de unas estocadas más llegó a su órgasmo manchando ambos abdomen, JungKook salió de JiMin y acabaron exhaustos, se acostaron en posición de cucharita.

— Estrañaba tu piel. — Respira en su cuello.

— ¿Así?. — Suspira.

— Si, extrañaba hacerte el amor. — Besa su cuello hasta llegar a sus blancos hombros.

— JungKookie. — Sonrojado.

— Puedo darte una larga lista de todo lo que extrañe de ti. — Besa su oreja.

— Pero ahora estamos aquí de nuevo. — Sonríe.

— Y así se va a quedar siempre, no dejaré que nadie nos vuelva a separar. — Lo aprieta en el abrazo.

— Te amo JungKookie. — Entrelazan sus manos.

— Yo más bebé. —

Sin darse cuenta se quedaron dormidos uno a lado del otro, como si los años nunca hubieran pasado, podemos ver que a pesar de que pasaron cinco años ellos se siguen amando igual.

La mañana llegó, y se imaginan como debe sentirse despertar alado del amor de tu vida, debe ser una de las cosas más hermosas de la vida.

— JungKookie ¿Cómo amaneciste?. — Después de hablar le daba besos en su mejilla.

— Yo bien bebé ¿Y tu?. — Le daba un beso en sus labios.

— Espera. — Este se levantó para ver si no le dolía algo. — Si estoy bien. — Sonreía para después sentarse de nuevo.

— Me encanta estar contigo. — Lo abrazaba.

— A mi también me encanta y mucho. — Lo abraza más.

— ¿Oye bebé? — Pregunto después de haberse separado.

— ¿Dime?. — Curioso.

— ¿Quien les dijo a mis tíos lo que paso la otra vez? — Soltó pensativo.

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