Capítulo 4

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El estúpido del chico nuevo se dirigió hasta nosotras y se sentó en la silla que estaba libre justo dos sillas hacia mi derecha, habiendo solo dos chicos de por medio que nos separaban, yo miraba hacia delante y prestaba atención a todo lo que decían los profesores, director y junta directiva pero por el rabillo del ojo podía apreciar como el susodicho me miraba, los zafiros me miraban con curiosidad, eso que vi no me gusto nada.

-chis, chis...-escuche a mi lado, cuando mire vi a mis amigas mirándome con una sonrisa les hice un gesto con el cuello y los brazos en señal de pregunta.-¿Te has dado cuenta como te mira el nuevo?-me pregunto Fanny con una sonrisa enorme.

-No, no me he dado cuenta. Aun así me da igual no me interesa.-dije seca y cortante dejándole claro a mis amigas que me daba igual que aquel chico me mirara al fin y al cabo nada iba a pasar entre nosotros simplemente porque yo no quería ver a un hombre que no fuera de mi familia ni en pintura.

Ellas miraron hacia delante y dejaron el tema a un lado, entonces dirigí mi mirada hacia delante, prestando de nuevo atención a todo lo que estaban explicando. Empecé a sentir cansancio a causa del desvelo de la noche anterior a causa de mis tan conocidas pesadillas. ¿Jamás me dejarían? Era mi pregunta incesante.

El hilo de mis pensamientos fue interrumpido a causa de un codazo en toda regla que me dio mi amiga Claudia haciendo que me volviera a mirarla con mala cara, antes de que si quiera pudiera quejarme o preguntarle con la mano me señalo mi mesa, yo sin entender agache la cabeza a donde se dirigía su dedo topándome delante de mis ojos con una nota muy bien doblada.

-¿Por qué me mandas una nota si me tienes al lado?-le pregunte a mi amiga sin entender muy bien la razón de por qué lo hacía si me tenia al lado, pero esta negó y yo levante la ceja sin entender por qué negaba.

-Yo no he sido quien te la ha mandado, te la ha puesto delante el chico del otro lado.-me dijo en apenas un susurro mientras Fanny a su lado asentía y me hacia movimientos para que leyera la nota.

Haciendo caso a los gestos de Fanny y por la propia curiosidad de saber quién podía ser el autor de la nota, mire hacia abajo y cogí la nota con cuidado, desdoblando la nota para poder leer lo que había dentro de esta.

¨Pocahontas con el ceño fruncido eres bella pero nada comparable con la sonrisa que posees. ¿Saldrías conmigo?¨

Samuel Colleman.

Una vez la leo, necesito leerla dos o tres veces más, sin poderme creer que aquel descarado haya tenido la desfachatez de mandarme una nota cuando en el pasillo le ha quedado bastante claro con mi actitud que no quiero nada con nadie y más loco esta si piensa que esa pregunta va a tener como respuesta una afirmativa.

Levanto la cabeza en su dirección y lo miro, el chico ahora con nombre identificado como Samuel me mira con una sonrisa rompe bragas que deja bastante claro de nuevo lo seguro de si mismo que es además de que cree que aceptare, no sabe el chico lo equivocado que esta, para aclarárselo lo miro con una sonrisa y cuando veo que está convencido del todo le digo sin soltar un solo monosílabo en voz alta.

-No capullo.-veo como me lee los labios y lo entiende pues su primera reacción es desconcierto para luego pasarla a una de chulería, cree que me va a convencer, para finalizar todo aquello sin haberlo dejado de mirar levanto el dedo corazón señalándole así que me parece su propuesta.

Su reacción no me la espero para nada debo de reconocerlo pues una vez ve mi gesto sonríe de oreja a oreja y me lanza un beso, eso hace que mi rostro se enrojezca y no precisamente de vergüenza o de que me haya gustado nada su acción sino mas bien todo lo contrario, tengo que tomar distancia de él, se que si no lo hago a la larga será un problema.

Lo ignoro y miro hacia delante, buscando distraerme de aquel espécimen y prestar atención a lo que nos están informando pero no consigo ni de lejos mi objetivo y menos cuando veo como la mano del chico de al lado pone otro papel encima de la mesa, cuando lo miro con ojos de reproche se encoje de hombros y me señala al capullo del nuevo, este cuando ve que lo miro porque mi mirada a seguido la mano del chico, se ríe haciéndolo ver más guapo. En cuanto ese pensamiento cruza mi mente me cabreo conmigo misma y retiro la mirada volviéndome a centrar en leer lo que aquel capullo me ha mandado.

Esta vez desdoblo la nota sin ningún cuidado bastante cabreada con el emisor de la nota como conmigo misma por no odiarlo al momento.

¨Ahora te resistes Pocahontas pero llegara el momento que no será así, tengo mucha paciencia. Además los retos son lo mío cariño.¨

Samuel Colleman

La leo y no puedo evitar reírme cínicamente este tío o es tonto o se lo hace, no tiene otro sentido más que ese. Me agacho a mi bolso y en el busco un bolígrafo, una vez lo encuentro sin perder el tiempo cojo la nota y decidida en lo que le voy a decir escribo con una sonrisa malévola.

¨Me llamo Daniella no Pocahontas, ni en tus mayores sueños pienses que va a ver algún nosotros porque no será así, este reto lo vas a perder. NO SOY TU CARIÑO IDIOTA.¨

Le mando la nota a través del chico de al lado que solo la coge para pasársela al cenutrio, a diferencia de él no pongo mi nombre abajo lo veo absurdo. Lo miro como abre la nota curioso para leerla, yo no dejo de mirarlo pues quiero ver la cara de idiota que se le queda cuando vea mi respuesta. La cara de idiota se me queda a mí cuando veo que sonríe con un toque de reto y decisión en su mirada que no me gusta nada, en mí estomago aparecen otra vez los rinocerontes dando vueltas haciendo que en mi entre un estado de angustia demasiado conocido, así que miro de nuevo hacia los profesores pero ahora concentrándome en olvidar todo a mi alrededor, controlo mi respiración con inspiraciones y espiraciones largas, pienso en cosas que me relajan hasta que me siento más tranquila.

-Bueno chicos y con esto hemos acabado el primer día de clases, ya saben que tienen que tener en cuenta en este año y ya saben recarguen las energías hoy, a partir de mañana a darlo todo.-dice el director dando la señal para que todo el alumnado salga en estampida del salón de actos.

-Dani ¡Vamos!-dicen Fanny y Claudia como gemelas, sincronizándose al hablar.

-Si vamos.-digo distraída, siguiendo a mis amigas a la salida, antes de salir del todo veo como en la mesa hay otro papelito, estoy dudosa de si cogerlo o no pero mi yo curioso me gana, lo cojo y lo guardo en el bolsillo del pantalón, mas tarde lo veré pienso y sin más salgo de aquel salón para ir a casa y prepararme para un año bastante difícil para mí.

De lo que ella no se dio cuenta fue que un par de ojos azules la miraron con una sonrisa de victoria cuando esta se guardo la nota en su pantalón dando esa batalla por ganada, al final conseguiría a aquella dulce morena de gemas verdes que tenían una pena que quería borrar llenándola de besos, hasta el mismo se sorprendió de esos pensamientos pero sin querer darle más vueltas se fue por donde habían salido todos los alumnos y aquella morena, con un pensamiento fijo para aquel año y para nada tenía que ver con sus estudios.

¡Eres mía, caprichosa! (PUBLICADA AMAZON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora