Recuerdo que ese día, me invito y que nos vería en un lugar, yo realmente no estaba muy seguro, pero acepte era como una primera cita o algo por ese estilo, decidí ponerme algo cómodo.
Me senté cuando llegue, no sé cómo lo hice que llegue a la hora que me dijo, recuerdo que me dijo que le gustaba como vestía, así que con ello no tuve problema, estuve esperando, mire a unos árboles los cuales florecían, se veían muy bien, no sé como pero en esa esquina el olor de las flores estaban ahí, era algo dulce y me encantaba.
Paso los minutos, o quizás varios de ellos, no lleve reloj así que no tenía idea de la hora, me sentí extraño sentarme ahí, lo sentía largo, o quizás llegue muy temprano, no me estaba gustando quedarme sentando en ese lugar, por algún momento pensé que no iba a llegar.
Me levante quizás, hoy no era el momento, quizás tampoco era indicado, quizás nunca iba a llegar, despacio decidí irme era lo mejor, lo era.
Pero no fue hasta escuche la voz, su voz – ¡Oye! – Me grito, se acercó a mi traía una flores amarillas, sentí que algo dentro de mi estómago se sintió extraño – Donde estabas, te espere por media hora, no he abras perdido de nuevo – Antes de que pudiera responder, me entrego las flores – Son para ti, igual aunque te pierdas, iría a buscarte – Lo tome entre mis manos, nunca antes había sentido algo como eso, sentí que toda mi cara estaba rojo.
Tomo una de mis manos y me guio, había una limosina amarilla, no entendía nada le mire – ¿Porque Amarilla? – Le pregunte, yo sabía o bueno me había dicho en varias ocasiones que para enamorar a alguien a veces ser bastante romántico debe tener un significado.
Solo me sonrió y me dijo – Todos tienen la idea de que el son es Amarillo, así que dije el sol ilumina como tu sonrisa – Abriendo la puerta, me dejo entrar, no entendía mucho aquello, pero entendía que era algo bonito lo que me dijo.
Me llevo a un bar, pero ese lugar no había nadie, abrió la puerta y espero a que baje, y a paso lento me llevo dentro, aun siendo un bar no parecía ser un mal lugar, el lugar estaba adornado, movió la silla para que pueda sentarme, por algún momento me sentí distinto que clase de trato era este.
Cuando se sentó dijo – Lo siento, pero no puedo evitarlo – para luego reírse – Pero, no has hablado nada, que creo que tampoco pareces muy acostumbrado, eso si algo tengo que decirte – Miro donde quedaba una mano que subí a la mesa y la tomo – No sé cómo pude ser tan ciego, ahora que puedo verte más de lo que estaba acostumbrado, me di cuenta lo lindo que eres – Escuche sus palabras, sentía que mi cara estaba poniéndose caliente, pero aun así me atreví a seguir mirándole a directo a los ojos – Me encanta tus ojos, son verde esmeralda, me gusta tu voz tiene algo que me gusta que me atrae a ti – Sonrió y luego dijo – Oh... mierda, eso es bastante pero quiero decirte que amo, amo lo que eres, te amo aunque te pierdas a cada rato, pero si tengo que buscarte, lo hare cada día de mi vida, hasta el fin de mi vida. – Y beso mi mano, todo lo que dijo quedo grabado.
No sé como pero me atreví por fin hablar – Javier – Yo sabía que estaba sonrojado, pero sonreí – Gracias, yo – Después de todo no sé cómo era que sacaba el valor de decirlo, yo aún me acostumbraba, pero debía decirlo – Yo te amo, gracias por compartir lo que yo siento – me levante, aunque la mesa nos separa, creo que no me importo, me lancé hacia él, abrazándole no me caí, aunque su tire la mesa a un lado, pero no tenía palabras para describir lo que yo sentía por él – Me gustas Javier – Apenas dije aquello, sentí como su abrazo se aumentó, decido a que yo me quede así con él.
No pensábamos alejarnos, me sentía bien estar así, aunque fue la silla que cedió por tener a los dos juntos, pude escuchar a Javier riendo a carcajadas mientras yo estaba también en el piso – Creo que eso fue un mal cálculo – Me dijo, se levantó y luego me ayudo a levantarme, me contagio la risa, estuvimos unos cuantos segundos más, hasta que se acercó a mí, me abrazo por la espalda baja, para luego decirme – Sabes, me dieron ganas de darte un beso – Yo solo sonreí, con mis dos manos en sus rostro, solo asentí, para darnos aquella vez nuestro primer beso, y eso fue como nuestra primer cita fue algo que no olvidare, y cómo fue que aceptamos ser pareja – Benja, tienes los labios suaves.
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Week ChiBol/Bolchi
RandomBueno ya el título dice mucho, así que estos son One-shot de esta pareja para esta semana. Espero sea de su agrado. La semana es desde el 15 al 21 de octubre.