historias pequeñas

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Un amigo muy perdido

Javier estaba tranquilamente sentado en su sillón mirando algo en netflix y tomando sus dos litros de agua diario, hasta que tocaron a la puerta, se levantó y muy tranquilo abrió la puerta, miro a su amigo y dijo – Benja que haces aquí, la fiesta fue hace una semana atrás –.

Mirando abajo dijo – Me perdí – Un clásico suyo, por lo cual volviendo al ánimo de siempre siguió diciendo – Pero me encontré esto – Dijo mostrando un arco.

Javier se alteró y dijo – Insensato de donde sacaste eso, ese el Arco de Éfeso – Dijo mientras se lo quitaba, no deseaba que su casa se queme otra vez.

Arco de Éfeso: Arma bastante poderosa, capaz de curar y también de matar, todo depende del portador. 

Dos chicas que por algo están juntas


Janina estaba tranquila mirando su Facebook cuando de repente sale un meme de una canción, y mientras lo escuchaba ella lo busco en youtube la canción original, mientras bailaba al ritmo de la canción entra su novia, y se queda paralizada, para luego también su novia entrar al baile, ambas como siempre igual de condiciones.

Y ambas con el cabello suelto cantaban al unisonó – ¡Y me solté el cabello, me viste de reina, me puse tacones, me pinte y era bella! – Gritaban cantando, bailando y cantando, para luego su amiga que vivía en el mismo piso, le miro a ambas.

Solo pasó de largo y entro a su cuarto, para luego a las dos chicas seguir bailando.

canción: Gloria Trevi - Todos me miran

Divergentes


Suspiro largo – Y entonces mejor me voy a buscar un trabajo – Dijo mientras se levantaba, miro la hora, no necesitaba dormir, después de todo solo era un divergente, pero después de mucho tiempo al fin todos fueron liberados, pero en esta época para los divergentes era más fácil los trabajos, ya que cansarse no existía y solo se necesitaba un combustible único, pero aun así debía de trabajar para conseguir ese combustible.

Por suerte su búsqueda no fue difícil, debía de trabajar cuidando un jardín, de una familia acomodada, al entrar los señores le sonrieron, sabían muy bien que aunque era divergente, pero con los hechos del pasado lograron hacer que tuvieran la suficiente confianza con las demás personas – Bueno el jardín de atrás es lo que más trabajo te costara, por cierto nuestro hijo estará hoy día, si necesitas algo solo dile lo que necesitas – Dijo el señor, mientras salía con su esposa – Por cierto ¿cuál es tu nombre? – Pregunto.

El otro solo levanto la mirada y dijo – Manuel – El señor asintió y salió de su casa, dejando a Manuel hacer su trabajo de jardinería, miro las plantas corto algunas partes y luego sintió que alguien le observaba.

Miro hacia arriba y ahí estaba un chico joven, el cual parecía atento a lo que el otro hacía, por cierto ya estaba avisado que era el hijo de los señores de la casa, para luego volver a su trabajo, pero de nuevo volvió a mirar arriba pero el chico ya no estaba ahí.

Bajo la mirada de nuevo a su trabajo y escucho una voz – Eres tú el nuevo jardinero, ya veo – Dijo el chico que por su edad sabía que era normal que sea bajito, no respondió mientras miraba desde la puerta – El ultimo jardinero no soporto un día aquí – Manuel ya sabía a donde iba esto, aun había gente que creía que los divergentes no eran la gran cosa, y o no era personas que tenía sentimientos, solo trataría de terminar su trabajo, porque sabía muy bien como era el menor con ese pensamiento bastante horrible.

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