Me desperté con un inmenso dolor de cabeza. Cuando abrí los ojos lo primero que pude apreciar es que el cielo estaba totalmente oscuro. ¿Era de noche? ¿Por qué no recuerdo nada de lo que paso? Me levante del suelo, el cual lo sentía muy frío. Me di cuenta de que no estaba en la mansión. Estaba en una especie de caverna pero se que esto no era una de esas cuevas. Mire a mi alrededor y sólo pude ver un par de rocas, tanto grande como pequeñas. Una niebla grisácea que decoraba todo este espeluznante lugar.
Mi ropa no era de los colores que yo acostumbraba a ponerme. En cambio, esta era toda negra. Mis zapatos bien pulidos de color marrones oscuros, mis medias que llegaban debajo de mis rodillas y su correa. Traía unos pantalones cortos de color negro y mi chaqueta era del mismo color azabache.
— ¡Sebastian! —Grite su nombre— ¡Sebastian!
Empecé a caminar aunque mis piernas estaban temblando. Este lugar se me hacía reconocido, creo que había lo había soñado alguna vez. Ahora lo que me importaba era buscar a Sebastian. Por más que quisiera saber que fue lo que me pasó no puedo recordar absolutamente nada.
Lo que me desconcertó era que mientras más iba caminando, flores, no importaba el color, comenzaban a aparecer. Una grandes, otras pequeñas, todo era muy confuso. Llegó el momento en el que estaba adentrándome a un campo lleno de muchas y cientos de flores. ¿Como era posible que en un lugar como este, hubieran tantas hermosas flores?
Todo paso muy rápido. Me di cuenta de que caí al vacío, cuando mis pies no lograron tocar suelo. El viento pegaba muy fuerte en la cara y obviamente, no podía evitar gritar. Justo cuando veía el suelo tan cerca de mi cara... Desperté.
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°— Bocchan. Despierte ya —Habló una voz masculina.
No me quedo de otra que despertarme de aquel sueño. Pude darme cuenta de que mi respiración era algo agitada por culpa de ese momento en el que caí a un vacío. Mire a mi izquierda y me di cuenta de que ese mayordomo estaba a mi lado, encargándose de recoger las cortinas que tapaban el día a través de la ventana.
Sebastian, un demonio que posee cabello corto color azabache con un flequillo que tapa un tercio de su rostro pero que proporciona suficiente espacio de visibilidad. Sus ojos son carmesí y como todo humilde mayordomo porta un esmoquin negro (hecho según él mismo de la más fina y cara tela de oveja), camisa blanca y zapatos negros, con su respectiva corbata y guantes a la par.
— Debe prepararse para las clases de violín de hoy. Son las once en punto.
Sebastian lleva un reloj de bolsillo hecho de plata, entregado por Tanaka, el cual solo puede ser llevado por el líder de los sirvientes de la Mansión.
— ¿Violín? —Pregunté, con una ceja levantada. El té que Sebastian había preparado era fácil olerlo desde la cama— ¿No podemos hacer otra cosa?
— No. Así es como tiene que ser, Bocchan—Su expresión. La expresión facial que hizo Sebastian fue rara. Sin embargo, sirvió el té como si nada— Luego de las clases de violín, estudiara más el Alemán. Luego de eso tendrá como almuerzo una ternera a la braza acompañado de pescado rebozado y frito con patatas fritas.
Al cabo de un par de horas en leer mi periódico, tomar tranquilamente mi té, comer de mis tostadas y lo más importante ser vestido a la perfección por mi mayordomo, fuimos directamente a hacer mis tareas. Algunas cuantas horas de clases de violín y otras de Alemán.
— Sebastian, ¿crees que algo extraño está pasando?—Tuve el valor de preguntarle. Él detuvo las practicas de violín para mirarme.
— ¿Sucede algo por el cual me está preguntando eso? —Eso quisiera saber yo— ¿Existe algún motivo?
— Debería haberlo. Todo lo siento diferente. ¿Es normal?
— Es normal —Afirmó— Quizás, Bocchan, sea el cansancio. Ya sabe, muchas cosas con respecto a La Reina. Debe de estar cansado.
— Tú también debes estarlo, pero es tu trabajo así que... —Levanté los hombros para burlarme de él.
Por alguna razón, el ambiente se sentía raro. Yo, me sentía raro. La mansión se sentía de alguna forma... rara. ¿Por qué todo se sentía raro? ¿Por qué Sebastian se comportaba raro en muchas explicaciones? ¿Era por qué me estaba ocultando algo? ¿O simplemente tratando de averiguar lo mismo que yo estoy pensando?
Los Juegos Phantomhive.
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Los Juegos Phantomhive.
Fanfiction¿Qué pasaría si todo este tiempo Ciel se entera de su verdad? ¿Qué pasaría si el mayordomo, que estuvo con Ciel desde aquel trágico día, resulta que ha roto las reglas?