capitulo 4

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—Bien amm... Es la primera ves que hago un corte de hombre, así que no me juzgues. 

Ambos estaban fuera de la casa, el clima era extremadamente frío, pero de igual manera la temperatura no representaba ningún problema para ellos. A menos de que Viggo lo quisiera.  

De eso se trataba mutar, no solo se adquirían habilidades propias del donante, también adquirían sus instintos  y éstos al tiempo se salían de la explicación científica a pesar de llevar muchos años investigando. 

Aunque no eran muy comunes y eran escasos, la industria encargada de llevar los procesos de mutación no dejaban de hacer seguimiento a sus clientes y en caso tal de que tuviesen habilidades como las de Viggo, no volvían a ver la luz del día. 

De hecho, había sido Viggo quién había despertado el interés del jefe de departamentos al notar  las increíbles características y  peculiaridades que diariamente les mostraba el chico; por tanto habían permitido un nulo contacto con el exterior. 

 Viggo no era bueno expresando lo que pensaba tal vez debido a ese distanciamiento social, tampoco hablaba. No le habían enseñado y lo poco que sabía pronunciar lo había aprendido de sus verdugos quienes constantemente le preguntaban una y otra vez lo mismo. Por ello había demorado tanto en confiar en Valkyria. 

Recordándola pero no conociéndola, pensó que todo aquello de la libertad repentina era únicamente una trampa para seguir sus experimentos seguramente en un nuevo nivel. Y si bien Valkyria había adquirido una nueva habilidad de comunicación, precisamente por la necesidad de explicarle a su antiguo amigo que no corría riesgo alguno, aún no podía mostrarle todos sus recuerdos justo como ella le había sacado los de él. 

¿Quién podía culparlos? Su supervivencia aunque en muy diferentes contextos y aspectos se basaban en desconfiar y poner antes que nada su instinto. 

Inconscientemente y en una especie de acuerdo silencioso, ella se había propuesto enseñarle y él se había propuesto aprender; de alguna manera aquello podría unirlos un poco más de lo que los había unido su pasado.

Así que ahora se encontraban allí,  fuera de la casa. El primer paso consistía en que Viggo creara su propia identidad, así que Valkyria amablemente se había ofrecido a coartarle el cabello; parecía una buena idea cuando él lo pidió, pero ahora, con tijeras en mano y cabello en frente no parecía tan buena.

 Viggo estaba sentado en una pequeña silla justo en medio del jardín lleno de nieve.

No llevaba camisa, por lo que la chica podía observar cada músculo de su espalda, torso, abdomen y brazos. También pudo ver cada cicatriz aunque perdió la cuenta de cuántas eran. No le cabía en la mente imaginarse una tortura tan atroz como para evitar que su donante regenerara la piel por completo.

—Corta- dijo. 

Valkyria dudó y Viggo disfrutaba ante su indecisión. Usar las habilidades extra sensoriales era adictivo, la fina línea entre disfrutar el instante en que se generaba el placer y quebrantar los límites para poder disfrutar de la sensación que causaba, era bastante delgada.Por eso Valkyria no ponía restricciones con él, toda su vida vivió cohibido de hacer lo que sus instintos le pedían, mientras que ella disfrutó de muchas libertades, las cuales ahora podían ponerla en peligro. 

Dejar un rastro para que el Doctor Amdhal la hallara había sido estúpido, pero le había dejado algo bueno. 

Sólo que ahora ella tenía casi como una necesidad el protegerle y solo era cuestión de tiempo para que le encontraran. Lo último que había investigado en la red global de información era la fuga de un prisionero peligroso y la locura a la que había llegado su padre. 

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2020 ⏰

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