Capítulo 4.

388 24 1
                                    

-¿Qué era eso?-Dije, rompiendo el silencio que había entre nosotros.

-¿El qué?

-Ese lugar.

-Un bar. 

-No había ido nunca.

-Ni volverás a ir, es peligroso.-Zayn disminuyó la velocidad para hacer una curva. 

-Acabo de estar allí y no me ha pasado nada.

-Ibas conmigo, esa es la explicación de por qué ninguno se te ha acercado.-Replicó.

Quería irme a casa y, aunque ya estuviéramos de camino, aún quedaba un rato. El ambiente no era ni mucho menos incómodo, la verdad es que, en cierto modo, me sentía protegida, ya fuera por el detalle que había tenido al rescatarme de una noche encarcelada o porque, simplemente, el aura que desprendía me hacia sentir segura.

El olor a tabaco invadió mis fosas nasales después de que Zayn se encendiese un cigarro. 

-¿Puedes esperarte a que baje del coche?

-¿Para qué?

-Para fumar, obviamente. No soporto el olor.

-Joder.-Bufó y le dio otra calada, después tiró la colilla por la ventanilla.

-Gracias.

-Hablas como si lo hubieses probado alguna vez.-Observó.

-No lo he hecho.

-Entonces, ¿cómo sabes que no te gusta?

Me miró de reojo y puse los ojos en blanco. No sabía si me gustaba o no, eso era cierto, pero me daba asco olerlo, me mareaba y además no quería llegar a casa con una peste a humo. Acabé en silencio nuevamente, y aproveché para observar el resto del vehículo por dentro. Era oscuro, con los asientos forrados en cuero negro y los de atrás cubiertos por algunas mantas. Era bastante lujoso en comparación a como había pensado que sería a juzgar por el propietario. No es que Zayn tuviera pinta de vagabundo, para nada lo tenía, y nunca había pensado que lo fuese, solo que, no me le imaginaba rodeado de oro y este coche podría tenerlo sustituyendo al metal de la carrocería.

-Zayn...-Susurré al ver algo parecido a una bolsa llena de hierba sobresaliendo de la guantera.-¿Fumas cosas más fuertes?

-¿Que si me drogo?

-Sí.

-Sí.-Suspiró.

-Qué asco.

-A ver si es verdad y nunca lo haces. Es lo peor que podrías hacer.

-Suena un poco hipócrita.

-Una vez entras, difícil es salir.-Contestó. Esa misma frase me la habían repetido muchas veces más en las insoportables charlas del instituto. 

-¿Has probado a dejar de comprarla?

Soltó una carcajada y entramos a mi calle. Paró frente a mi casa, después de que yo le dijera cual era, y después se bajó para abrirme la puerta.

-No hacía falta, puedo bajar yo sola.-Anuncié.

-Sí, pero ya que eres la primera chica que monta en mi coche, al menos déjame comportarme como un caballero.

Puse, de nuevo, los ojos en blanco. Era tan idiota que ni yo misma sabía cómo había logrado aguantar todo el camino sin tirarme por la ventana. 

-Buenas noches.-Mascullé y me encaminé a la puerta.

Carraspeó tras de mí y me di la vuelta.

-¿No quieres darme un beso de buenas noches?-Dijo, acompañando sus palabras con una astuta sonrisa. 

Illegal.|Zayn Malik| Español.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora