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Ha pasado tres semanas desde que Carlo entro a la Universidad, se ha acoplado muy bien, ha hecho más amigos, está muy feliz.
A veces la vida tiene que darnos tantos golpes para poder ser felices. Carlo encontró una familia entre nosotros, una familia que lo quiere y no lo abandonara, ni lo rechazara como lo hizo su familia.
Los padres de los chicos son los más felices de tener a Carlo, cada uno lo ha adoptado como si fuera su hijo. Me acuerdo tanto que el día que lo presentamos el papa de Ethan le dijo Hijo, si tus padres te rechazaron por tus gustos, por tu forma de amar a otro ser de tu mismo sexo, nosotros no lo haremos, en nosotros encontraras ese amor que ellos no quisieron brindarte, perdiste a un padre y a una madre, pero te diré que te has ganado cinco padres y cinco madres, espero que seas muy feliz con nosotros
Ese día fue tan emotivo que todos terminamos con lágrimas en los ojos.
Mi teléfono suena y veo en la pantalla reflejado el nombre de Joe, suena tres veces y contesto.
-¿Alo?
-Hola Preciosa, ¿Estas lista?
-Si ya bajo, chao. –Cuelgo rápidamente y recojo mis cosas para salir.
Hace unos días Joe me invito a una cabaña que queda al otro lado de la ciudad, quería que conociera el lugar donde él fue muy feliz con sus abuelos y en verdad estaba muy emocionada de ir, me había contado maravillas de ese lugar.
Se abren las puertas del ascensor y lo diviso desde lejos que está esperándome recostado en su auto con unos girasoles, Dios ¿Acaso el no pudo ser menos perfecto? Es guapo, alto, atento, detallista, solidario y muy leal, a este paso terminare enamorada de él y no quiero eso.
-¿Ya te han dicho que eres la mujer más preciosa del mundo? –Dice depositándome un beso en la mejilla.
-Sí, y varias veces – lo digo con sarcasmo.
-Auch –Musita, poniéndose la mano en el corazón como muestra que le dolió- luego que yo soy el narcisista.
-Jajajaj y ¿no lo eres? Pero te digo un secreto, que venga de ti lo hace especial –le guiño un ojo y él sonríe, Oh esa sonrisa que me derrite como un helado en el sol.
-Toma preciosa, girasoles tus favoritos –me entrega el ramo, sinceramente me hace muy feliz este tipo de detalles, así de chiquitos, así de simples, para mí son los mejores, definitivamente son mejor que cualquier cosa.
-Gracias hermoso caballero –Ambos sonreímos.
Subimos al auto, como siempre el me abre la puerta aunque siempre le digo que yo puedo sola, él insiste que puede ser un caballero.
Ya estando dentro del auto me pregunta.
-¿Alguna canción en especial para que vallas cantando? –me pregunta cogiendo su móvil.
